/ viernes 24 de junio de 2022

Primera mexicana congresista en EU: motivo para incomodar y soñar

El martes 21 de junio Mayra Flores se convirtió en la primera mujer nacida en México en prestar juramento al Congreso de los Estados Unidos. Flores representará al Distrito 34 de Texas al obtener el 51% de los votos. ¡Esta victoria es para las personas que fueron ignoradas durante tanto tiempo!, escribió Mayra en sus redes sociales al conocer los resultados de las elecciones. Esta mujer llegó a los Estados Unidos junto a su familia cuando tenía apenas seis años de edad y es otra de las muchas historias de personas que lograron no sólo superar las adversidades por su condición de migrantes sino que hoy son ejemplo del poder que ya tienen los latinos en el panorama político. (Según la Asociación Nacional de Funcionarios Demócratas Latinos, NALEO, son más de seis mil los latinos que ocupan cargos electos en toda la Unión Americana.)

Uno de los grandes debates que se da de manera natural en los Estados Unidos es sobre el impacto que tiene la migración en aspectos como el económico, cultural y de seguridad. Pero la trascendencia de las comunidades internacionales en la Unión Americana (sobre todo la latina) ha crecido exponencialmente y ya es definitoria en las elecciones de sus gobernantes. Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew, en las últimas elecciones presidenciales de los Estados Unidos en el 2020, tuvieron la oportunidad de votar 32 millones de latinos, siendo la minoría étnica o racial con más peso en la contienda electoral, por encima de los afroestadounidenses. Este número de votantes latinos fue 15% más en comparación con las elecciones presidenciales del 2016.

Pero, ¿a qué se debe este crecimiento exponencial? Principalmente a que cada 30 segundos un estadounidense de origen latino cumple 18 años, según el citado estudio del Centro de Investigación Pew. En esta tesitura, se proyecta que para las próximas elecciones presidenciales del 2024 en la Unión Americana sean aproximadamente 36 millones de latinos los que puedan votar. Estos números de entrada son invaluables para los bunkers republicanos y demócratas, pero si revisamos el origen de estos votos podemos ver que son estratégicos para ganar o perder. Veamos, el 46 % de los votantes latinos residen en dos de las “joyas” de quienes ganan las elecciones en Estados Unidos: California con 7.8 millones y Texas con 5.6 millones aproximadamente. Y si lo vemos desde otra perspectiva, son estados con gran número de migrantes mexicanos.

En este contexto, quizá muchos no han caído en cuenta pero el año 2024 será clave para las relaciones entre México y Estados Unidos, ya que se tendrán elecciones presidenciales en ambos países (para muchos la contienda simultanea más recordada de los últimos tiempos fue la del año 2000 en las que salieron victoriosos Vicente Fox y George W. Bush). Existe un debate entre especialistas de política y diplomacia para definir si el 2024 será una oportunidad de ir templando el tema binacional y conseguir acuerdos trascendentales como una reforma migratoria o, por el contrario, sea un momento tenso, sobre todo si Donald Trump regresa al escenario partidista.

Es importante tomar en cuenta una variable que pocos han puesto sobre la mesa: la reforma al artículo 30 constitucional del 2021. Hasta antes de esta reforma, la herencia de nacionalidad sólo era de los padres o madres nacidos en México; a partir del cambio a la ley, la herencia de nacionalidad puede ser continua, entre sucesivas generaciones, aunque los padres o madres hayan nacido en el extranjero. En este contexto surge la gran duda: ¿Cómo se capitalizarán los votos de los 38 millones de nuevos mexicanos que radican en Estados Unidos y que ya cuentan con doble nacionalidad? Por citar un ejemplo, y del cual hablaré más a profundidad en un siguiente artículo, está el panista Raúl de Jesús Torres Guerrero, quien se convirtió en el primer diputado migrante de la Ciudad de México. En Guanajuato ya se tienen en el Congreso dos propuestas para contar con diputados migrantes, con lo cual se les dará representatividad en la toma de decisiones que mejoren la calidad de vida de sus lugares de origen.

Sabemos que ya son muchos más los millones de latinos en Estados Unidos y que han sido clave en la elección de los últimos presidentes de ese país. (Según la encuesta de Edison Research, en el 2020 Joe Biden ganó dos tercios de los votos latinos a nivel nacional, con lo cual pudo superar a Donald Trump.) Resumo: cada día son más los latinos que escalan en la vida política de la Unión Americana y ya serán más los mexicanos que podrán votar en ambos países. Hoy, somos testigos de historias como la de Mayra Flores que esta semana hizo lo que pocos pensaban. “¡Ese momento épico en el que tomas juramento y haces historia como la primera congresista estadounidense nacida en México. Vale la pena luchar por el Sueño Americano”, escribió hace unas horas en sus redes sociales Mayra, alentando a sus paisanos a seguir trascendiendo. Según Pew, en el tiempo que al lector le ha tomado leer este artículo son aproximadamente diez latinos más que ya pueden ejercer sus derechos políticos en Estados Unidos.


El martes 21 de junio Mayra Flores se convirtió en la primera mujer nacida en México en prestar juramento al Congreso de los Estados Unidos. Flores representará al Distrito 34 de Texas al obtener el 51% de los votos. ¡Esta victoria es para las personas que fueron ignoradas durante tanto tiempo!, escribió Mayra en sus redes sociales al conocer los resultados de las elecciones. Esta mujer llegó a los Estados Unidos junto a su familia cuando tenía apenas seis años de edad y es otra de las muchas historias de personas que lograron no sólo superar las adversidades por su condición de migrantes sino que hoy son ejemplo del poder que ya tienen los latinos en el panorama político. (Según la Asociación Nacional de Funcionarios Demócratas Latinos, NALEO, son más de seis mil los latinos que ocupan cargos electos en toda la Unión Americana.)

Uno de los grandes debates que se da de manera natural en los Estados Unidos es sobre el impacto que tiene la migración en aspectos como el económico, cultural y de seguridad. Pero la trascendencia de las comunidades internacionales en la Unión Americana (sobre todo la latina) ha crecido exponencialmente y ya es definitoria en las elecciones de sus gobernantes. Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew, en las últimas elecciones presidenciales de los Estados Unidos en el 2020, tuvieron la oportunidad de votar 32 millones de latinos, siendo la minoría étnica o racial con más peso en la contienda electoral, por encima de los afroestadounidenses. Este número de votantes latinos fue 15% más en comparación con las elecciones presidenciales del 2016.

Pero, ¿a qué se debe este crecimiento exponencial? Principalmente a que cada 30 segundos un estadounidense de origen latino cumple 18 años, según el citado estudio del Centro de Investigación Pew. En esta tesitura, se proyecta que para las próximas elecciones presidenciales del 2024 en la Unión Americana sean aproximadamente 36 millones de latinos los que puedan votar. Estos números de entrada son invaluables para los bunkers republicanos y demócratas, pero si revisamos el origen de estos votos podemos ver que son estratégicos para ganar o perder. Veamos, el 46 % de los votantes latinos residen en dos de las “joyas” de quienes ganan las elecciones en Estados Unidos: California con 7.8 millones y Texas con 5.6 millones aproximadamente. Y si lo vemos desde otra perspectiva, son estados con gran número de migrantes mexicanos.

En este contexto, quizá muchos no han caído en cuenta pero el año 2024 será clave para las relaciones entre México y Estados Unidos, ya que se tendrán elecciones presidenciales en ambos países (para muchos la contienda simultanea más recordada de los últimos tiempos fue la del año 2000 en las que salieron victoriosos Vicente Fox y George W. Bush). Existe un debate entre especialistas de política y diplomacia para definir si el 2024 será una oportunidad de ir templando el tema binacional y conseguir acuerdos trascendentales como una reforma migratoria o, por el contrario, sea un momento tenso, sobre todo si Donald Trump regresa al escenario partidista.

Es importante tomar en cuenta una variable que pocos han puesto sobre la mesa: la reforma al artículo 30 constitucional del 2021. Hasta antes de esta reforma, la herencia de nacionalidad sólo era de los padres o madres nacidos en México; a partir del cambio a la ley, la herencia de nacionalidad puede ser continua, entre sucesivas generaciones, aunque los padres o madres hayan nacido en el extranjero. En este contexto surge la gran duda: ¿Cómo se capitalizarán los votos de los 38 millones de nuevos mexicanos que radican en Estados Unidos y que ya cuentan con doble nacionalidad? Por citar un ejemplo, y del cual hablaré más a profundidad en un siguiente artículo, está el panista Raúl de Jesús Torres Guerrero, quien se convirtió en el primer diputado migrante de la Ciudad de México. En Guanajuato ya se tienen en el Congreso dos propuestas para contar con diputados migrantes, con lo cual se les dará representatividad en la toma de decisiones que mejoren la calidad de vida de sus lugares de origen.

Sabemos que ya son muchos más los millones de latinos en Estados Unidos y que han sido clave en la elección de los últimos presidentes de ese país. (Según la encuesta de Edison Research, en el 2020 Joe Biden ganó dos tercios de los votos latinos a nivel nacional, con lo cual pudo superar a Donald Trump.) Resumo: cada día son más los latinos que escalan en la vida política de la Unión Americana y ya serán más los mexicanos que podrán votar en ambos países. Hoy, somos testigos de historias como la de Mayra Flores que esta semana hizo lo que pocos pensaban. “¡Ese momento épico en el que tomas juramento y haces historia como la primera congresista estadounidense nacida en México. Vale la pena luchar por el Sueño Americano”, escribió hace unas horas en sus redes sociales Mayra, alentando a sus paisanos a seguir trascendiendo. Según Pew, en el tiempo que al lector le ha tomado leer este artículo son aproximadamente diez latinos más que ya pueden ejercer sus derechos políticos en Estados Unidos.


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