/ sábado 9 de febrero de 2019

PALABRAS

Existen muchos matrimonios que con sus peleas a diario están afectando el corazón de sus niños, al tener que presenciar las discusiones de sus padres y son tan pequeños que no puede hacer nada solo llorar.

Cuando hay violencia intrafamiliar en varios sectores de la sociedad esto esta constatado en las denuncias que se presentan en las oficinas del Ministerio Público o en dependencias del DIF, y no es algo que se solucione así, con un chasquido de dedos, existen agravantes en las peleas de las parejas y en muchísimas ocasiones sin solución alguna.

Por ejemplo yo tenía dos trabajadoras domésticas que un buen día me llegaron todas golpeadas al grado de tener que llevarlas al médico, desde luego en diferentes ocasiones.

Fue tal la golpiza que le propino a la señora Aurelia su esposo que la boca la tenía hinchada y desfigurada, desde luego a petición de la agredida se presentó denuncia penal , pero santo Dios, a la semana siguiente me dijo que retirara la demanda en contra de su golpeador marido, además borracho y desobligado.

Y en estas severas condiciones familiares de casi todos los días están muchas mujeres que soportan a los maridos desobligados y flojos, ah pero eso sí, buscan el dinero para la injerencia del alcohol y su churro de mariguana, algunos llegan y golpean inclusive a los pequeños hijos, quienes también llevan su tanda de golpes.

La otra persona se llamaba Lucy y era casi un ángel de bondad, pues también un día me llego toda golpeada y lo mismo tuve que atenderla por la severidad de los golpes, esta persona que fue un ángel con todos nosotros ya falleció, era muy bonita cuando se arreglaba parecía toda una dama sin percibir su humilde origen, pues también era víctima de un hombre cruel, mantenido y borrachento.

Yo te pregunto querido lector cuantos casos conoces de personas que son agredidas por su misma familia, se dice, se afirma que hay dependencias que velan por la familia, pero este fenómeno pega de lleno en toda la sociedad, es golpeador gente de mucho dinero, pues una ocasión vi a una señorona con el ojo amoratado, y se disculpó conmigo de que se había pegado con una puerta, pero a lo claro se veía el puñetazo en pleno rostro y moretones, de manera que nosotras, las mujeres la llevamos de perder ante la ferocidad de un hombre que estalla a la menor provocación y no le importa que los niños se asusten y lloren ante los cuadros de tremenda violencia, de esposo contra su esposa. Y mire usted, estas escenas de violencia son en todo el mundo.

Se dice que en los países árabes las mujeres son lapidadas, son violentadas, para que cuando crezcan y se casen no sientan placer, esta práctica también la tienen en los países del África.

Y aunque estemos avanzados en la ciencia médica, en la grandeza de la tecnología, el mal trato sigue en todo el mundo. Los mexicanos que tienen fama de ser muy machos, pero muy machos, pertenecen al grupo de gandallas que aprovechándose de su fuerza descomunal golpean a diestra y siniestra a su pareja llámese, esposa, concubina, amante, compañera de trabajo, el maltrato es parejo en la agresión y majaderías para la mujer.

Pensemos que como mujeres somos débiles y somos débiles ante al amor a la familia, a nuestros hijos e inclusive y a pesar de las circunstancias se ama al marido golpeador y abusivo.

Conozco varias familias en que la agresión y la majadería son los actores principales en el maltrato a la mujer que con paciencia divina aguantan todo por sus hijos que quedan dañados de su psique y aprenden la misma lección, que les da su propio padre a diario contagiándolos de ser seres violentos, agresivos, y feroces con el roce con la sociedad en la que conviven. Eduquemos con amor y valores para evitar en menor grado este fenómeno en la sociedad actual.

Existen muchos matrimonios que con sus peleas a diario están afectando el corazón de sus niños, al tener que presenciar las discusiones de sus padres y son tan pequeños que no puede hacer nada solo llorar.

Cuando hay violencia intrafamiliar en varios sectores de la sociedad esto esta constatado en las denuncias que se presentan en las oficinas del Ministerio Público o en dependencias del DIF, y no es algo que se solucione así, con un chasquido de dedos, existen agravantes en las peleas de las parejas y en muchísimas ocasiones sin solución alguna.

Por ejemplo yo tenía dos trabajadoras domésticas que un buen día me llegaron todas golpeadas al grado de tener que llevarlas al médico, desde luego en diferentes ocasiones.

Fue tal la golpiza que le propino a la señora Aurelia su esposo que la boca la tenía hinchada y desfigurada, desde luego a petición de la agredida se presentó denuncia penal , pero santo Dios, a la semana siguiente me dijo que retirara la demanda en contra de su golpeador marido, además borracho y desobligado.

Y en estas severas condiciones familiares de casi todos los días están muchas mujeres que soportan a los maridos desobligados y flojos, ah pero eso sí, buscan el dinero para la injerencia del alcohol y su churro de mariguana, algunos llegan y golpean inclusive a los pequeños hijos, quienes también llevan su tanda de golpes.

La otra persona se llamaba Lucy y era casi un ángel de bondad, pues también un día me llego toda golpeada y lo mismo tuve que atenderla por la severidad de los golpes, esta persona que fue un ángel con todos nosotros ya falleció, era muy bonita cuando se arreglaba parecía toda una dama sin percibir su humilde origen, pues también era víctima de un hombre cruel, mantenido y borrachento.

Yo te pregunto querido lector cuantos casos conoces de personas que son agredidas por su misma familia, se dice, se afirma que hay dependencias que velan por la familia, pero este fenómeno pega de lleno en toda la sociedad, es golpeador gente de mucho dinero, pues una ocasión vi a una señorona con el ojo amoratado, y se disculpó conmigo de que se había pegado con una puerta, pero a lo claro se veía el puñetazo en pleno rostro y moretones, de manera que nosotras, las mujeres la llevamos de perder ante la ferocidad de un hombre que estalla a la menor provocación y no le importa que los niños se asusten y lloren ante los cuadros de tremenda violencia, de esposo contra su esposa. Y mire usted, estas escenas de violencia son en todo el mundo.

Se dice que en los países árabes las mujeres son lapidadas, son violentadas, para que cuando crezcan y se casen no sientan placer, esta práctica también la tienen en los países del África.

Y aunque estemos avanzados en la ciencia médica, en la grandeza de la tecnología, el mal trato sigue en todo el mundo. Los mexicanos que tienen fama de ser muy machos, pero muy machos, pertenecen al grupo de gandallas que aprovechándose de su fuerza descomunal golpean a diestra y siniestra a su pareja llámese, esposa, concubina, amante, compañera de trabajo, el maltrato es parejo en la agresión y majaderías para la mujer.

Pensemos que como mujeres somos débiles y somos débiles ante al amor a la familia, a nuestros hijos e inclusive y a pesar de las circunstancias se ama al marido golpeador y abusivo.

Conozco varias familias en que la agresión y la majadería son los actores principales en el maltrato a la mujer que con paciencia divina aguantan todo por sus hijos que quedan dañados de su psique y aprenden la misma lección, que les da su propio padre a diario contagiándolos de ser seres violentos, agresivos, y feroces con el roce con la sociedad en la que conviven. Eduquemos con amor y valores para evitar en menor grado este fenómeno en la sociedad actual.

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