La celebración del Día del Padre es más austera y modesta que los festejos del Día de la Madre, ya que pasa casi como un día normal, sin embargo algunos progenitores esperan al menos un detalle para esa fecha.

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Pese a que en estos festejos del Día del Padre no se realizan grandes festivales o eventos masivos para los papás los padres de familia salamantinos valoran los pequeños detalles que recibirán de sus hijos.

Mauricio Rendón, quien es comerciante y tiene 34 años de edad manifestó que “el día del padre es como cualquier otro. Como mis hijos están pequeños aun, pues no me dan regalos como tenis o chamarras, pero si pequeños detalles como cartitas o dibujos que valoro mucho”, dijo

Aunque para algunos papas de la ciudad, puede pasar como un día más y una fecha desapercibida, algunos otros lamentaron la situación epidemiológica que no les permite visitar a sus padres que se encuentran sepultados en los panteones.

José López, quien es jubilado y tiene 56 años de edad indicó que “lo festejare con mi familia con una celebración pequeña, pero cada año acostumbraba ir a visitar a mi papá al panteón, ya que el lleva 13 años que ya no está conmigo, pero por lo del virus no podre ir a acompañarlo un momento”.

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“Pues lo que mis hijas acostumbran regalarme son playeras, sudaderas o carteras el Día del Padre y lo único que realizamos es una comida. Como somos una familia pequeña pues no hay peligro de aglomeraciones”, señaló Marco Valdez, de 60 años de edad.

“A mi años anteriores mis hijos, contrataban mariachis para dedicarme canciones, pero este año me dijeron que no será posible, por lo que será una celebración pequeña”, dijo Arturo Calderón de 70 años de edad.

“Pues a mí me celebran con un festejo pequeño realmente, la celebración no están grande como la del 10 de mayo, que siento que es un día normal”, manifestó Artemio Medina.

A través de un sondeo realizado a algunos padres del municipio, la mayoría de estos indicaron que la celebración del día de los padres es más pequeña y austera en relación con el 10 de mayo al grado de parecer un día normal.