/ sábado 26 de diciembre de 2020

Realizar actos de bondad nos hace más felices

¿Alguna vez le has hecho el bien a alguien?, ¿has experimentado la alegría que viene como resultado de haberlo hecho?.


Estudios realizados demuestran que llevar a cabo actos de bondad benefician nuestra salud, practicar la amabilidad no sólo ayuda a los demás cuando reciben el bien otorgado, sino que también puede mejorar la salud y la felicidad de quien la practica.

Por ejemplo, uno de éstos estudios muestra que poner el beneficio de los demás antes que el nuestro, sin esperar nada a cambio, estimula los centros de recompensa de nuestro cerebro, ayuda contra la depresión, reduce el riesgo de deterioro cognitivo e incluso nos ayuda a vivir más tiempo, nos ayuda también a disminuir el dolor y puede aumentar nuestra felicidad (1).

Pero esto ya lo venía diciendo la Biblia muchísimo tiempo antes de que éstos estudios lo descubrieran, como lo podemos corroborar en el libro de los Hechos capítulo 20, versículo 35, que dice “Hay mayor alegría en dar que en recibir.” Pero hay muchos más versículos que nos hablan sobre esto y también sobre lo que es la verdadera bondad.

Esto puede motivarnos a ti y a mi a buscar hacer el bien a otros en todo momento, desde pequeñas cosas hasta aquellas que pueden representarnos mayor sacrificio, cosas como elegir dar una palabra amable en vez de hablar con aspereza a aquellos que nos rodean, compartir con otros lo que tenemos desde tiempo hasta recursos materiales, y en fin, tantas cosas que la bondad es capaz de dar en sus múltiples e interminables manifestaciones.

Aquí te dejo algunas historias inspiradoras de gente común como tú y como yo, que están realizando actos de bondad en nuestros días, y que nos habla de que aún existe gente con esa capacidad de dar, y que no todo son malas noticias, ya que con actos de bondad podemos hacer de éste mundo uno mejor.

Rebekka Garvison abordó un vuelo de Chicago a Atlanta con su bebé de brazos, durante el vuelo la bebé comenzó a llorar y la pareja sentada a su lado se notaba molesta con la situación, Rebekka solicitó el cambio de asientos con la esperanza de que la bebé se calmara y dejara descansar a los pasajeros, pero no dio resultado, entonces una mujer, compañera de vuelo, se acercó a Rebekka y le preguntó si podría cargar a la bebé para tratar de calmarla, apenas tuvo a la bebé en sus brazos, la bebé se tranquilizó y paró de llorar, la bebé se quedó dormida en los brazos de ésta mujer durante todo el vuelo e incluso ayudó a Rebekka a bajar del avión.

Las palabras de Rebekka a esta mujer desconocida fueron: “No sé si podrás entender como este acto de bondad ha hecho feliz a mi familia. Fácilmente pudiste haber volteado los ojos o sentirte irritada como todos, pero cuidaste de mi hija durante todo el vuelo y me diste un tiempo para descansar. Me hizo llorar verte allí sosteniendo a mi bebé a lado mío. Fuiste muy bondadosa y cuidadosa con nosotras. Muchas gracias. Que Dios te bendiga” (2).

El acto de bondad del agente de policía Jody Thompson sin duda requirió de un mayor sacrificio y un compromiso de por vida, donde todo comenzó cuando le tocó responder a un caso de maltrato infantil y vio a John, un niño de ocho años maltratado brutalmente, muy delgado, lleno de moretones y con un enorme chichón en la frente, maniatado y metido en un cubo de agua fría. El agente Jody, muy tocado por lo que había visto, era padre de dos hijos y esperaba un tercero junto a su esposa. Sin embargo, esto no les impidió acoger al niño, pero al enterarse de que la madre biológica de John mientras estaba en la cárcel había dado a luz a una bebé (la hermana de John), decidieron acogerla a ella también y dar inicios a los trámites de adopción de los hermanos.

Hoy en día éstos niños disfrutan de una bonita relación familiar, y el agente Jody dice al respecto: “Jamás me había planteado tener una familia grande, pero Dios tenía para mí otros planes. Estoy feliz con todo lo que me ha pasado” (3).

Quizá a ti y a mí no nos toque hacer exactamente los mismos actos de bondad que decidieron hacer la mujer desconocida y el general de policía Jody, pero sí podemos hacer aquellos que la vida cada día nos presenta la oportunidad de hacer, y así experimentar la felicidad que trae el realizarlos y poder contagiar e inspirar a otros a hacer lo mismo.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.


¿Alguna vez le has hecho el bien a alguien?, ¿has experimentado la alegría que viene como resultado de haberlo hecho?.


Estudios realizados demuestran que llevar a cabo actos de bondad benefician nuestra salud, practicar la amabilidad no sólo ayuda a los demás cuando reciben el bien otorgado, sino que también puede mejorar la salud y la felicidad de quien la practica.

Por ejemplo, uno de éstos estudios muestra que poner el beneficio de los demás antes que el nuestro, sin esperar nada a cambio, estimula los centros de recompensa de nuestro cerebro, ayuda contra la depresión, reduce el riesgo de deterioro cognitivo e incluso nos ayuda a vivir más tiempo, nos ayuda también a disminuir el dolor y puede aumentar nuestra felicidad (1).

Pero esto ya lo venía diciendo la Biblia muchísimo tiempo antes de que éstos estudios lo descubrieran, como lo podemos corroborar en el libro de los Hechos capítulo 20, versículo 35, que dice “Hay mayor alegría en dar que en recibir.” Pero hay muchos más versículos que nos hablan sobre esto y también sobre lo que es la verdadera bondad.

Esto puede motivarnos a ti y a mi a buscar hacer el bien a otros en todo momento, desde pequeñas cosas hasta aquellas que pueden representarnos mayor sacrificio, cosas como elegir dar una palabra amable en vez de hablar con aspereza a aquellos que nos rodean, compartir con otros lo que tenemos desde tiempo hasta recursos materiales, y en fin, tantas cosas que la bondad es capaz de dar en sus múltiples e interminables manifestaciones.

Aquí te dejo algunas historias inspiradoras de gente común como tú y como yo, que están realizando actos de bondad en nuestros días, y que nos habla de que aún existe gente con esa capacidad de dar, y que no todo son malas noticias, ya que con actos de bondad podemos hacer de éste mundo uno mejor.

Rebekka Garvison abordó un vuelo de Chicago a Atlanta con su bebé de brazos, durante el vuelo la bebé comenzó a llorar y la pareja sentada a su lado se notaba molesta con la situación, Rebekka solicitó el cambio de asientos con la esperanza de que la bebé se calmara y dejara descansar a los pasajeros, pero no dio resultado, entonces una mujer, compañera de vuelo, se acercó a Rebekka y le preguntó si podría cargar a la bebé para tratar de calmarla, apenas tuvo a la bebé en sus brazos, la bebé se tranquilizó y paró de llorar, la bebé se quedó dormida en los brazos de ésta mujer durante todo el vuelo e incluso ayudó a Rebekka a bajar del avión.

Las palabras de Rebekka a esta mujer desconocida fueron: “No sé si podrás entender como este acto de bondad ha hecho feliz a mi familia. Fácilmente pudiste haber volteado los ojos o sentirte irritada como todos, pero cuidaste de mi hija durante todo el vuelo y me diste un tiempo para descansar. Me hizo llorar verte allí sosteniendo a mi bebé a lado mío. Fuiste muy bondadosa y cuidadosa con nosotras. Muchas gracias. Que Dios te bendiga” (2).

El acto de bondad del agente de policía Jody Thompson sin duda requirió de un mayor sacrificio y un compromiso de por vida, donde todo comenzó cuando le tocó responder a un caso de maltrato infantil y vio a John, un niño de ocho años maltratado brutalmente, muy delgado, lleno de moretones y con un enorme chichón en la frente, maniatado y metido en un cubo de agua fría. El agente Jody, muy tocado por lo que había visto, era padre de dos hijos y esperaba un tercero junto a su esposa. Sin embargo, esto no les impidió acoger al niño, pero al enterarse de que la madre biológica de John mientras estaba en la cárcel había dado a luz a una bebé (la hermana de John), decidieron acogerla a ella también y dar inicios a los trámites de adopción de los hermanos.

Hoy en día éstos niños disfrutan de una bonita relación familiar, y el agente Jody dice al respecto: “Jamás me había planteado tener una familia grande, pero Dios tenía para mí otros planes. Estoy feliz con todo lo que me ha pasado” (3).

Quizá a ti y a mí no nos toque hacer exactamente los mismos actos de bondad que decidieron hacer la mujer desconocida y el general de policía Jody, pero sí podemos hacer aquellos que la vida cada día nos presenta la oportunidad de hacer, y así experimentar la felicidad que trae el realizarlos y poder contagiar e inspirar a otros a hacer lo mismo.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.