/ miércoles 20 de abril de 2022

V I C I S I T U D E S

¿QUÉ SUCEDE CUANDO…..?

He estado leyendo un libro que me había sido recomendado en una de las reuniones que tenemos en un grupo al cual pertenecemos mi esposa y yo. No es un libro cualquiera, y no es tan fácil comprenderlo, como tampoco me fue fácil adquirirlo. El libro se titula “Ética para errantes: La Parábola del Hijo Pródigo”, de Ricardo Peter, que habla sobre la existencia del hombre en su “viaje”, cuyo requisito principal “es estar vivo”, aunque se llegue a equivocar de ruta, como él lo dice.

En todo ese gran recorrido que me ha llevado el leerlo aparece lo siguiente: “¿Qué sucede cuando me toca enfrentar la pérdida de un ser querido, el trauma emocional de una enfermedad incurable o experimento la desilusión de un amor herido, el fracaso de mi relación de pareja o un sentimiento de vacío? ¿Cuando siento que mi vida oscila entre el aburrimiento y la tristeza?

¿Qué sucede cuando pierdo la seguridad de una vida estable y me acosa la incertidumbre? ¿Cuando el repertorio de mi vida arroja un saldo de insatisfacciones y de esperanzas frustradas?¿Cuando me toca enfrentar mis expectativas insatisfechas? ¿Cuando la vida me alcanza en el umbral de mis límites existenciales y me recuerda que todo, absolutamente todo, es temporal?”

Cada uno de nosotros hemos vivido diversas experiencias de vida que nos llegan a cuestionar, porque no sabemos el porqué o el para qué suceden estas cosas. La mayoría de nosotros hemos experimentado la pérdida de un familiar, amigo, compañero de trabajo, o hasta de una mascota, y aunque sabemos que es algo natural, nos duele la partida y muchas veces nos quedamos en eso, en el cuestionamiento, siendo todo esto parte de nuestro viaje, de nuestro caminar.

Lisset, una amiga y compañera del Estado de México, me decía al respecto de este cuestionamiento: “Las experiencias de pérdida en la vida son inevitables. La vida en el mundo físico es temporal, sin embargo, nos queda el aprecio por lo vivido, el aprendizaje del valor profundo, propio e inherente, el desapego de la materia mientras el Espíritu nos guía, soltar nuestras pequeñas expectativas mientras abrazamos el Plan Perfecto de Dios. Encontrar el Verdadero Camino, eso es vivir la vida”.

Comentando con Arturo, amigo y compañero aquí en Irapuato, me refería que todos estamos en la posibilidad de caminar por el camino que hoy hemos optado, y que creemos que es el correcto, y que cuando nos perdemos y nos vamos por caminos escabrosos, hay que voltear para atrás para ver dónde estuvo la pérdida para retomar el camino. Creo que hoy en día muchos de nosotros hemos aprendido que “Todo, absolutamente todo, es temporal”, y que cuando se comprende es una expresión “que nos sana emocionalmente”, como bien lo dijo Miguel Antonio.

“No se puede caminar, sin la posibilidad de perder el camino”. Bendiciones.

¿QUÉ SUCEDE CUANDO…..?

He estado leyendo un libro que me había sido recomendado en una de las reuniones que tenemos en un grupo al cual pertenecemos mi esposa y yo. No es un libro cualquiera, y no es tan fácil comprenderlo, como tampoco me fue fácil adquirirlo. El libro se titula “Ética para errantes: La Parábola del Hijo Pródigo”, de Ricardo Peter, que habla sobre la existencia del hombre en su “viaje”, cuyo requisito principal “es estar vivo”, aunque se llegue a equivocar de ruta, como él lo dice.

En todo ese gran recorrido que me ha llevado el leerlo aparece lo siguiente: “¿Qué sucede cuando me toca enfrentar la pérdida de un ser querido, el trauma emocional de una enfermedad incurable o experimento la desilusión de un amor herido, el fracaso de mi relación de pareja o un sentimiento de vacío? ¿Cuando siento que mi vida oscila entre el aburrimiento y la tristeza?

¿Qué sucede cuando pierdo la seguridad de una vida estable y me acosa la incertidumbre? ¿Cuando el repertorio de mi vida arroja un saldo de insatisfacciones y de esperanzas frustradas?¿Cuando me toca enfrentar mis expectativas insatisfechas? ¿Cuando la vida me alcanza en el umbral de mis límites existenciales y me recuerda que todo, absolutamente todo, es temporal?”

Cada uno de nosotros hemos vivido diversas experiencias de vida que nos llegan a cuestionar, porque no sabemos el porqué o el para qué suceden estas cosas. La mayoría de nosotros hemos experimentado la pérdida de un familiar, amigo, compañero de trabajo, o hasta de una mascota, y aunque sabemos que es algo natural, nos duele la partida y muchas veces nos quedamos en eso, en el cuestionamiento, siendo todo esto parte de nuestro viaje, de nuestro caminar.

Lisset, una amiga y compañera del Estado de México, me decía al respecto de este cuestionamiento: “Las experiencias de pérdida en la vida son inevitables. La vida en el mundo físico es temporal, sin embargo, nos queda el aprecio por lo vivido, el aprendizaje del valor profundo, propio e inherente, el desapego de la materia mientras el Espíritu nos guía, soltar nuestras pequeñas expectativas mientras abrazamos el Plan Perfecto de Dios. Encontrar el Verdadero Camino, eso es vivir la vida”.

Comentando con Arturo, amigo y compañero aquí en Irapuato, me refería que todos estamos en la posibilidad de caminar por el camino que hoy hemos optado, y que creemos que es el correcto, y que cuando nos perdemos y nos vamos por caminos escabrosos, hay que voltear para atrás para ver dónde estuvo la pérdida para retomar el camino. Creo que hoy en día muchos de nosotros hemos aprendido que “Todo, absolutamente todo, es temporal”, y que cuando se comprende es una expresión “que nos sana emocionalmente”, como bien lo dijo Miguel Antonio.

“No se puede caminar, sin la posibilidad de perder el camino”. Bendiciones.