Maestra, guía, tutora, amiga, confidente, son tan sólo una de las pocas tareas que desarrolla Blanca Irma Córdoba Ramírez en su servicio en la enseñanza.

Con el pasar los años la maestra ha marcado la vida de muchos alumnos, quienes ven en ella a esa persona especial que va junto a ellos en su camino rumbo a la meta.

Actualmente se desempeña como profesora de inglés de la Secundaria Bilingue Carlos Darwin y con gran entusiasmo asumió la responsabilidad de ser tutar de alumnos dentro del plantel, tarea nada fácil por la importancia que tiene al ser más que una mentora.

Blanca, a quien todos llaman “Reina” tienen en ella un apoyo académico, emocional y tiene esa habilidad de detectar sus necesidades, apoyarlos para el mejoramiento de su rendimiento académico para que puedan cumplir con sus objetivos.

Reina es el sobrenombre que le puso su abuelo al ser la primera nieta, sin embargo para sus alumnos es lo que es, una REINA

Reina Córdoba cuenta que esta noble labor nació hace 25 años por diferentes situaciones y coincidencias en su vida y que se convirtió en su vocación.

“Puedo decir que tal vez venga de herencia por mi abuelo el Teniente Coronel Francisco Córdoba quien fue profesor de inglés por muchos años y él lo hacia por gusto, también mi tío Arturín Córdoba que fue entrenador de fútbol y fue un gran guía para todos sus niños, mi abuela materna, mi madre y tía que fueron maestras así que ya es de herencia”.

Su labor como tutora no es ser permisible, ni consentidora; es encontrar la forma adecuada para que el alumno esté motivado y tenga el rendimiento académico, que tenga la confianza en sí mismo para superar los retos que se le presenten.

Una labor nada fácil, sobre todo por que atraviesan una etapa entre de ser niños a ser adolescentes y creen que el mundo está en su contra.

“Ellos deben conocerse, entender el proceso de crecimiento, su responsabilidad como estudiantes y el ser mejores personas” aseveró la docente.

Nuevos retos

Debido a la contingencia la maestra Blanca Irma Córdoba Ramírez aplica la frase “Innovación para mantener conexión”, de esta manera no ha perdido la comunicación con sus alumnos. Si la necesitan, ella está ahí para ellos.

“Es muy importante escucharlos, saber de sus necesidades, saber como están viviendo el confinamiento, qué han aprendido de ello y que piensen que cambiará en sus vidas”.

Mamá postiza

La satisfacción de Reina Córdoba de ser maestra, tutora o mamá postiza como también se cataloga en la escuela, es que sus ex alumnos o sus “niños postizos” cuando la ven la saludan con mucho cariño.

“Cuando los veo convertidos en adultos me dicen que sus consejos y el inglés que les enseñe les ha servido mucho en sus vidas laborales y es cuando digo que este trabajo ha valido la pena”.