Desde el primer diía del mes de diciembre se siente el ambiente navideño y el entorno toma colorido con la diversidad que en esta época del año ofrece la flor de nochebuena, en viveros y florerías de Salamanca se puede encontrar desde la tradicional planta en tonalidad roja, aproximadamente se manejan 20 diferentes tonos de rojo, pero también hay cruzas y polinizaciones que dan lugar a matices blancos, salmón, rosa y mármol.
El ciclo de desarrollo es de Febrero a Octubre para que en Noviembre se entregue a intermediarios, viveros, distribuidores menores y centros comerciales. Actualmente los tamaños más comerciales van desde los 10 hasta los 250 pesos.
La producción de nochebuena resulta costosa porque el proceso no es mecanizado y se realiza prácticamente con pura mano de obra que atiende estrictos cuidados especiales y control de plagas, aunque también se requiere de una estructura conformada por un invernadero y un equipo de aplicación simultanea de agua y fertilizantes a través del sistema de riego.
Las nochebuenas son plantas que obedecen a un fotoperiodo y responden a menos horas luz y más horas oscuridad, por eso no se encuentran plantas que estén cambiando de color en Mayo porque son los días más largos, entre Julio y Agosto su color es verde y para revertir dicha tonalidad y complementar el crecimiento y desarrollo con el proceso de floración se somete a la oscuridad.
Origen
Esta planta tiene su origen en México y actualmente se produce prácticamente en todas partes del mundo, a nivel nacional Cuernavaca y Guadalajara, son los estados donde se trabaja con mayor énfasis la producción de esta flor, en Guanajuato los municipios que más destacan son Silao y Romita; sin embargo, en Estados Unidos y específicamente en la región de California se producen más nochebuenas que en todo el territorio mexicano.
Además de haber sido bautizada en Náhuatl como “Tlazóchitl” y por la cultura azteca como “Cuetlazochitl” en México la flor nochebuena también se conoce como “flor de pascua” y “estrella de navidad”.
Variedades
La variedad original es la de varas altas con hojas muy largas y muchas brácteas (órgano foliáceo en la proximidad de las flores y diferente a las hojas normales). Crece en zonas de clima templado y cálido, aunque soporta muy bien los climas fríos y en forma silvestre se le encuentra en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Los grandes pétalos de color rojo encendido de la de nochebuena contrastan alegremente con los grises días invernales. Cultivada por los antiguos mexicanos llegó a simbolizar la Navidad, ya que florece únicamente en esta época.
Uso prehispánico
En el México prehispánico se usaba como planta medicinal que ayudaba a las madres a tener suficiente leche o en forma de cataplasmas para aliviar enfermedades cutáneas.
También era el símbolo de la “nueva vida” a la que ingresaban los guerreros muertos durante una batalla.
Hoy día no hay época navideña sin esta flor y los retoños se venden en todas partes del mundo, los árboles de Navidad, las guirnaldas y las coronas son adornados con estas llamativas flores.