Estando aún a comienzos de un nuevo año, las aspiraciones que las personas tienen de aquello que desean lograr, van desde lo laboral, económico, social, salud, académico, metas que las personas se trazan para su vida conforme a lo que consideran valioso para ellas.
Sin embargo, muchas personas pasan por alto los tiempos difíciles que vivimos, lo cual se puede observar si prestamos atención a los problemas que confrontamos en nuestra sociedad, lo cual no deberíamos pasar por alto al pensar en las aspiraciones que tenemos de mejora personales.
Esto es importante que lo consideremos, porque es una fantasía buscar el bienestar personal sin responsabilizarnos por el bienestar de nuestra sociedad, aunque es verdad que uno no puede hacer todo lo que se necesita para cambiar todas las cosas, pero sí podemos hacer algo al respecto.
La historia misma esta llena de hombres y mujeres, de todas las edades, razas y niveles sociales que han contribuido para hacer un mejor lugar de este mundo, que comprendieron que para un bienestar real y duradero para ellos mismos y para sus familias, era indispensable pensar y actuar en contribuir para una mejor sociedad.
Este es el potencial que cada uno de nosotros tenemos. Contamos con un diseño muy especial no sólo para aspirar a metas personales, sino también para contribuir con nuestros talentos y habilidades para desarrollar una mejor sociedad en el presente y para las generaciones futuras, de hecho, esta es la única manera de entender el verdadero significado de nuestra vida.
Es imposible lograr una verdadera satisfacción sin ver más allá de nuestras propias necesidades y anhelos personales, la vida se abre y se expande al comprender y actuar en el potencial que tenemos para mejorar la calidad de vida de otros, servir a otros.
Desarrollar planes y metas exclusivamente a nivel del beneficio personal, es quedarnos cojos, pues para nuestro equilibrio necesitamos involucrarnos con responsabilidad en la mejora de nuestro entorno social en el que nos encontramos, y para hacerlo bien, requerimos una guía ética, los principios éticos universales contenidos en el documento bíblico son incomparables para guiarnos a entender y actuar en cada una de las áreas de nuestro desarrollo y potencial.
“Porque mis pensamientos no son los de ustedes,
ni sus caminos son los míos
—afirma el Señor —.
Mis caminos y mis pensamientos
son más altos que los de ustedes;
¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55:8-9)
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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.
