/ jueves 21 de octubre de 2021

REFLEJOS DE SOL

VIOLENCIA

Mientras en la ciudad de León la clase empresarial se ha solidarizado con la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos ante los hechos de violencia y condenado los atentados contra la policía, en Irapuato los señores industriales no han dicho “esta boca es mía” pese a que la ciudad se ha visto sacudida por una serie de homicidios múltiples con los que parece ser la “bienvenida” a la nueva administración y a su secretario de seguridad Miguel Ángel Simental.

EXCUSAS

De entrada, el jefe policiaco de Irapuato ha empezado a curarse en salud y a intentar justificarse diciendo que él apenas tiene unos cuantos días en el cargo y que por esa razón no puede contener la ola de agresiones, según se interpreta. A Simental lo nombró el propio gobernador para dar resultados de inmediato, no para dar chamba a sus amigos ex federales que van a costar un ojo de la cara al erario público.

NI EXISTEN

Irapuato no está para experimentos. La inseguridad está incontenible. El plan de seguridad debió darse a conocer desde el principio de la administración y actuar en consecuencia, pero sin suficientes elementos policiacos, el gobierno queda desarmado. Insistimos: ¿y los empresarios irapuatenses qué están haciendo contra la inseguridad? ¿Dónde está la suma de esfuerzos? ¿Acaso se han reunido para cerrar filas con Alfaro?

ECOCIDIO

En Guanajuato se prepara otro golpe contra las áreas naturales protegidas, con el consentimiento de uno de los peores presidentes municipales que ha tenido la capital. Construirán un hotel en una de las zonas de preservación ambiental como es el cerro de la Bufa que colinda con el del Hormiguero y Los Picachos. El alcalde panista Alejandro Navarro se está yendo por la libre. No es la primera que otorga permisos para destruir entornos ecológicos.

DESARROLLO

En la sierra de Guanajuato, por ejemplo, autorizó la construcción de un fraccionamiento campestre de lujo denominado Cucursola, propiedad de un empresario irapuatense que hoy es flamante funcionario de la Secretaría de Turismo, que pretendía apoderarse del agua de la presa que surte a los habitantes y otras comunidades de Santa Rosa de Lima, mismos que se opusieron y al parecer frenaron este desarrollo ecocida, pero está latente.

ATENTADO

Otro proyecto que ha atentado contra las reservas ecológicas se denomina “El Arañazo”, ubicado por el acceso Diego Rivera de la capital el cual, incumpliendo todas las normas, causó la destrucción de flora y fauna con la anuencia de Navarro Saldaña. La presión de la opinión pública le obligó a detener la obra que, aseguran, es propiedad de su suegro.

DESASTRE

Otra amenaza se cierne sobre las escasas reservas ecológicas de la capital y que mencionamos al principio: la construcción de un hotel de lujo. La devastación de los cerros a todo lo que da y de manera impune. Por si fuera poco, hay una invasión de espacios por parte de paracaidistas, tolerados por Navarro, generando auténticas “ciudades perdidas” que ponen en riesgo la declaratoria universal. Con Navarro en presidencia, la ciudad es un desastre.





VIOLENCIA

Mientras en la ciudad de León la clase empresarial se ha solidarizado con la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos ante los hechos de violencia y condenado los atentados contra la policía, en Irapuato los señores industriales no han dicho “esta boca es mía” pese a que la ciudad se ha visto sacudida por una serie de homicidios múltiples con los que parece ser la “bienvenida” a la nueva administración y a su secretario de seguridad Miguel Ángel Simental.

EXCUSAS

De entrada, el jefe policiaco de Irapuato ha empezado a curarse en salud y a intentar justificarse diciendo que él apenas tiene unos cuantos días en el cargo y que por esa razón no puede contener la ola de agresiones, según se interpreta. A Simental lo nombró el propio gobernador para dar resultados de inmediato, no para dar chamba a sus amigos ex federales que van a costar un ojo de la cara al erario público.

NI EXISTEN

Irapuato no está para experimentos. La inseguridad está incontenible. El plan de seguridad debió darse a conocer desde el principio de la administración y actuar en consecuencia, pero sin suficientes elementos policiacos, el gobierno queda desarmado. Insistimos: ¿y los empresarios irapuatenses qué están haciendo contra la inseguridad? ¿Dónde está la suma de esfuerzos? ¿Acaso se han reunido para cerrar filas con Alfaro?

ECOCIDIO

En Guanajuato se prepara otro golpe contra las áreas naturales protegidas, con el consentimiento de uno de los peores presidentes municipales que ha tenido la capital. Construirán un hotel en una de las zonas de preservación ambiental como es el cerro de la Bufa que colinda con el del Hormiguero y Los Picachos. El alcalde panista Alejandro Navarro se está yendo por la libre. No es la primera que otorga permisos para destruir entornos ecológicos.

DESARROLLO

En la sierra de Guanajuato, por ejemplo, autorizó la construcción de un fraccionamiento campestre de lujo denominado Cucursola, propiedad de un empresario irapuatense que hoy es flamante funcionario de la Secretaría de Turismo, que pretendía apoderarse del agua de la presa que surte a los habitantes y otras comunidades de Santa Rosa de Lima, mismos que se opusieron y al parecer frenaron este desarrollo ecocida, pero está latente.

ATENTADO

Otro proyecto que ha atentado contra las reservas ecológicas se denomina “El Arañazo”, ubicado por el acceso Diego Rivera de la capital el cual, incumpliendo todas las normas, causó la destrucción de flora y fauna con la anuencia de Navarro Saldaña. La presión de la opinión pública le obligó a detener la obra que, aseguran, es propiedad de su suegro.

DESASTRE

Otra amenaza se cierne sobre las escasas reservas ecológicas de la capital y que mencionamos al principio: la construcción de un hotel de lujo. La devastación de los cerros a todo lo que da y de manera impune. Por si fuera poco, hay una invasión de espacios por parte de paracaidistas, tolerados por Navarro, generando auténticas “ciudades perdidas” que ponen en riesgo la declaratoria universal. Con Navarro en presidencia, la ciudad es un desastre.





ÚLTIMASCOLUMNAS