/ sábado 20 de junio de 2020

Reflexión en el día del Padre

La idea de proponer una fecha para celebrar el día del padre tuvo su origen en EUA, misma que fue acogida por México, lo cual es interesante dada la historia de la familia en este país, y por supuesto de la figura paterna, la cual tiene matices muy particulares en nuestra cultura.


Para comprender nuestro modelo de familia en México, necesitamos recordar la influencia de los conquistadores españoles en estas tierras, quienes al tomar para sí mujeres nativas y tener hijos con ellas, nació el mestizo, quien por un lado observó una figura paterna dominante, conquistadora, explotadora, autoritaria y ausente, y por otro lado una figura materna presente y denigrada por el hombre.


El mestizo creció observando este modelo masculino, y a la misma vez viviendo una fuerte imposición de matriarcado, por eso cuando el hijo va creciendo, a la misma madre que exalta es a la misma que usa para maldecir, porque se espera mucho de la madre y el padre ni siquiera aparece en el radar.


Este modelo se ha venido repitiendo generación tras generación, por eso la historia de familia que se ha vivido en esta cultura es muy cruel. La figura paterna se ha quedado en muchos de los casos como la que engendra, pero no la que educa, forma, cría, la que está ahí, que también enjuga lágrimas y tiene presencia en cada etapa de la vida de los hijos y que es amigo.


El daño que ha traído esta carencia de una sana figura paterna en el hogar, es más que evidente en nuestra sociedad: los traumas, el dolor interno, la amargura, el odio, el resentimiento, la ira, el menosprecio, el rencor, todo esto en el corazón de los hijos ha venido explotando más y más, generando distanciamiento entre padres e hijos y el deterioro en las relaciones humanas, dificultándonos la estabilidad social que tanto necesitamos.


Yo no sé cuál sea tu historia respecto al padre, quizá ni siquiera lo conociste, y si eres padre, tampoco sé cuál sea tu nivel de compromiso hacia tus hijos, pero cada uno viene arrastrando una historia de la figura paterna y puede ser que no sea grata, sin embargo, es posible romper con éste modelo negativo, pero necesitamos el conocimiento de cómo hacerlo.


Perdonar, restituir y aprender un buen modelo paterno son aspectos fundamentales, y la perspectiva bíblica es la única que ha dado al ser humano un conocimiento sólido para aprender a hacerlo.


Sin duda, la reconciliación entre padres e hijos es de nuestras necesidades más apremiantes para nuestras familias y la sociedad entera, pues sin esta reconciliación no encontraremos la estabilidad social que tanto necesitamos. Abramos nuestro corazón a lo que el documento bíblico nos ofrece parºa obtener ésta reconciliación tan necesaria.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.


La idea de proponer una fecha para celebrar el día del padre tuvo su origen en EUA, misma que fue acogida por México, lo cual es interesante dada la historia de la familia en este país, y por supuesto de la figura paterna, la cual tiene matices muy particulares en nuestra cultura.


Para comprender nuestro modelo de familia en México, necesitamos recordar la influencia de los conquistadores españoles en estas tierras, quienes al tomar para sí mujeres nativas y tener hijos con ellas, nació el mestizo, quien por un lado observó una figura paterna dominante, conquistadora, explotadora, autoritaria y ausente, y por otro lado una figura materna presente y denigrada por el hombre.


El mestizo creció observando este modelo masculino, y a la misma vez viviendo una fuerte imposición de matriarcado, por eso cuando el hijo va creciendo, a la misma madre que exalta es a la misma que usa para maldecir, porque se espera mucho de la madre y el padre ni siquiera aparece en el radar.


Este modelo se ha venido repitiendo generación tras generación, por eso la historia de familia que se ha vivido en esta cultura es muy cruel. La figura paterna se ha quedado en muchos de los casos como la que engendra, pero no la que educa, forma, cría, la que está ahí, que también enjuga lágrimas y tiene presencia en cada etapa de la vida de los hijos y que es amigo.


El daño que ha traído esta carencia de una sana figura paterna en el hogar, es más que evidente en nuestra sociedad: los traumas, el dolor interno, la amargura, el odio, el resentimiento, la ira, el menosprecio, el rencor, todo esto en el corazón de los hijos ha venido explotando más y más, generando distanciamiento entre padres e hijos y el deterioro en las relaciones humanas, dificultándonos la estabilidad social que tanto necesitamos.


Yo no sé cuál sea tu historia respecto al padre, quizá ni siquiera lo conociste, y si eres padre, tampoco sé cuál sea tu nivel de compromiso hacia tus hijos, pero cada uno viene arrastrando una historia de la figura paterna y puede ser que no sea grata, sin embargo, es posible romper con éste modelo negativo, pero necesitamos el conocimiento de cómo hacerlo.


Perdonar, restituir y aprender un buen modelo paterno son aspectos fundamentales, y la perspectiva bíblica es la única que ha dado al ser humano un conocimiento sólido para aprender a hacerlo.


Sin duda, la reconciliación entre padres e hijos es de nuestras necesidades más apremiantes para nuestras familias y la sociedad entera, pues sin esta reconciliación no encontraremos la estabilidad social que tanto necesitamos. Abramos nuestro corazón a lo que el documento bíblico nos ofrece parºa obtener ésta reconciliación tan necesaria.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.