A partir del primer sábado de enero, los partidos deben realizar ruedas de prensa, a las 12 del día. El objetivo será fijar postura y establecer agenda política. Las ruedas de prensa deben ser semanales, en sábado y al medio día, para que puedan acudir periodistas de León y Guanajuato. Las actividades de comunicación y prensa, deben concentrarse en sábado, porque, de acuerdo a mediciones hechas por empresas de comunicación, es el día que más reditúa, en términos políticos. A las ruedas de prensa deberán convocar, también, a los medios digitales municipales.
Es deseable que cada partido contraté a un especialista en escritura para que respalde las campañas. Errores de dedo y faltas ortográficas en las redes sociales de cada partido, por citar un ejemplo, tendrán costo político. Escribir es un oficio. Los partidos deben contratar a verdaderos especialistas para que hagan el trabajo. Luis Felipe Pérez Sánchez y Alejandro Palizada Sánchez, formados en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guanajuato, son dos grandes opciones.
Las dirigencias municipales de cada partido, deben establecer módulos en torno al estadio de la Trinca Fresera del Irapuato. Es el punto, políticamente hablando, más importante de Irapuato. Ahí inician las marchas y terminan los desfiles. Necesitarán de sonido y canciones que representen al partido en cuestión. Deben apelar a composiciones inéditas. Sugiero que busquen a Luis Domingo Arévalo “El Guanajuatense”, a Ismael “Chato” Hernández y a Tomás Pitayo”, extraordinarios músicos y compositores irapuatenses. Una de las claves del éxito político de Movimiento Ciudadano, por ejemplo, fue la música waxárika que incorporaron.
Yo le daría mucha importancia a la música. Algunos candidatos pueden echar mano de cumbias, otros de corridos y los terceros, hasta de rancheras. Compositores hay. A veces a los partidos políticos les falta innovación: son tan básicos que aburren.
Todos los partidos políticos deben contratar a historiadores científicos e incorporarlos a sus campañas. Hoy más que nunca, la política mexicana requiere de historiadores de profesión. Los políticos no generan ideas, las ejecutan.
