/ sábado 19 de octubre de 2019

Que el entorno económico no arruine tu emprendimiento

México está en una situación económica no favorable, por un lado, las decisiones internas han tenido consecuencias y por otro, condiciones externas nos perjudican, como el caso del paro de General Motors en Estados Unidos tuvo gran impacto en nuestro país. En momentos así se genera el miedo sobre el futuro y los emprendedores escucharán continuamente frases como: “mejor busca la seguridad de un trabajo de oficina” o “espera un mejor momento para lanzar su negocio”, “¿por qué mejor no agradeces tu trabajo ‘Godín’?”, entre muchas otras. Pues bien, la economía mexicana depende de las MiPyMES (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), es decir, gente que decide emprender aún con los riesgos que implica ya que generaron el 80% del empleo nacional en 2018.

La gran pregunta para los que tienen pocos meses o un año emprendiendo es ¿qué hacer los próximos meses? Siendo simples la respuesta sería: continuar y para ello hay que identificar las fortalezas: en qué soy bueno, qué valoran los clientes de mí, por qué me prefieren, y trabajar en seguir agradando a los compradores. Después hallar las debilidades: en qué debo mejorar, qué pudiera hacer mejor, ¿por qué motivos he perdido oportunidades de negocio?, ¿Por qué algunos clientes se fueron con otro proveedor?

Otras preguntas importantes en estos momentos son: cómo disminuyo costos, cómo incremento el valor de lo que le doy al cliente, cómo consigo nuevos clientes, cómo le vendo más a los mismos clientes.

Hallar las respuestas permitirá tener ventajas sobre otros competidores que no ven la necesidad de prepararse.

Cabe señalar que hay negocios ajenos a las situaciones económicas tales como: alcohol, está comprobado que cuando hay complicaciones, la gente busca evadirse, así que es un gran negocio; cosméticos, dice el dicho que “al mal tiempo, buena cara”, y en épocas de crisis económica las mujeres tienden a usar más cosméticos; cuidado de la salud, desde alimentos orgánicos, gluten free y libres de crueldad animal (entre otros) hasta tratamientos alternativos tienen su auge en estos momentos, cuidarse se ve como una obligación, no un privilegio; reparación y segunda mano: es lógico que cuando no hay dinero se busque arreglar lo que se pueda o vender no es indispensable.

En resumen, siempre habrá complicaciones pero si se generan buenas propuestas de valor para los clientes, costará menos trabajo la permanencia en el mercado.


mariana.pefer@gmail.com


México está en una situación económica no favorable, por un lado, las decisiones internas han tenido consecuencias y por otro, condiciones externas nos perjudican, como el caso del paro de General Motors en Estados Unidos tuvo gran impacto en nuestro país. En momentos así se genera el miedo sobre el futuro y los emprendedores escucharán continuamente frases como: “mejor busca la seguridad de un trabajo de oficina” o “espera un mejor momento para lanzar su negocio”, “¿por qué mejor no agradeces tu trabajo ‘Godín’?”, entre muchas otras. Pues bien, la economía mexicana depende de las MiPyMES (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), es decir, gente que decide emprender aún con los riesgos que implica ya que generaron el 80% del empleo nacional en 2018.

La gran pregunta para los que tienen pocos meses o un año emprendiendo es ¿qué hacer los próximos meses? Siendo simples la respuesta sería: continuar y para ello hay que identificar las fortalezas: en qué soy bueno, qué valoran los clientes de mí, por qué me prefieren, y trabajar en seguir agradando a los compradores. Después hallar las debilidades: en qué debo mejorar, qué pudiera hacer mejor, ¿por qué motivos he perdido oportunidades de negocio?, ¿Por qué algunos clientes se fueron con otro proveedor?

Otras preguntas importantes en estos momentos son: cómo disminuyo costos, cómo incremento el valor de lo que le doy al cliente, cómo consigo nuevos clientes, cómo le vendo más a los mismos clientes.

Hallar las respuestas permitirá tener ventajas sobre otros competidores que no ven la necesidad de prepararse.

Cabe señalar que hay negocios ajenos a las situaciones económicas tales como: alcohol, está comprobado que cuando hay complicaciones, la gente busca evadirse, así que es un gran negocio; cosméticos, dice el dicho que “al mal tiempo, buena cara”, y en épocas de crisis económica las mujeres tienden a usar más cosméticos; cuidado de la salud, desde alimentos orgánicos, gluten free y libres de crueldad animal (entre otros) hasta tratamientos alternativos tienen su auge en estos momentos, cuidarse se ve como una obligación, no un privilegio; reparación y segunda mano: es lógico que cuando no hay dinero se busque arreglar lo que se pueda o vender no es indispensable.

En resumen, siempre habrá complicaciones pero si se generan buenas propuestas de valor para los clientes, costará menos trabajo la permanencia en el mercado.


mariana.pefer@gmail.com


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