/ sábado 14 de agosto de 2021

SOPA DE LETRAS

Evento genuinamente irapuatense; aunque sin autoridades, pues no hacen falta para llevarlo a cabo. “Irapuato de mis recuerdos”, un grupo de las redes sociales que nació con gran acierto a iniciativa de Jesús Arévalo Rosales y del Arq. Eduardo Garnica Magaña que con el paso de su primer quinquenio, ha ido creciendo tanto en su acervo, como enriqueciendo a sus miembros.

Su finalidad es mostrar la historia de la ciudad de las fresas desde su fundación hasta el día de hoy. Me atrevería a decir, incluso a replantear muchos aspectos que se creían acontecidos de cierta manera y verdaderamente sucedieron de otra. Recontar la historia para afianzar datos y corregir otros en base a investigaciones bien documentadas de los mencionados administradores. Su riqueza radica por un lado en el acervo fotográfico que han mostrado y por el otro en sus personas integrantes y uno que otro personaje afiliado. Entre muchos de ellos hacen aporte de datos así como de impresiones fotográficas, muchas de ellas conocidas y otras tantas, inéditas.

El domingo pasado tuvimos la deferencia de haber sido invitados al evento denominado “Primer encuentro de Irapuato de mis Recuerdos” que tuvo a bien preparar sus administradores para festejar su primer lustro, precisamente en el parque Irekua. Y si llevó por nombre: “Primer encuentro…” es porque sin duda vendrán otros tantos más.

Y como dicho evento es para los amantes de la historia de Irapuato, no pudo menos que tener como invitados a algunos hombres y mujeres que han sido pieza importante en el desarrollo de nuestra ciudad, ya sea por sí, o bien por ser descendientes de aquellas familias que hicieron posible tener la ciudad que ahora tenemos.

Irapuato tiene su propia historia, y esta no puede ser contada sin hacer mención de personajes extranjeros que tuvieron participación directa: Iturbe, Carlota, Maximiliano, Prelados, y políticos así como un largo, muy largo etcétera de hombres y mujeres, hasta combatientes que pisaron éste suelo.

Aún tenemos entre nosotros apellidos de personas que forjaron la historia de esta ciudad y que incluso convivimos con ellos y ellos con nosotros; otros tantos, han cumplido su misión en esta tierra y han dejado su huella indeleble. Verdaderamente Interesante.

El evento abrió con la plantación de árboles a cargo de destacados irapuatenses y fue precisamente el Muralista Salvador Almaraz quien plantó un retoño –según se dijo- del mítico “árbol de la noche triste” ése del cual Hernán Cortez se habría sentado a llorar por su derrota en el año 1520 ante un grupo de indígenas. Por su parte Aracely Manrique, Manolo Irastorza, Fernando González Calderón, el Arq. Javier Martín Ruiz plantaron cada uno un mezquite como recuerdo para la posteridad del evento. Vimos también a Chelo Zuloaga y al Lic. Esteban Aguilera; a Toñeta Rotllan Zavala muy querida por todos nosotros en esta ciudad de Irapuato, aunque se extrañó a su señora madre la señora Brenda Zavala; al Lic. Manuel Herrera Moreno; y otros tantos irapuatenses de nacimiento o por adopción cuyo común denominador fue el sentido de pertenencia. Enhorabuena.

Evento genuinamente irapuatense; aunque sin autoridades, pues no hacen falta para llevarlo a cabo. “Irapuato de mis recuerdos”, un grupo de las redes sociales que nació con gran acierto a iniciativa de Jesús Arévalo Rosales y del Arq. Eduardo Garnica Magaña que con el paso de su primer quinquenio, ha ido creciendo tanto en su acervo, como enriqueciendo a sus miembros.

Su finalidad es mostrar la historia de la ciudad de las fresas desde su fundación hasta el día de hoy. Me atrevería a decir, incluso a replantear muchos aspectos que se creían acontecidos de cierta manera y verdaderamente sucedieron de otra. Recontar la historia para afianzar datos y corregir otros en base a investigaciones bien documentadas de los mencionados administradores. Su riqueza radica por un lado en el acervo fotográfico que han mostrado y por el otro en sus personas integrantes y uno que otro personaje afiliado. Entre muchos de ellos hacen aporte de datos así como de impresiones fotográficas, muchas de ellas conocidas y otras tantas, inéditas.

El domingo pasado tuvimos la deferencia de haber sido invitados al evento denominado “Primer encuentro de Irapuato de mis Recuerdos” que tuvo a bien preparar sus administradores para festejar su primer lustro, precisamente en el parque Irekua. Y si llevó por nombre: “Primer encuentro…” es porque sin duda vendrán otros tantos más.

Y como dicho evento es para los amantes de la historia de Irapuato, no pudo menos que tener como invitados a algunos hombres y mujeres que han sido pieza importante en el desarrollo de nuestra ciudad, ya sea por sí, o bien por ser descendientes de aquellas familias que hicieron posible tener la ciudad que ahora tenemos.

Irapuato tiene su propia historia, y esta no puede ser contada sin hacer mención de personajes extranjeros que tuvieron participación directa: Iturbe, Carlota, Maximiliano, Prelados, y políticos así como un largo, muy largo etcétera de hombres y mujeres, hasta combatientes que pisaron éste suelo.

Aún tenemos entre nosotros apellidos de personas que forjaron la historia de esta ciudad y que incluso convivimos con ellos y ellos con nosotros; otros tantos, han cumplido su misión en esta tierra y han dejado su huella indeleble. Verdaderamente Interesante.

El evento abrió con la plantación de árboles a cargo de destacados irapuatenses y fue precisamente el Muralista Salvador Almaraz quien plantó un retoño –según se dijo- del mítico “árbol de la noche triste” ése del cual Hernán Cortez se habría sentado a llorar por su derrota en el año 1520 ante un grupo de indígenas. Por su parte Aracely Manrique, Manolo Irastorza, Fernando González Calderón, el Arq. Javier Martín Ruiz plantaron cada uno un mezquite como recuerdo para la posteridad del evento. Vimos también a Chelo Zuloaga y al Lic. Esteban Aguilera; a Toñeta Rotllan Zavala muy querida por todos nosotros en esta ciudad de Irapuato, aunque se extrañó a su señora madre la señora Brenda Zavala; al Lic. Manuel Herrera Moreno; y otros tantos irapuatenses de nacimiento o por adopción cuyo común denominador fue el sentido de pertenencia. Enhorabuena.