/ domingo 5 de mayo de 2019

PALABRAS

En todas las sociedades del mundo los niños que nacen con problemas motores o bien con deficiencias en su mente, pero que Dios les permite destacar en otras situaciones, provoca un gran sufrimiento en los padres de familia, que tienen sin querer esta situación, dado que al nacer estas criaturas ya sea porque el parto no se atendió a tiempo, o porque nació antes de las semanas de gestación, algunos niños nacen con sus funciones cerebrales que no alcanzan a digerir su desarrollo total y a estos niños el mundo entero los enfrenta a situaciones que los rechazan y no los ayudan en su totalidad a un desarrollo normal. Y son escasas las instituciones que los amparan pero desde luego son escuelas de paga y aun no hay una resolución actualizada en cuanto a que tienen derecho estos niños. Los niños con discapacidad son rechazados tajantemente en los colegios y en los kínderes, son raros en donde reciben a estos pequeñitos y desde luego sus padres sufren este tipo de discriminación. Para mi los niños con disminución de sus capacidades mentales son y me inspiran un sentimiento de amor, de respeto y de ayuda, y siempre los veré con un gran afecto. Recuerdo a un señor llamado Alfonso que radico algún tiempo aquí en Irapuato para ser precisa trabajaba en la tienda departamental llamada Sears, esta persona tenia un hijo varón con problemas de movimiento y él lo sacaba a dar la vuelta a la calle y se le veía su grandísimo amor para su hijo con problemas en su movimiento. Nunca jamás se avergonzó de tener un hijo así. Es más lo sacaba a la calle y con alegría lo paseaba en su silla de ruedas ya que era casi un adulto más o menos de unos 20 años. Otra persona más que conozco su hija nació con disminución de sus funciones cerebrales normales sin embargo la saca a diario a la calle, la lleva a sus reuniones de sociedad, nunca se ha avergonzado de su pequeña. Otros mas sienten tanta culpabilidad de haber tenido un hijo en estas situaciones normativas de la mente y nunca los sacan a pasear, nunca los mencionan, es decir, se avergüenzan de tener un hijo en condiciones especiales. Y aquí no termina el sufrimiento de estos padres con sus hijos especiales, pues en las escuelas no los quieren recibir, cuando lo marcado por los Derechos Humanos, establecidos por la ley estos niños deben ser aceptados en las escuelas porque así aprenden a convivir en grupos de niños que nacieron normales, y para ellos es altamente significativo que sean aceptados en los grupos sociales. Debo señalar que son seres humanos con alma y corazón, que tienen sentimientos y pensamientos que captan cuando son amados y sufren al igual que sus padres el rechazo tajante de personas sin consideración, sin sentimientos, sin caridad. Pues bien los niños que nacen con problemas deben ser aceptados en todos los círculos sociales y aminorar el gran sufrimiento de sus padres que tratan de incorporarlos dentro de las sociedades de la actualidad.

En todas las sociedades del mundo los niños que nacen con problemas motores o bien con deficiencias en su mente, pero que Dios les permite destacar en otras situaciones, provoca un gran sufrimiento en los padres de familia, que tienen sin querer esta situación, dado que al nacer estas criaturas ya sea porque el parto no se atendió a tiempo, o porque nació antes de las semanas de gestación, algunos niños nacen con sus funciones cerebrales que no alcanzan a digerir su desarrollo total y a estos niños el mundo entero los enfrenta a situaciones que los rechazan y no los ayudan en su totalidad a un desarrollo normal. Y son escasas las instituciones que los amparan pero desde luego son escuelas de paga y aun no hay una resolución actualizada en cuanto a que tienen derecho estos niños. Los niños con discapacidad son rechazados tajantemente en los colegios y en los kínderes, son raros en donde reciben a estos pequeñitos y desde luego sus padres sufren este tipo de discriminación. Para mi los niños con disminución de sus capacidades mentales son y me inspiran un sentimiento de amor, de respeto y de ayuda, y siempre los veré con un gran afecto. Recuerdo a un señor llamado Alfonso que radico algún tiempo aquí en Irapuato para ser precisa trabajaba en la tienda departamental llamada Sears, esta persona tenia un hijo varón con problemas de movimiento y él lo sacaba a dar la vuelta a la calle y se le veía su grandísimo amor para su hijo con problemas en su movimiento. Nunca jamás se avergonzó de tener un hijo así. Es más lo sacaba a la calle y con alegría lo paseaba en su silla de ruedas ya que era casi un adulto más o menos de unos 20 años. Otra persona más que conozco su hija nació con disminución de sus funciones cerebrales normales sin embargo la saca a diario a la calle, la lleva a sus reuniones de sociedad, nunca se ha avergonzado de su pequeña. Otros mas sienten tanta culpabilidad de haber tenido un hijo en estas situaciones normativas de la mente y nunca los sacan a pasear, nunca los mencionan, es decir, se avergüenzan de tener un hijo en condiciones especiales. Y aquí no termina el sufrimiento de estos padres con sus hijos especiales, pues en las escuelas no los quieren recibir, cuando lo marcado por los Derechos Humanos, establecidos por la ley estos niños deben ser aceptados en las escuelas porque así aprenden a convivir en grupos de niños que nacieron normales, y para ellos es altamente significativo que sean aceptados en los grupos sociales. Debo señalar que son seres humanos con alma y corazón, que tienen sentimientos y pensamientos que captan cuando son amados y sufren al igual que sus padres el rechazo tajante de personas sin consideración, sin sentimientos, sin caridad. Pues bien los niños que nacen con problemas deben ser aceptados en todos los círculos sociales y aminorar el gran sufrimiento de sus padres que tratan de incorporarlos dentro de las sociedades de la actualidad.

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