En México, las actividades de faenado y sacrificio de animales para la obtención de carne para consumo humano se realizan en instalaciones especiales denominadas rastros.
Los impactos ambientales generados por los rastros pueden incluir la presencia de fauna nociva dentro y en los alrededores del mismo, malos olores y afectación de la calidad de vida de las zonas habitaciones aledañas, gases de efecto invernadero, disminución del oxígeno disuelto de los cuerpos de agua donde se descargan las aguas residuales, así como la alteración drástica de la flora y fauna acuática.
Por ello, una de las prioridades del rastro municipal de Salamanca es el cuidado del medio ambiente, ya que se busca la manera de que los desperdicios que se dan a la hora del sacrificar a los animales no impacten de forma directa al medio ambiente salmantino.
El Director de Servicios Públicos Municipales David Pérez Alvarado comentó que los desechos orgánicos como las heces de los animales se lo llevan, en camiones a Michoacán, que son usados para la fertilización de los aguacates, el pelo y algunas viseras.
“Tenemos un horno crematorio, sin embargo, se están buscando otras alternativas para el manejo de estos desperdicios y no afectar con las emisiones de gas al medio ambiente (…) La sangre también es llevada a un lugar que hace alimento para perros” dijo.
Expresó que se ha tratado de mejorar las condiciones del rastro municipal para evitar contaminar y seguir reutilizando todos los desechos que se necesiten a la hora de los sacrificar de los animales.
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