/ lunes 29 de marzo de 2021

Sé honesto ¿Cuándo fue la última vez que te reíste de ti mismo?

De acuerdo al Instituto Tomás Pascual Sanz en su página web: la risa esa una emoción sana ligada a momentos de bienestar que nos proporciona una sensación de alegría y disfrute.

El sitio continúa diciendo que a nivel físico la risa ayuda a retrasar el envejecimiento, mejora la circulación sanguínea y estimula el sistema inmune. A nivel psicosocial restaura el estado de ánimo, favorece la circulación y reduce el estrés.

Sucede que en el emprendimiento como en la vida, tenemos muchísimas anécdotas cuando vamos comenzando y da miedo compartirlas. Con el tiempo se aprendes que, si no eres capaz de reírte de ti mismo, cuando otros lo hagan dolerá más.

En México existen muchos comediantes para todos los gustos y cualquier edad, sin embargo, coinciden en algo, todos buscar hacer reír a partir de experiencias personales y su visión del mundo.

Es decir, normalmente aquello que desata la carcajada del público puede ser algo que les duela, un ejemplo es Franco Escamilla, él abiertamente hace chistes cuando lo molestaban de niño por el sobrepeso, o más recientemente, cuenta cómo le fue en una gira por Europa poniendo en evidencia su ignorancia acerca de la cultura de los países que visitó.

Saca provecho de lo que pudiera ser una mala experiencia y hace disfrutar a sus fans con eso.

Los emprendedores tenemos anécdotas que además de hacernos reír, sirven a quienes empiezan para aprender en cabeza ajena.

Por eso aquí te va la primera de dos partes de anécdotas, algunas personales, otras que muy gentilmente me compartieron emprendedores donde seguro te identificas y ahora ves con gracia:


  1. Amig@, ¿qué le digo?

Cuando llegó el primer cliente, y no supiste cómo y cuánto cobrar. Parece una tontería hasta que te sucede. Entonces le escribes a tu mejor amig@ para preguntarle, ¿cuánto dinero le pido?, ¿qué le respondo?

Sugerencia: si no tienes listas de precios, pídele un momento para hacer la cotización y mientras, piensa de forma clara cuánto vale ese trabajo. Idealmente debes tener tus tarifas claras, pero cuando uno es nuevo, no las tiene.


  1. ¿Cómo dijo?

La vez que no entendiste bien qué quería el cliente, te dio pena preguntar e hiciste varios productos para que cuanto lo pida, darle opciones.

Sugerencia: Siempre haz un recuento de lo que te solicitan, como los meseros, si hay algo que el cliente quiera modificar, te lo dirá en ese momento.



  1. Cliente tóxico a la vista.

La ocasión donde no acordaron detalles, por pena no preguntaste y terminaste perdiendo, normalmente en dinero. Recodemos las columnas previas sobre clientes tóxicos, esto puede ser gracioso cuando lo dejaste en el pasado.

Sugerencia: Revisa mis columnas anteriores sobre clientes tóxicos para que huyas de ellos.


  1. Ese terrible like.

Cuando te quejas del cliente en tus redes, olvidas que lo agregaste a Facebook o WhatsApp y le da like al comentario donde te quejas precisamente de él/ella.

Sugerencia: No publiques si no quieres que lo lean. O si lo haces, restringe tus estados.


  1. ¡Cancela,cancela!

La vez que mandaste un audio/meme equivocado a tu cliente porque un amig@ se llama igual… y te diste cuenta muy tarde.

Sugerencia: compra un segundo chip y dale uso del negocio.

La siguiente columna hablaremos de otros momentos chuscos que ocurren al emprendedor primerizo.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”


De acuerdo al Instituto Tomás Pascual Sanz en su página web: la risa esa una emoción sana ligada a momentos de bienestar que nos proporciona una sensación de alegría y disfrute.

El sitio continúa diciendo que a nivel físico la risa ayuda a retrasar el envejecimiento, mejora la circulación sanguínea y estimula el sistema inmune. A nivel psicosocial restaura el estado de ánimo, favorece la circulación y reduce el estrés.

Sucede que en el emprendimiento como en la vida, tenemos muchísimas anécdotas cuando vamos comenzando y da miedo compartirlas. Con el tiempo se aprendes que, si no eres capaz de reírte de ti mismo, cuando otros lo hagan dolerá más.

En México existen muchos comediantes para todos los gustos y cualquier edad, sin embargo, coinciden en algo, todos buscar hacer reír a partir de experiencias personales y su visión del mundo.

Es decir, normalmente aquello que desata la carcajada del público puede ser algo que les duela, un ejemplo es Franco Escamilla, él abiertamente hace chistes cuando lo molestaban de niño por el sobrepeso, o más recientemente, cuenta cómo le fue en una gira por Europa poniendo en evidencia su ignorancia acerca de la cultura de los países que visitó.

Saca provecho de lo que pudiera ser una mala experiencia y hace disfrutar a sus fans con eso.

Los emprendedores tenemos anécdotas que además de hacernos reír, sirven a quienes empiezan para aprender en cabeza ajena.

Por eso aquí te va la primera de dos partes de anécdotas, algunas personales, otras que muy gentilmente me compartieron emprendedores donde seguro te identificas y ahora ves con gracia:


  1. Amig@, ¿qué le digo?

Cuando llegó el primer cliente, y no supiste cómo y cuánto cobrar. Parece una tontería hasta que te sucede. Entonces le escribes a tu mejor amig@ para preguntarle, ¿cuánto dinero le pido?, ¿qué le respondo?

Sugerencia: si no tienes listas de precios, pídele un momento para hacer la cotización y mientras, piensa de forma clara cuánto vale ese trabajo. Idealmente debes tener tus tarifas claras, pero cuando uno es nuevo, no las tiene.


  1. ¿Cómo dijo?

La vez que no entendiste bien qué quería el cliente, te dio pena preguntar e hiciste varios productos para que cuanto lo pida, darle opciones.

Sugerencia: Siempre haz un recuento de lo que te solicitan, como los meseros, si hay algo que el cliente quiera modificar, te lo dirá en ese momento.



  1. Cliente tóxico a la vista.

La ocasión donde no acordaron detalles, por pena no preguntaste y terminaste perdiendo, normalmente en dinero. Recodemos las columnas previas sobre clientes tóxicos, esto puede ser gracioso cuando lo dejaste en el pasado.

Sugerencia: Revisa mis columnas anteriores sobre clientes tóxicos para que huyas de ellos.


  1. Ese terrible like.

Cuando te quejas del cliente en tus redes, olvidas que lo agregaste a Facebook o WhatsApp y le da like al comentario donde te quejas precisamente de él/ella.

Sugerencia: No publiques si no quieres que lo lean. O si lo haces, restringe tus estados.


  1. ¡Cancela,cancela!

La vez que mandaste un audio/meme equivocado a tu cliente porque un amig@ se llama igual… y te diste cuenta muy tarde.

Sugerencia: compra un segundo chip y dale uso del negocio.

La siguiente columna hablaremos de otros momentos chuscos que ocurren al emprendedor primerizo.

Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”