Psic. José Manuel Ramos Arredondo
Desde su formación en Guanajuato (2004), la Red de prevención para la Discapacidad A.C., ha promovido cuatro acciones fundamentales para brindar mayor seguridad a las niñas y niños que recién nacen: ingesta de ácido fólico, tamiz neonatal, buena nutrición, valoración profunda de recién nacido (a), también se ha fomentado, como elemento importante de prevención, la lactancia materna.
En este momento de la historia de nuestro país, estamos teniendo una preocupación debido al ajuste de presupuestos, y es que no contemos con los recursos necesarios para atención de la población en los centros de atención. En este caso me centraré en la aplicación del tamiz neonatal. El tamiz es una práctica médica preventiva por excelencia, y uno de los 10 logros más valiosos que la salud publica requiere y que se aplica a los recién nacidos en todo el mundo.
La frecuencia de las malformaciones congénitas en el mundo es de 2 a 3 por ciento en nacidos vivos y de 15 a 20 por ciento en muertes fetales.
La prueba del Tamiz Neonatal permite la detección temprana de deficiencias fisiológicas y enfermedades congénitas en menores al realizarse entre los primeros dos a cinco días de nacimiento, por lo que es fundamental para el correcto desarrollo de los bebés.
Desde 1998 es una prueba obligatoria para todos los recién nacidos en el país, la cual consiste en tomar una muestra de sangre del talón del bebé para identificar enfermedades como hipotiroidismo congénito que pueda causar retraso mental y crisis convulsiva; fenilcetonuria o desorden del metabolismo que genera toxicidad para el sistema nervioso central ocasionando daño cerebral; hiperplasia suprarrenal que puede afectar tanto a niños como a niñas, ya que por medio de diversas alteraciones sexuales en las diferentes etapas de crecimiento, y galactosemia, que es una enfermedad que se caracteriza por la incapacidad de convertir la galactosa en glucosa, generando daño en el hígado y en el sistema nervioso central, entre otros males.
El precio de la prueba del tamiz en laboratorios privados oscila entre los 800 pesos y tres mil pesos.
La detección oportuna de estas enfermedades ayuda a prevenir daños neurológicos, retrasos psicomotores, e incluso la muerte de las y los menores, tras recibir un tratamiento adecuado.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, anualmente se realizan entre 500 mil y un millón de pruebas de tamiz neonatal semi-ampliado. Con la aplicación del tamiz neonatal se ha logrado reducir en 5.3% la mortalidad infantil, ocasionada anteriormente por alguna de las seis enfermedades estudiadas.
Ésta es una prueba que debemos cuidar que se realice por el bien de la población de recién nacidas (os), es una forma de hacer patente el amor por nuestras (os) pequeños y una forma de tener garantizada una población más sana desde el principio de la vida. ¡Prevenir sale más barato que curar!.
Antes de dejar este espacio, me permito recordar algunos conceptos sobre lactancia materna que maneja la Organización Mundial de la Salud, que puede afirmar ahora con plena seguridad, que la lactancia materna reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta. Para el conjunto de la población se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años.
La lactancia natural contribuye a la salud y el bienestar de la madre, ayuda a espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los recursos de la familia y el país, es una forma segura de alimentación y resulta inocua para el medio ambiente.
