/ miércoles 25 de agosto de 2021

V I C I S I T U D E S

AMBIENTE OBSCURO


Infinidad de ocasiones y en diferentes contextos, sea en casa, en el trabajo, o en el propio descanso cotidiano, o hasta en las mismas vacaciones, nos hemos encontrado ensimismados en nosotros mismos, trayendo como consecuencia que una persona que nos conozca, familiar, amigo o compañero, y lo que es más interesante personas que no conocemos, nos llegan a comentar si estamos “filosofando”, porque nos ven en silencio, con la mirada profunda, y con una actitud interrogativa y pensativa.

Ese tipo de actitudes que llegamos a mostrar, y ante la denominación de “filosofando”, nos mueve a considerar, que con estudios o sin ellos, podemos catalogar a una persona que está sumida en sí misma y en sus pensamientos, como alguien que se mete dentro de sí para desentrañar, lo que le puede complicar alguna situación en su vida inmediata, anterior o posterior.

Ante este hecho, bien vale la pena recordar lo que alguna vez analizábamos en una sesión de clase, cuando decíamos, que a la filosofía la podemos comparar como una selva porque cuando entras en un ambiente obscuro, no sabes lo que te espera.

No a todos les gusta la filosofía porque se les hace muy aburrida o porque los docentes que imparten esta materia la hacen más cansada de lo debido, sin embargo, sabiéndola llevar en un plano trascendente, y con una didáctica apropiada a más de alguno le llamará la atención para aprovecharla en su vida.

Como en cualquier área del conocimiento se requiere para la filosofía, sobre todo porque es llamada la Madre de Todas las Ciencias, aprenderla y apreciarla con mucho entusiasmo, y más aún tener la decisión de hacerla nuestra. Queremos recorrer esa selva, pues reflexionemos para que no nos tome por sorpresa.

En la filosofía, todos los temas deben mover con entusiasmo a la reflexión, comenzando por leer y aprender de los grandes pensadores, dije pensadores más no filósofos, para ir tomando partido de sus ideas y planteamientos.

Si es en realidad la Madre de Todas las Ciencias, vayamos conociendo esas áreas del conocimiento, para ir desmadejando lo que nos interesa conocer.

No es fácil conseguir docentes que impartan la filosofía y que ayuden a sus discípulos a comprender el porqué y el para qué de las cosas, sin embargo, queriéndolo o no, nos vamos convirtiendo personalmente en filósofos de la vida, porque ocasional o circunstancialmente así nos autodefinimos, cuando decimos: “según mi filosofía de vida”, y no necesitamos de otros para adentrarnos en esa selva, en donde encontraremos de todo, aún sabiendo lo que podemos encontrar, porque es sencillo:”el que busca, encuentra”.

Bendiciones. Mtro. Armando.

AMBIENTE OBSCURO


Infinidad de ocasiones y en diferentes contextos, sea en casa, en el trabajo, o en el propio descanso cotidiano, o hasta en las mismas vacaciones, nos hemos encontrado ensimismados en nosotros mismos, trayendo como consecuencia que una persona que nos conozca, familiar, amigo o compañero, y lo que es más interesante personas que no conocemos, nos llegan a comentar si estamos “filosofando”, porque nos ven en silencio, con la mirada profunda, y con una actitud interrogativa y pensativa.

Ese tipo de actitudes que llegamos a mostrar, y ante la denominación de “filosofando”, nos mueve a considerar, que con estudios o sin ellos, podemos catalogar a una persona que está sumida en sí misma y en sus pensamientos, como alguien que se mete dentro de sí para desentrañar, lo que le puede complicar alguna situación en su vida inmediata, anterior o posterior.

Ante este hecho, bien vale la pena recordar lo que alguna vez analizábamos en una sesión de clase, cuando decíamos, que a la filosofía la podemos comparar como una selva porque cuando entras en un ambiente obscuro, no sabes lo que te espera.

No a todos les gusta la filosofía porque se les hace muy aburrida o porque los docentes que imparten esta materia la hacen más cansada de lo debido, sin embargo, sabiéndola llevar en un plano trascendente, y con una didáctica apropiada a más de alguno le llamará la atención para aprovecharla en su vida.

Como en cualquier área del conocimiento se requiere para la filosofía, sobre todo porque es llamada la Madre de Todas las Ciencias, aprenderla y apreciarla con mucho entusiasmo, y más aún tener la decisión de hacerla nuestra. Queremos recorrer esa selva, pues reflexionemos para que no nos tome por sorpresa.

En la filosofía, todos los temas deben mover con entusiasmo a la reflexión, comenzando por leer y aprender de los grandes pensadores, dije pensadores más no filósofos, para ir tomando partido de sus ideas y planteamientos.

Si es en realidad la Madre de Todas las Ciencias, vayamos conociendo esas áreas del conocimiento, para ir desmadejando lo que nos interesa conocer.

No es fácil conseguir docentes que impartan la filosofía y que ayuden a sus discípulos a comprender el porqué y el para qué de las cosas, sin embargo, queriéndolo o no, nos vamos convirtiendo personalmente en filósofos de la vida, porque ocasional o circunstancialmente así nos autodefinimos, cuando decimos: “según mi filosofía de vida”, y no necesitamos de otros para adentrarnos en esa selva, en donde encontraremos de todo, aún sabiendo lo que podemos encontrar, porque es sencillo:”el que busca, encuentra”.

Bendiciones. Mtro. Armando.