/ miércoles 6 de abril de 2022

V I C I S I T U D E S

CUARENTA AÑOS…..¡ TODA UNA VIDA ¡

La vida se va construyendo día tras día, y sin darnos cuenta observamos que hemos caminado juntos en un mundo de contrastes, altibajos, VICISITUDES, planes, proyectos, alegrías y tristezas, salud y enfermedad, trabajo y descanso, y todo lo que un buen matrimonio puede experimentar para crecer, aprender y fortalecer nuestro afán de vivir en armonía, concordia, y siempre bajo la tutela de Nuestro Gran Padre Dios.

Mi esposa Martha Alicia y yo, Armando, cumplimos el día tres de abril CUARENTA AÑOS de habernos unido en Matrimonio Sacramental. Hemos formado una relación que fue creciendo y fortaleciéndose, dando los mejores frutos con los que el Señor nos ha bendecido, y deseamos seguir acrecentando el respeto, admiración y amor mutuo que hemos tratado de profesar. El camino no ha sido fácil, pero hemos creído en Jesús, hemos confiado en Él, y lo mejor, nos hemos ABANDONADO en CRISTO.

El Señor nos ha bendecido con una hija, un hijo, un yerno y una nuera, y más bendecidos aún con la llegada, hace un año y dos meses, de nuestra primera nieta. Hemos tratado de ser un ejemplo para ellos; deseamos y esperamos que lo hayamos logrado. De la Mano de Dios hemos caminado desde el primer día en que nos casamos, tratando de formar una linda y sólida familia, la cual vemos palpable por la experiencia de vida que hemos visto en ellos.

Nos hemos equivocado, hemos tenido errores, pero hemos tratado de dar testimonio de fe, de amor, de constancia, tolerancia, respetando nuestra individualidad, seguros de seguir aprendiendo y adaptándonos a nuestra vida, a nuestra edad, porque estamos convencidos de estar en una constante y permanente adaptación. Dios nunca ha dejado de cobijarnos.

“Quien halla esposa halla la felicidad; muestras de su favor le ha dado el Señor” Proverbios 18:22, y doy gracias al Señor por haberme dado a Martha Alicia por esposa. Hemos aprendido juntos en este arduo caminar. No hemos bajado la guardia y seguimos en pie; seguimos adelante, pues aún hay mucho por hacer como pareja, como matrimonio. Ella tenía veintiún años y yo veinticuatro, y ahora, a Dios gracias, “ya somos adultos mayores”. Y seguimos pidiéndole al Señor que nos conceda vivir y seguir juntos compartiendo vivencias; que nos permita seguir respetándonos y amándonos cada vez con más fuerza y confianza. Que el amor de Dios continúe manifestándose día a día, como lo ha hecho desde el momento que en el altar nos dimos el SÍ.

Estamos viviendo un momento de alegría y júbilo por estos CUARENTA AÑOS, de Vida Matrimonial Sacramental, esperando que los jóvenes, hombres y mujeres de esta época, crean, vean y observen, que aún en estos tiempos se puede vivir un matrimonio religioso cuando se tiene confianza el uno para el otro, teniendo como centro de sus vidas, como lo ha sido en la nuestra, a Jesús Cristo. Bendiciones.

CUARENTA AÑOS…..¡ TODA UNA VIDA ¡

La vida se va construyendo día tras día, y sin darnos cuenta observamos que hemos caminado juntos en un mundo de contrastes, altibajos, VICISITUDES, planes, proyectos, alegrías y tristezas, salud y enfermedad, trabajo y descanso, y todo lo que un buen matrimonio puede experimentar para crecer, aprender y fortalecer nuestro afán de vivir en armonía, concordia, y siempre bajo la tutela de Nuestro Gran Padre Dios.

Mi esposa Martha Alicia y yo, Armando, cumplimos el día tres de abril CUARENTA AÑOS de habernos unido en Matrimonio Sacramental. Hemos formado una relación que fue creciendo y fortaleciéndose, dando los mejores frutos con los que el Señor nos ha bendecido, y deseamos seguir acrecentando el respeto, admiración y amor mutuo que hemos tratado de profesar. El camino no ha sido fácil, pero hemos creído en Jesús, hemos confiado en Él, y lo mejor, nos hemos ABANDONADO en CRISTO.

El Señor nos ha bendecido con una hija, un hijo, un yerno y una nuera, y más bendecidos aún con la llegada, hace un año y dos meses, de nuestra primera nieta. Hemos tratado de ser un ejemplo para ellos; deseamos y esperamos que lo hayamos logrado. De la Mano de Dios hemos caminado desde el primer día en que nos casamos, tratando de formar una linda y sólida familia, la cual vemos palpable por la experiencia de vida que hemos visto en ellos.

Nos hemos equivocado, hemos tenido errores, pero hemos tratado de dar testimonio de fe, de amor, de constancia, tolerancia, respetando nuestra individualidad, seguros de seguir aprendiendo y adaptándonos a nuestra vida, a nuestra edad, porque estamos convencidos de estar en una constante y permanente adaptación. Dios nunca ha dejado de cobijarnos.

“Quien halla esposa halla la felicidad; muestras de su favor le ha dado el Señor” Proverbios 18:22, y doy gracias al Señor por haberme dado a Martha Alicia por esposa. Hemos aprendido juntos en este arduo caminar. No hemos bajado la guardia y seguimos en pie; seguimos adelante, pues aún hay mucho por hacer como pareja, como matrimonio. Ella tenía veintiún años y yo veinticuatro, y ahora, a Dios gracias, “ya somos adultos mayores”. Y seguimos pidiéndole al Señor que nos conceda vivir y seguir juntos compartiendo vivencias; que nos permita seguir respetándonos y amándonos cada vez con más fuerza y confianza. Que el amor de Dios continúe manifestándose día a día, como lo ha hecho desde el momento que en el altar nos dimos el SÍ.

Estamos viviendo un momento de alegría y júbilo por estos CUARENTA AÑOS, de Vida Matrimonial Sacramental, esperando que los jóvenes, hombres y mujeres de esta época, crean, vean y observen, que aún en estos tiempos se puede vivir un matrimonio religioso cuando se tiene confianza el uno para el otro, teniendo como centro de sus vidas, como lo ha sido en la nuestra, a Jesús Cristo. Bendiciones.