/ miércoles 29 de enero de 2020

V I C I S I T U D E S

DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

El domingo pasado, al inicio de la Eucaristía Dominical, el sacerdote comenzó haciendo una reflexión sobre la importancia de dicha celebración pues en ella se entronizaría la Palabra de Dios, misma que está escrita en las Sagradas Escrituras, es decir, en la Biblia.

Comentaba a la feligresía, que el mes de la Biblia era septiembre, pero que el Santo Padre, el Papa Francisco, había decidido y comunicado que ese día 26 de enero, se estaría celebrando el Dia de la Biblia, el Día de la Palabra.

Fue muy interesante escuchar la explicación de la importancia que tiene la Biblia en el mundo cristiano, y en todas las culturas, por lo que en ella está escrita. Hacía mención que, en la mayoría de los hogares católicos, se tiene una Biblia, porque es un regalo que tenemos en casa, y que ha llegado a ella de diversas formas, principalmente cuando una pareja ha decidido formar una familia a través del Sacramento del Matrimonio.

Comentó que, aunque es cierto que se tiene en casa, pocos son las familias que la tienen a la mano, porque en la mayoría de los casos, ésta llega a guardarse como uno de los más hermosos regalos, pero que no tiene ningún sentido el guardarla porque la intención radica en que la conozcamos, en que profundicemos en la Palabra de Dios, para que conduzca nuestra vida espiritual, religiosa, social y comunitaria.

De nada sirve el que se nos haya regalado una Biblia para tenerla guardada, muy bonita, con imágenes y explicaciones, llena de polvo, que llega a ser letra muerta porque no se lee, ni se medita y ora en la Palabra de Dios. Mencionó que lo mismo puede pasar cuando en algunas casas llega a tenerse este Libro Sagrado en un lugar especial pero que sólo se tiene de adorno, pues nunca llega a leerse de forma personal, y mucho menos familiar.

Los católicos, sabemos que existe en el mundo entero un Libro de Libros, el cuál es el que más traducciones ha tenido en le trascurso de la historia, el primero que fue editado y el que más se vende en el mundo entero, independientemente de la religión que se profese.

También hemos sabido, por lecturas, por oídas, por preparación religiosa y aún cultural, que la propia palabra Biblia, significa Libros, pues viene de una palabra y ciudad griega llamada Biblos, ya que en ese lugar se producía y fabricaba el papiro, material que se utilizaba para elaborar los libros de aquella época.

Es importante decir que la Biblia significa el Libro Santo escrito bajo la Inspiración y Dirección de Dios. Se divide en Antiguo y Nuevo Testamento, destacándose que la palabra Testamento significa Pacto o Alianza, que Dios hizo con la humanidad. Leer la Biblia es estar en contacto con la Palabra de Dios. El leerla ha sido imperativo por los siglos de los siglos, pero la propia humanidad no hemos comprendido del todo la importancia de orar en ella. Mis estimados lectores, el Señor les bendiga y les dé su paz. Armando Hernández Origel.

DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

El domingo pasado, al inicio de la Eucaristía Dominical, el sacerdote comenzó haciendo una reflexión sobre la importancia de dicha celebración pues en ella se entronizaría la Palabra de Dios, misma que está escrita en las Sagradas Escrituras, es decir, en la Biblia.

Comentaba a la feligresía, que el mes de la Biblia era septiembre, pero que el Santo Padre, el Papa Francisco, había decidido y comunicado que ese día 26 de enero, se estaría celebrando el Dia de la Biblia, el Día de la Palabra.

Fue muy interesante escuchar la explicación de la importancia que tiene la Biblia en el mundo cristiano, y en todas las culturas, por lo que en ella está escrita. Hacía mención que, en la mayoría de los hogares católicos, se tiene una Biblia, porque es un regalo que tenemos en casa, y que ha llegado a ella de diversas formas, principalmente cuando una pareja ha decidido formar una familia a través del Sacramento del Matrimonio.

Comentó que, aunque es cierto que se tiene en casa, pocos son las familias que la tienen a la mano, porque en la mayoría de los casos, ésta llega a guardarse como uno de los más hermosos regalos, pero que no tiene ningún sentido el guardarla porque la intención radica en que la conozcamos, en que profundicemos en la Palabra de Dios, para que conduzca nuestra vida espiritual, religiosa, social y comunitaria.

De nada sirve el que se nos haya regalado una Biblia para tenerla guardada, muy bonita, con imágenes y explicaciones, llena de polvo, que llega a ser letra muerta porque no se lee, ni se medita y ora en la Palabra de Dios. Mencionó que lo mismo puede pasar cuando en algunas casas llega a tenerse este Libro Sagrado en un lugar especial pero que sólo se tiene de adorno, pues nunca llega a leerse de forma personal, y mucho menos familiar.

Los católicos, sabemos que existe en el mundo entero un Libro de Libros, el cuál es el que más traducciones ha tenido en le trascurso de la historia, el primero que fue editado y el que más se vende en el mundo entero, independientemente de la religión que se profese.

También hemos sabido, por lecturas, por oídas, por preparación religiosa y aún cultural, que la propia palabra Biblia, significa Libros, pues viene de una palabra y ciudad griega llamada Biblos, ya que en ese lugar se producía y fabricaba el papiro, material que se utilizaba para elaborar los libros de aquella época.

Es importante decir que la Biblia significa el Libro Santo escrito bajo la Inspiración y Dirección de Dios. Se divide en Antiguo y Nuevo Testamento, destacándose que la palabra Testamento significa Pacto o Alianza, que Dios hizo con la humanidad. Leer la Biblia es estar en contacto con la Palabra de Dios. El leerla ha sido imperativo por los siglos de los siglos, pero la propia humanidad no hemos comprendido del todo la importancia de orar en ella. Mis estimados lectores, el Señor les bendiga y les dé su paz. Armando Hernández Origel.