/ jueves 27 de mayo de 2021

Compra de Deer Park tuvo carácter estratégico: Arturo Herrera

El secretario de Hacienda destacó que la compra de la refinería servirá para dar salida al petróleo tipo Maya y para que México pueda recibir utilidades de su refinación

Foto: Reuters

Juan Luis Ramos | El Sol de México

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, indicó que la compra de las acciones de Shell de la refinería Deer Park, para que Pemex asuma el control total del complejo, tuvo un carácter estratégico para el país.

Por un lado, señaló, servirá para dar salida al petróleo tipo Maya y para que México pueda recibir utilidades de su refinación.

“Shell quedó al mando de la mayoría accionaria y decidió reinvertir las utilidades desde 1993; México no ha visto un peso”, dijo el funcionario en su cuenta de Twitter.

Añadió que la adquisición de la otra mitad de las acciones de esta refinería también asegurar la oferta de gasolina para México frente a contingencias como el robo de hidrocarburos en el país, o huachicol, o eventos como el que vivió Estados Unidos de hackeo al sistema de distribución de gas.

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“En el caso de alguna eventualidad como las que señalé, mandaríamos la totalidad de la producción de Deer Park a México”, sostuvo.

Herrera destacó que hubo varios factores se alinearon para que la adquisición de la parte de Shell en Deer Park fuera una “buena transacción”, entre ellas destacó las aportaciones que el gobierno federal hizo al Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) el año pasado por 30 mil millones de pesos, que serán utilizados para la compra.

De igual modo, destacó que Shell está deshaciéndose de sus refinerías luego de que un tribunal civil de los Países Bajos dictaminó que la empresa debe reducir sus emisiones de CO2 en 45 por ciento.

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“Una de las razones que abonó a esta operación fue que pensamos que podríamos conseguir un buen precio por la decisión de Shell de reducir al 50 por ciento su capacidad de refinación en el mundo”, apuntó el funcionario.

Finalmente, Herrera señaló que para que México obtuviera ganancias de la refinería ubicada en Houston, Texas, la única opción que tenía era la compra del total de acciones, ya que el contrato con Shell prohibía que el país vendiera su participación a un tercer actor.