Con la esperanza que todo regrese pronto a su total normalidad, el ex jugador profesional, Ismael Lugo González “El Viejillo”, ícono del futbol salmantino acudió a recibir segunda dosis contra Covid-19.
Al respecto comentó que “acabo de recibir la segunda dosis, esta vez estuvo mejor organizado y fue mucho menos tardado que en la primera ocasión, estoy contento por mí y todos quienes están recibiendo esta vacuna (sic)”.
Ismael “El Viejillo” Lugo, de 80 años de edad, estuvo acompañado de su hijo, el también jugador ex profesional, Ismael “Mayo” Lugo, quien una vez más como en la aplicación de la primera dosis estuvo al pendiente de su papá.
El nacido un 13 de febrero de 1941 en la ciudad de León, Guanajuato, antes de ser jugador profesional fue campeón nacional juvenil con Selección Guanajuato. Así también campeón nacional de Primera Fuerza en Monterrey, Nuevo León.
En estos torneos destacó por su técnica y por la potente manera de pegarle al balón, además por su facilidad en el juego aéreo, gracias a su espigada y alta figura, se dio a conocer con el mote de la “Antena” Lugo.
Como jugador profesional, Ismael “El Viejillo” Lugo formó parte del Club León de Primera División en el año de 1961, jugó al lado de legendarios jugadores como la “Tota” Carvajal, Martinolli “Chavicos”, Enriquez Di Florio, “Pachuco” López, entre otros grandes.
Posteriormente estuvo un par de temporadas en el equipo Salamanca de Segunda División, para luego emigrar al equipo “Cuerudos” de Ciudad Victoria.
Después regresó a los Petroleros de Salamanca, donde tuvo destacadas temporadas, llegando a disputar una semifinal contra el equipo Universidad de Guadalajara, en los años 70.
En su trayectoria jugó como defensa y medio, lo cual no le impidió anotar gran cantidad de goles, los cuales hacía gracias a su potente disparo de media y larga distancia, así como a su excelente manera de cabecear.
En el equipo Petroleros de Salamanca, tuvo su retiro como jugador profesional y ahí mismo comenzó su carrera como entrenador de fútbol profesional.
Gracias a su experiencia adquirida y pasado un tiempo, empezó a entrenar y dirigir equipos de futbol amateur, formando equipos competitivos que marcaron época.
Hace más de tres décadas llegó a Riama, donde comenzó a formar gran cantidad de buenos jugadores, muchos de ellos llegando a jugar a nivel profesional en las diferentes divisiones del futbol mexicano o dentro del futbol semiprofesional.
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Debido a su amplia trayectoria a favor del deporte salmantino y experiencia acumulada como jugador profesional, ha sido reconocido por el estado y municipio. Así también por amigos y jugadores ex profesionales como la Gran Familia “Guinda”.
Además ha sido galardonado con su incursión en el Salón de la Fama del Deporte Guanajuatense y en el Muro de la Fama Deportivo de Salamanca.