El Padre, Luis Salvador Méndez Miranda, presbítero del Santuario del Señor del Hospital, recomienda que la mejor manera de detener el mal por el que estamos pasando es la oración, indicó que aunque no se puede asistir al Templo, se puede hacer desde casa, al igual recomienda que se puede escuchar misa, por medio de las redes sociales o por el canal de María Visión.
Luis Salvador, pidió a los feligreses que recen las oraciones que el Papa Francisco rezó ante la imagen de la Virgen del Divino Amor, para pedir por que pare el coronavirus en el Mundo.
“En redes sociales está la oración del Papa, Francisco que nos está invitando sobre todo para pedir al Señor que pare por éste mal COVID-19, y que a nosotros nos conceda la fe y la prudencia de saber enfrentar esta situación, pero también aquí a nivel Salamanca, tenemos una oración muy bonita, que es al Señor del Hospital, es la oración antigua, la cual he estado rezando en cada una de las misas que celebro, porque nos habla de que aleja la peste de mí; yo creo que es una oración que nos da a Salamanca una gran identidad, según el pensamiento de nuestros antepasados, además es una oración muy bonita, que podemos rezar.
También dijo que por indicación de los Obispos y del Papa Francisco, se oficiarán misas a puerta cerrada; “ahorita ya los Obispos, han dispensado lo que son las celebraciones de precepto, en este caso, por ejemplo los domingos lo celebraremos los Sacerdotes a puerta cerrada en las Parroquias, las transmitiremos en redes sociales o pueden atender por medio del canal de María Visión.
El Párroco del Santuario del Señor del Hospital, recomendó a quien quiera comulgar, no será posible dar la Hostia, aseveró que es un tanto doloroso y expresó que por el momento se debe recibir la comunión espiritualmente, aunada a la disposición y el acrecentar la oración.
“Esto debe traernos abundantes frutos, el día en que todo esto termine, se va ha de fortalecer la fe, y a lo mejor esta situación que estamos padeciendo, ya pasando éste acontecimiento, pues será un acontecimiento glorioso el poder regresar a nuestras Iglesias, el poder acercarnos a Comulgar con mayor devoción, con mayor amor a Nuestro Señor”, terminó diciendo el Sacerdote, Luis Salvador Méndez.
Aquí les dejamos las dos oraciones que el Papa Francisco rezó ante la imagen de la Virgen del Divino Amor:
Oh, María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de Salvación y de esperanza, confiamos en ti, salud de los enfermos, que junto a la Cruz te asociaste el dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe, tu salvación del pueblo Romano, sabes lo que necesitamos, y estamos seguros de que proveerás para que, como en Cana de Galilea pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba, ayúdanos Madre del Divino amor, a conformarnos a la voluntad de Padre y hacer lo que nos diga Jesús, que ha tomado sobre sí, nuestros sufrimientos y se ha cargado con nuestros dolores para llevarnos a través de la Cruz a la alegría de la Resurrección. AMEN.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, oh, Virgen, gloriosa y bendita.
Así también la oración al Señor del Hospital que se venera en Salamanca:
Padre mío del hospital, Cristo Santo milagroso pues eres tan poderos líbrame de todo mal, de robos en camino real, de pleitos y heridas mortales y de bravos animales en monte, cerros y lomas.
Por las llagas de tus manos y tus ojos sacrosantos tú me librarás de espantos, de brujos y hechiceros. En los fuertes aguaceros de rayos y torbellinos y de los malos vecinos que intentan hacerme mal, Padre mío del Hospital la peste aleja de mí, pues aunque ya te ofendí por la llaga del costado del costado haz que no muera en pecado, por las llagas de aquel clavo hizo en tus sagrados pies, tu santo auxilio me des, por su santísima Cruz, mi dulcísimo Jesús, por tu sagrada corona. Has qué en la última hora, cuando a juicios se llamado reciba ya confesado la sagrada comunión, échame tu bendición padre mío del Hospital y en mi vida temporal auxíliame de tal suerte que al fin consiga verte a la patria celestial. AMEN