/ jueves 13 de agosto de 2020

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LA DEXAMETASONA NO CURA LA INFECCION POR COVID-19


El pasado 16 de junio, un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford del Reino Unido dieron a conocer que la dexametasona mejora la sobrevivencia de pacientes graves enfermos de COVID-19.

Desde el surgimiento de los primeros casos de infección por el virus SARS-CoV-2 y su rápida dispersión por todo el planeta, muchos investigadores han dirigido sus esfuerzos para encontrar tratamientos efectivos contra esta enfermedad. Uno de estos grupos, fue precisamente el de Oxford. Estos investigadores reunieron a 2100 pacientes diagnosticados con COVID-19 y les administraron dexametasona, mientras que a 4300 más los trataron del modo habitual y sin dexametasona.

Al comparar los resultados para ambos grupos de pacientes, encontraron que los efectos del tratamiento con dexametasona fueron benéficos únicamente para pacientes en estado crítico y que estaban intubados recibiendo ventilación mecánica. En estos pacientes, la dexametasona redujo el número de muertos en un tercio. La dexametasona también ayudó a pacientes no intubados pero que requerían oxígeno, mientras que no mostró ningún beneficio en pacientes que no necesitaban apoyo ventilatorio.

Dicho de un modo más simple, el uso de la dexametasona previno la muerte de 1 de cada 8 pacientes muy graves y con ventilación asistida y de uno de cada 25 de aquellos no intubados pero que sí requerían oxígeno. Para el resto de los pacientes no hubo ningún beneficio.

Aunque los investigadores que proponen el uso de dexametasona para mejorar la sobrevivencia de pacientes graves con infección por el virus SARS-CoV-2, no proporcionan interpretaciones claras del porqué este medicamento ayuda a estos pacientes, es posible deducir que en condiciones críticas de la enfermedad hay una reacción inflamatoria muy severa que contribuye a empeorar el estado de los pacientes y que el fármaco ayuda a resolver este daño inflamatorio severo.

A partir de la publicación de estos resultados hubo una gran demanda por dexametasona. Aparentemente se interpretó que este medicamento curaba la infección por COVID-19. Los resultados de estos investigadores deben tomarse con mucho cuidado e interpretarse de manera correcta.

Ellos nunca proponen una cura para la infección. Por lo tanto, no debe suponerse que este medicamento es la cura.

La dexametasona es un antiinflamatorio esteroideo, es decir, que se sintetiza a partir del colesterol. Se trata de un fármaco parecido a una molécula que naturalmente producimos en las glándulas suprarrenales llamada cortisol.

Estas moléculas afectan el metabolismo de los carbohidratos, tienen un efecto antiinflamatorio muy potente e inhiben de manera muy efectiva la respuesta inmune. Es precisamente por esta gran actividad antiinflamatoria que se usan para muchas enfermedades inflamatorias severas o autoinmunes a pesar de que sus efectos secundarios pueden ser muchos y muy serios.

Es por ello por lo que debe evitarse la automedicación con este tipo de fármacos ya que deben manejarse bajo estrictas indicaciones y seguimiento médico.

También hay que recordar que los esteroides disminuyen la respuesta inmune, por eso tienen efecto antiinflamatorio y si se usan de manera indiscriminada bloquearán la respuesta inmune natural a agentes externos, como el virus SARS-CoV-2, lo cual impediría que el propio organismo pueda defenderse ante la infección, como ocurre en aquellas personas que cursan asintomáticas o en las que la infección no requiere hospitalización.

Los estudios para encontrar tratamientos efectivos contra esta enfermedad son permanentes. Sabemos bien que, por ejemplo, la cloroquina no funciona. Mientras tanto, muchos investigadores prueban agentes antivirales y otros más buscan moléculas nuevas que ataquen al virus, pero en ningún caso hay resultados claros y definitivos, por lo que ni la dexametasona ni ningún otro fármaco o producto curan la infección por el virus SARS-CoV-2. Lo mejor es continuar con las medidas preventivas que ya todos conocemos.

Cualquier comentario sobre este artículo, favor de dirigirlo a eugreka@ugto.mx. Para consulta de más artículos www.ugto.mx/eugreka


Dr. Víctor Hugo Hernández González

Departamento de Ingeniería Química, Electrónica y Biomédica.

División de Ciencias e Ingenierías

Campus León, Universidad de Guanajuato


LA DEXAMETASONA NO CURA LA INFECCION POR COVID-19


El pasado 16 de junio, un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford del Reino Unido dieron a conocer que la dexametasona mejora la sobrevivencia de pacientes graves enfermos de COVID-19.

Desde el surgimiento de los primeros casos de infección por el virus SARS-CoV-2 y su rápida dispersión por todo el planeta, muchos investigadores han dirigido sus esfuerzos para encontrar tratamientos efectivos contra esta enfermedad. Uno de estos grupos, fue precisamente el de Oxford. Estos investigadores reunieron a 2100 pacientes diagnosticados con COVID-19 y les administraron dexametasona, mientras que a 4300 más los trataron del modo habitual y sin dexametasona.

Al comparar los resultados para ambos grupos de pacientes, encontraron que los efectos del tratamiento con dexametasona fueron benéficos únicamente para pacientes en estado crítico y que estaban intubados recibiendo ventilación mecánica. En estos pacientes, la dexametasona redujo el número de muertos en un tercio. La dexametasona también ayudó a pacientes no intubados pero que requerían oxígeno, mientras que no mostró ningún beneficio en pacientes que no necesitaban apoyo ventilatorio.

Dicho de un modo más simple, el uso de la dexametasona previno la muerte de 1 de cada 8 pacientes muy graves y con ventilación asistida y de uno de cada 25 de aquellos no intubados pero que sí requerían oxígeno. Para el resto de los pacientes no hubo ningún beneficio.

Aunque los investigadores que proponen el uso de dexametasona para mejorar la sobrevivencia de pacientes graves con infección por el virus SARS-CoV-2, no proporcionan interpretaciones claras del porqué este medicamento ayuda a estos pacientes, es posible deducir que en condiciones críticas de la enfermedad hay una reacción inflamatoria muy severa que contribuye a empeorar el estado de los pacientes y que el fármaco ayuda a resolver este daño inflamatorio severo.

A partir de la publicación de estos resultados hubo una gran demanda por dexametasona. Aparentemente se interpretó que este medicamento curaba la infección por COVID-19. Los resultados de estos investigadores deben tomarse con mucho cuidado e interpretarse de manera correcta.

Ellos nunca proponen una cura para la infección. Por lo tanto, no debe suponerse que este medicamento es la cura.

La dexametasona es un antiinflamatorio esteroideo, es decir, que se sintetiza a partir del colesterol. Se trata de un fármaco parecido a una molécula que naturalmente producimos en las glándulas suprarrenales llamada cortisol.

Estas moléculas afectan el metabolismo de los carbohidratos, tienen un efecto antiinflamatorio muy potente e inhiben de manera muy efectiva la respuesta inmune. Es precisamente por esta gran actividad antiinflamatoria que se usan para muchas enfermedades inflamatorias severas o autoinmunes a pesar de que sus efectos secundarios pueden ser muchos y muy serios.

Es por ello por lo que debe evitarse la automedicación con este tipo de fármacos ya que deben manejarse bajo estrictas indicaciones y seguimiento médico.

También hay que recordar que los esteroides disminuyen la respuesta inmune, por eso tienen efecto antiinflamatorio y si se usan de manera indiscriminada bloquearán la respuesta inmune natural a agentes externos, como el virus SARS-CoV-2, lo cual impediría que el propio organismo pueda defenderse ante la infección, como ocurre en aquellas personas que cursan asintomáticas o en las que la infección no requiere hospitalización.

Los estudios para encontrar tratamientos efectivos contra esta enfermedad son permanentes. Sabemos bien que, por ejemplo, la cloroquina no funciona. Mientras tanto, muchos investigadores prueban agentes antivirales y otros más buscan moléculas nuevas que ataquen al virus, pero en ningún caso hay resultados claros y definitivos, por lo que ni la dexametasona ni ningún otro fármaco o producto curan la infección por el virus SARS-CoV-2. Lo mejor es continuar con las medidas preventivas que ya todos conocemos.

Cualquier comentario sobre este artículo, favor de dirigirlo a eugreka@ugto.mx. Para consulta de más artículos www.ugto.mx/eugreka


Dr. Víctor Hugo Hernández González

Departamento de Ingeniería Química, Electrónica y Biomédica.

División de Ciencias e Ingenierías

Campus León, Universidad de Guanajuato


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