/ lunes 13 de agosto de 2018

Guanajuato la sexta economía del país

Más de 30 parques industriales, un clúster automotriz que incluye a grandes armadoras como GM, Mazda y Toyota, aunado a exportaciones millonarias, ubican a Guanajuato como la sexta economía del país y el cuarto estado generador de empleos, según el balance que el gobernador Miguel Márquez hizo en su sexto informe de gobierno.

Guanajuato es el único estado del país con 5 armadoras y más de 2 mil empresas proveedoras de la industria automotriz, donde se producen 800 mil vehículos al año.

Durante este sexenio, en el territorio estatal se han creado más de 45 mil empleos por año y se tiene una tasa de desocupación igual a la de Alemania, de un 6 por ciento, que ha llegado incluso a la mitad de ese porcentaje.

Tan sólo en la administración de Miguel Márquez la atracción de inversiones cerrará en 13 mil millones de dólares, con la instalación de 247 empresas.

En el 2017, las exportaciones estatales se despacharon a 125 países y sumaron los 24 mil millones de dólares.

De acuerdo a datos de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), las exportaciones de la industria del calzado generaron 341.96 millones de dólares en 2017. Ese año, 397 empresas guanajuatenses de calzado exportaron 15 millones 990 mil 208 pares de zapatos a 53 países alrededor del mundo, y ocuparon a 45 mil empleados.

Ese mismo año, 122 empresas curtidoras produjeron 193 millones 956 mil 493 dólares en exportaciones, llegando a 47 países, y proveyendo, además de la industria zapatera, a los sectores automotriz y aeronáutico.

Mientras tanto, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) proporcionan hasta el 70 por ciento de los empleos en el estado, aproximadamente un 50 mil por año, y destacan en sectores productivos como el automotriz, el transporte de carga, el turismo cultural y de negocios, el textil y el médico.

Una gestión industrial de 25 años

“El milagro guanajuatense” de esta pujanza económica no es espontáneo. La continuidad en los gobiernos del PAN empezó a gestar esta visión industrial del estado desde hace más de un cuarto de siglo.

Hace casi 27 años, el primer gobernador panista llegó al poder. El 26 de septiembre de 1991, Carlos Medina Plascencia inició su gestión como gobernador interino.

A partir de entonces, la visión del Guanajuato actual empezó a gestarse.

“Quien piense que el boom automotriz de Guanajuato surgió por mera casualidad, está equivocado”, declaró el secretario de Desarrollo Económico Sustentable Guillermo Romero Pacheco en enero a El Sol de Irapuato.

Explicó que desde hace más de un cuarto de siglo fueron sentadas las bases para que Guanajuato se convirtiera en uno de los estados con mayor crecimiento económico, sobre todo por la llegada de empresas del ramo automotriz.

“Nada fue por casualidad, todo fue parte de un trabajo que desde 1992 se dio”, dijo entonces.

El documento rector de esta visión se denominó Guanajuato Siglo XXI. “Ahí estaban planteados los retos que el estado tendría en materia económica, de fortalecer su infraestructura carretera, de posicionarlo como un lugar atractivo por su logística, por su mano de obra y porque tiene los recursos suficientes para operar cualquier tipo de empresas; ahí estaban sentadas las bases; sí se tiene que reconocer que crecimos más de lo planeado, pero el éxito fue porque hubo continuidad en ese proyecto, cada administración estatal le dio su toque, pero lo cumplió; sin embargo en la actual administración se rebasaron todas las metas”, sostuvo orgulloso el funcionario responsable de la economía estatal en este sexenio.

Romero Pacheco mencionó que todavía hace 15 años nadie creía en Guanajuato. Pensaban que si General Motors se instaló en 1995 en el estado fue por casualidad y que hasta ahí quedaría.

Desde aquellos años, Guanajuato creó un modelo que después fue replicado en otros estados: el Gobierno del Estado ponía los terrenos a través de un fideicomiso, los inversionistas interesados en parques industriales ponían la infraestructura, ambas partes acordaban un precio, e iban a salir para recuperar cada uno sus valores.

Así, Guanajuato creó su Puerto Interior, que se convirtió en la punta de lanza para atraer inversiones nacionales y extranjeras.

General Motors tuvo así proveedores más baratos y aumentó dividendos, aprovechando la mano de obra calificada, las empresas proveedoras y la posibilidad de exportar a bajo costo por tierra, aire o ferrocarril.

Según Fidel Otake Harada, presidente del Clúster Automotriz Guanajuato, cuando las empresas japonesas comenzaron a escuchar del “milagro guanajuatense”, “a Japón le interesó Salamanca para instalar Mazda. Había la posibilidad de irse a León, pero los japoneses quieren lugares pequeños para instalarse, sin tanto ajetreo”.

“Honda vio en Celaya otra ciudad, Querétaro le coqueteaba, pero Querétaro es muy grande, tiene problemas de vialidad y no es muy óptima para que los camiones salgan a tiempo por la carga vehicular que tienen. En cambio, en Celaya están ubicados en la periferia, y eso hace que se reduzcan costos”.

Un cuarto de siglo para llegar a León

Con el Modelo Guanajuato de Inversión, las inversiones se fueron acumulando al pasar de los años, instalándose a lo largo del corredor industrial del estado.

Sin embargo, durante un cuarto de siglo León se fue quedando al margen de la atracción de inversiones.

La primera razón que habría frenado su incorporación a este dinamismo industrial fue la elevada especulación que por años prevaleció encareciendo el precio de los terrenos urbanos.

Sólo recientemente, muchos predios que habían permanecido ociosos durante años dentro de la mancha urbana, han sido objeto de inversiones hoteleras, comerciales y habitacionales.

Otro factor que influyó en los últimos años fue el retorno del PRI a la alcaldía después de 24 años de una sucesión de nueve presidentes municipales panistas.

Cuando en 2012 ganó las elecciones Bárbara Botello, se quebró la hegemonía del PAN en León que había iniciado en 1988 con el propio Carlos Medina Plascencia.

La falta de inversiones privadas en León durante el trienio priista no fue tan visible sino hasta que Héctor López Santillana ganó las elecciones en 2015 para desplazar a Botello y recuperar para el PAN la alcaldía de León.

El mismo López Santillana fue Secretario de Desarrollo Económico Sustentable de 2012 al 2015, justamente cuando Bárbara Botello ocupó la alcaldía leonesa.

De hecho, la elevada atracción de inversiones nacionales y extranjeras lograda durante la gestión de López Santillana al frente de Desarrollo Económico, entre ellas las armadoras japonesas Honda, Toyota y Mazda, aterrizadas en el transcurso de esos años, fue el capital político que le permitió ser postulado por el PAN para competir por la alcaldía leonesa y ganar la elección, no obstante que dichas inversiones se afincaron en otros municipios del estado: Celaya, San José Iturbide y Salamanca.

El único revés que sufrió Héctor López Santillana como Secretario de Desarrollo Económico fue perder con San Luis Potosí la atracción de una inversión de mil millones de dólares para construir la planta de la marca de autos alemana BMW.

Guanajuato compitió por esta inversión con los estados de San Luis Potosí y de Querétaro. Su construcción la anunció el presidente Enrique Peña Nieto el 3 de julio del 2014 en la residencia oficial de Los Pinos.

“Cuando BMW decide no venir a Guanajuato, nosotros en vez de tomarlo como algo negativo, lo vimos positivo y nos permitió crear dos parques industriales en el norte del estado, como San Luis de la Paz y San Felipe y ahí se están instalando las proveedoras de BMW, y Guanajuato, aunque no se quedó con BMW, sí se quedó con parte de los empleos que esa empresa generaría colateralmente”, comentó el gobernador Miguel Márquez, en entrevista concedida también en enero a la OEM.

El reingreso de León al dinamismo industrial

Con López Santillana en la presidencia municipal, las inversiones llegaron por fin a León, luego de 25 años de haberse iniciado la gestación del modelo industrial de Guanajuato.

De hecho, Héctor López Santillana “fue uno de los artífices de que se diera el boom automotriz. Nadie creía que Guanajuato estaba trabajando en ser uno de los principales clústeres automotrices no solo del país, sino del continente”, dijo el secretario de Desarrollo Económico en funciones, Guillermo Romero Pacheco, a Óscar Reyes en entrevista publicada el 22 de enero en El Sol de Irapuato.

En el primer trienio de López Santillana al frente del municipio, se atrajeron inversiones por 2 mil 300 millones de dólares, se generaron 23 mil empleos y los parques industriales creados en su territorio superaron las mil hectáreas, de acuerdo a información proporcionada por Ramón Alfaro Gómez, director de Economía de León.

Ahora, con la apertura de la planta de Toyota en Apaseo el Grande, que empezará su producción en 2019, las proyecciones para el 2020 establecen que los vehículos fabricados en la entidad superarán las 950 mil unidades anuales.

Sierra, Cheyenne y Silverado de General Motors, Mazda 2 y Mazda 3 de la armadora Mazda, Fit de la japonesa Honda, y la camioneta Tacoma de Toyota, son los modelos que se ensamblan en Guanajuato.

Además, en el territorio estatal está instalada la planta de transmisiones de Ford, ubicada en Irapuato, y en Silao se ubica otra planta de motores de la marca alemana Volkswagen.

ARMADORAS DE AUTOS EN GUANAJUATO

El 27 de julio de 1995 el presidente Ernesto Zedillo y el gobernador Vicente Fox inauguraron en Silao la planta de GM, con una producción inicial de 40 mil vehículos anuales que, 20 años después, ya era nueve veces mayor, pues oscilaba entre 360 mil y 370 mil camionetas al año.

En 2012 Honda construye su planta en Celaya, con una inversión de 800 millones de dólares y la generación de 3,200 empleos directos.

En septiembre de 2013, arranca Honda la construcción de una planta de transmisiones, también en Celaya, con una inversión de 470 millones de dólares, donde crea otros 1,500 puestos de trabajo una vez que supere un nivel de producción de 700 mil unidades anuales.

El 21 de febrero de 2014, Honda inaugura la planta de automóviles en Celaya, iniciando operaciones con la producción del Fit 2015 y una capacidad anual de producción de 200 mil automóviles.

El 27 de febrero de 2014, Mazda inaugura su planta en Salamanca, para producir 230 mil vehículos al años y contratar a 4,600 empleados. La planta se construyó en una superficie de 260 hectáreas; la inversión había ascendido a los 770 millones de dólares.

Anunciada originalmente en abril de 2015, se prevé que la planta de Toyota en San José de Iturbide entre en fase de producción hasta finales del 2019.



Más de 30 parques industriales, un clúster automotriz que incluye a grandes armadoras como GM, Mazda y Toyota, aunado a exportaciones millonarias, ubican a Guanajuato como la sexta economía del país y el cuarto estado generador de empleos, según el balance que el gobernador Miguel Márquez hizo en su sexto informe de gobierno.

Guanajuato es el único estado del país con 5 armadoras y más de 2 mil empresas proveedoras de la industria automotriz, donde se producen 800 mil vehículos al año.

Durante este sexenio, en el territorio estatal se han creado más de 45 mil empleos por año y se tiene una tasa de desocupación igual a la de Alemania, de un 6 por ciento, que ha llegado incluso a la mitad de ese porcentaje.

Tan sólo en la administración de Miguel Márquez la atracción de inversiones cerrará en 13 mil millones de dólares, con la instalación de 247 empresas.

En el 2017, las exportaciones estatales se despacharon a 125 países y sumaron los 24 mil millones de dólares.

De acuerdo a datos de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), las exportaciones de la industria del calzado generaron 341.96 millones de dólares en 2017. Ese año, 397 empresas guanajuatenses de calzado exportaron 15 millones 990 mil 208 pares de zapatos a 53 países alrededor del mundo, y ocuparon a 45 mil empleados.

Ese mismo año, 122 empresas curtidoras produjeron 193 millones 956 mil 493 dólares en exportaciones, llegando a 47 países, y proveyendo, además de la industria zapatera, a los sectores automotriz y aeronáutico.

Mientras tanto, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) proporcionan hasta el 70 por ciento de los empleos en el estado, aproximadamente un 50 mil por año, y destacan en sectores productivos como el automotriz, el transporte de carga, el turismo cultural y de negocios, el textil y el médico.

Una gestión industrial de 25 años

“El milagro guanajuatense” de esta pujanza económica no es espontáneo. La continuidad en los gobiernos del PAN empezó a gestar esta visión industrial del estado desde hace más de un cuarto de siglo.

Hace casi 27 años, el primer gobernador panista llegó al poder. El 26 de septiembre de 1991, Carlos Medina Plascencia inició su gestión como gobernador interino.

A partir de entonces, la visión del Guanajuato actual empezó a gestarse.

“Quien piense que el boom automotriz de Guanajuato surgió por mera casualidad, está equivocado”, declaró el secretario de Desarrollo Económico Sustentable Guillermo Romero Pacheco en enero a El Sol de Irapuato.

Explicó que desde hace más de un cuarto de siglo fueron sentadas las bases para que Guanajuato se convirtiera en uno de los estados con mayor crecimiento económico, sobre todo por la llegada de empresas del ramo automotriz.

“Nada fue por casualidad, todo fue parte de un trabajo que desde 1992 se dio”, dijo entonces.

El documento rector de esta visión se denominó Guanajuato Siglo XXI. “Ahí estaban planteados los retos que el estado tendría en materia económica, de fortalecer su infraestructura carretera, de posicionarlo como un lugar atractivo por su logística, por su mano de obra y porque tiene los recursos suficientes para operar cualquier tipo de empresas; ahí estaban sentadas las bases; sí se tiene que reconocer que crecimos más de lo planeado, pero el éxito fue porque hubo continuidad en ese proyecto, cada administración estatal le dio su toque, pero lo cumplió; sin embargo en la actual administración se rebasaron todas las metas”, sostuvo orgulloso el funcionario responsable de la economía estatal en este sexenio.

Romero Pacheco mencionó que todavía hace 15 años nadie creía en Guanajuato. Pensaban que si General Motors se instaló en 1995 en el estado fue por casualidad y que hasta ahí quedaría.

Desde aquellos años, Guanajuato creó un modelo que después fue replicado en otros estados: el Gobierno del Estado ponía los terrenos a través de un fideicomiso, los inversionistas interesados en parques industriales ponían la infraestructura, ambas partes acordaban un precio, e iban a salir para recuperar cada uno sus valores.

Así, Guanajuato creó su Puerto Interior, que se convirtió en la punta de lanza para atraer inversiones nacionales y extranjeras.

General Motors tuvo así proveedores más baratos y aumentó dividendos, aprovechando la mano de obra calificada, las empresas proveedoras y la posibilidad de exportar a bajo costo por tierra, aire o ferrocarril.

Según Fidel Otake Harada, presidente del Clúster Automotriz Guanajuato, cuando las empresas japonesas comenzaron a escuchar del “milagro guanajuatense”, “a Japón le interesó Salamanca para instalar Mazda. Había la posibilidad de irse a León, pero los japoneses quieren lugares pequeños para instalarse, sin tanto ajetreo”.

“Honda vio en Celaya otra ciudad, Querétaro le coqueteaba, pero Querétaro es muy grande, tiene problemas de vialidad y no es muy óptima para que los camiones salgan a tiempo por la carga vehicular que tienen. En cambio, en Celaya están ubicados en la periferia, y eso hace que se reduzcan costos”.

Un cuarto de siglo para llegar a León

Con el Modelo Guanajuato de Inversión, las inversiones se fueron acumulando al pasar de los años, instalándose a lo largo del corredor industrial del estado.

Sin embargo, durante un cuarto de siglo León se fue quedando al margen de la atracción de inversiones.

La primera razón que habría frenado su incorporación a este dinamismo industrial fue la elevada especulación que por años prevaleció encareciendo el precio de los terrenos urbanos.

Sólo recientemente, muchos predios que habían permanecido ociosos durante años dentro de la mancha urbana, han sido objeto de inversiones hoteleras, comerciales y habitacionales.

Otro factor que influyó en los últimos años fue el retorno del PRI a la alcaldía después de 24 años de una sucesión de nueve presidentes municipales panistas.

Cuando en 2012 ganó las elecciones Bárbara Botello, se quebró la hegemonía del PAN en León que había iniciado en 1988 con el propio Carlos Medina Plascencia.

La falta de inversiones privadas en León durante el trienio priista no fue tan visible sino hasta que Héctor López Santillana ganó las elecciones en 2015 para desplazar a Botello y recuperar para el PAN la alcaldía de León.

El mismo López Santillana fue Secretario de Desarrollo Económico Sustentable de 2012 al 2015, justamente cuando Bárbara Botello ocupó la alcaldía leonesa.

De hecho, la elevada atracción de inversiones nacionales y extranjeras lograda durante la gestión de López Santillana al frente de Desarrollo Económico, entre ellas las armadoras japonesas Honda, Toyota y Mazda, aterrizadas en el transcurso de esos años, fue el capital político que le permitió ser postulado por el PAN para competir por la alcaldía leonesa y ganar la elección, no obstante que dichas inversiones se afincaron en otros municipios del estado: Celaya, San José Iturbide y Salamanca.

El único revés que sufrió Héctor López Santillana como Secretario de Desarrollo Económico fue perder con San Luis Potosí la atracción de una inversión de mil millones de dólares para construir la planta de la marca de autos alemana BMW.

Guanajuato compitió por esta inversión con los estados de San Luis Potosí y de Querétaro. Su construcción la anunció el presidente Enrique Peña Nieto el 3 de julio del 2014 en la residencia oficial de Los Pinos.

“Cuando BMW decide no venir a Guanajuato, nosotros en vez de tomarlo como algo negativo, lo vimos positivo y nos permitió crear dos parques industriales en el norte del estado, como San Luis de la Paz y San Felipe y ahí se están instalando las proveedoras de BMW, y Guanajuato, aunque no se quedó con BMW, sí se quedó con parte de los empleos que esa empresa generaría colateralmente”, comentó el gobernador Miguel Márquez, en entrevista concedida también en enero a la OEM.

El reingreso de León al dinamismo industrial

Con López Santillana en la presidencia municipal, las inversiones llegaron por fin a León, luego de 25 años de haberse iniciado la gestación del modelo industrial de Guanajuato.

De hecho, Héctor López Santillana “fue uno de los artífices de que se diera el boom automotriz. Nadie creía que Guanajuato estaba trabajando en ser uno de los principales clústeres automotrices no solo del país, sino del continente”, dijo el secretario de Desarrollo Económico en funciones, Guillermo Romero Pacheco, a Óscar Reyes en entrevista publicada el 22 de enero en El Sol de Irapuato.

En el primer trienio de López Santillana al frente del municipio, se atrajeron inversiones por 2 mil 300 millones de dólares, se generaron 23 mil empleos y los parques industriales creados en su territorio superaron las mil hectáreas, de acuerdo a información proporcionada por Ramón Alfaro Gómez, director de Economía de León.

Ahora, con la apertura de la planta de Toyota en Apaseo el Grande, que empezará su producción en 2019, las proyecciones para el 2020 establecen que los vehículos fabricados en la entidad superarán las 950 mil unidades anuales.

Sierra, Cheyenne y Silverado de General Motors, Mazda 2 y Mazda 3 de la armadora Mazda, Fit de la japonesa Honda, y la camioneta Tacoma de Toyota, son los modelos que se ensamblan en Guanajuato.

Además, en el territorio estatal está instalada la planta de transmisiones de Ford, ubicada en Irapuato, y en Silao se ubica otra planta de motores de la marca alemana Volkswagen.

ARMADORAS DE AUTOS EN GUANAJUATO

El 27 de julio de 1995 el presidente Ernesto Zedillo y el gobernador Vicente Fox inauguraron en Silao la planta de GM, con una producción inicial de 40 mil vehículos anuales que, 20 años después, ya era nueve veces mayor, pues oscilaba entre 360 mil y 370 mil camionetas al año.

En 2012 Honda construye su planta en Celaya, con una inversión de 800 millones de dólares y la generación de 3,200 empleos directos.

En septiembre de 2013, arranca Honda la construcción de una planta de transmisiones, también en Celaya, con una inversión de 470 millones de dólares, donde crea otros 1,500 puestos de trabajo una vez que supere un nivel de producción de 700 mil unidades anuales.

El 21 de febrero de 2014, Honda inaugura la planta de automóviles en Celaya, iniciando operaciones con la producción del Fit 2015 y una capacidad anual de producción de 200 mil automóviles.

El 27 de febrero de 2014, Mazda inaugura su planta en Salamanca, para producir 230 mil vehículos al años y contratar a 4,600 empleados. La planta se construyó en una superficie de 260 hectáreas; la inversión había ascendido a los 770 millones de dólares.

Anunciada originalmente en abril de 2015, se prevé que la planta de Toyota en San José de Iturbide entre en fase de producción hasta finales del 2019.



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