REFLEJOS DE SOL

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Hoy todo el mundo elabora listas de deseos para el nuevo año. Quien se aplicó desde muy temprana hora fue el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y sentenció: “Es momento de desterrar por completo de nuestra sociedad las conductas discriminatorias (…) que atentan contra la dignidad de las personas. El respeto a los derechos humanos de todas las personas debe ser nuestra norma de comportamiento”.

Vamos por partes. Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “Discriminar” es “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etcétera”.

Pues muy bien haríamos en pensar como sociedad como le vamos a hacer para que no reciban trato desigual las personas “pobres” (RAE: “Que no tienen lo necesario para vivir”). Porque a pesar de todos los éxitos económicos que ha significado el crecimiento económico, la inversión extranjera, el establecimiento de industrias y la economía orientada hacia el exterior, seguimos viviendo en dos Méxicos o en dos Guanajuatos, que corren en dos velocidades distintas.

¿NOSOTROS LOS RICOS?

Como en la edad media, en las ciudades de nuestro bello estado, las personas con mayores recursos económicos viven en fraccionamientos en donde nada más les falta que tengan un foso de agua con cocodrilos nadando a su alrededor. Son ciudades amuralladas. ¿Por qué? Por miedo. Por no correr los riesgos de lo que sucede en las colonias del sureste de León, por ejemplo, en donde casi a diario hay acribillados, balaceados o personas “embolsadas”.

La desigualdad social y la falta de oportunidades son, precisamente, conductas discriminatorias. No se trata de que a la gente le nieguen la entrada a un restaurante, sino que se le impida el acceso a educación de calidad y lo que es tal vez peor, que habiendo accedido a formación, profesional incluso, no encuentre trabajo en ninguna parte.

Discriminación es que se le niegue el empleo a la gente si no tiene experiencia o si debe dinero, en un país en el cual el Himno Nacional debería decir "un deudor --en lugar de un soldado-- en cada hijo te dio".

Ya lo ha dicho Jaime Rochín, presidente de la Comisión Estatal de Atención Integral a Vïctimas, la violencia la origina, precisamente el comportamiento discriminatorio, el acoso, y todas las conductas que provoquen resentimiento. Échele un ojito a su cuenta de twitter para que vea lo que significa UBUNTU.

¿NOSOTROS LOS POBRES?

Uno de los mejores deseos de año nuevo es que dejemos de pensar en términos de nuestras diferencias. De que hay “nosotros” y “los otros”. Que si somos prietos. Que si son ricos. Que si son sangrones porque son de tal o cual ciudad...

Al final todos estamos en un mismo barco que se llama Guanajuato y mientras no trabajemos para acortar las diferencias entre los privilegiados por el modelo económico y quienes han quedado fuera, seguiremos mirando expresiones de violencia que nos hacen temer a todos por igual. Pero ojo, no es problema de los demás. Es un asunto de todos. De convivencia. ¿Conoce usted a sus vecinos? ¿Sabe cómo puede ayudarlos? ¿Ellos saben cómo hacerlo si un día usted tiene una emergencia?

TODOS SOMOS MIGRANTES

Juan Hernández, secretario del Migrante y Enlace Internacional ha destacado que los migrantes enriquecen a la sociedad y deben ser tratados con respeto, Y se les debe asistir para que puedan subsistir y, llegado el momento, integrarlos a la sociedad para que nos nutran como ha sucedido con prácticamente todas las migraciones.

Pues a lo mejor lo que nos hace falta es dar status de migrantes a todos aquellos que no han encontrado empleo o que han estudiado y no han hallado una actividad profesional que les permita vivir con plenitud. Porque la RAE también define la palabra “pobre” como: “infeliz desdichado y triste”. Eso quiere decir que acabar con la pobreza también significa dar a nuestros semejantes (o sea, a nuestros vecinos, familia, amigos, y a todos los demás sin importar su color de piel o su condición) felicidad, dicha y alegría.

El altruismo, preocuparnos por los demás, ayudar a los otros a no sucumbir y compartir son valores que no debieran ser meros propósitos de este día, sino una norma de comportamiento para que encontremos un mayor equilibrio como estado y como región.

¡FELIZ AÑO 2022!