/ domingo 8 de mayo de 2022

MADRES BUSCADORAS DE HIJAS E HIJOS DESAPARECIDOS

En vísperas del Día de las Madres tuve ocasión de acompañar a mi hija María a entrevistar a madres que llevan años buscando a sus hijas o hijos desaparecidos en localidades guanajuatenses. Ella las contactó en comunidades rurales de Apaseo el Grande, Celaya y Juventino Rosas. El propósito: documentar y difundir el testimonio de esas madres para visibilizar sus búsquedas, lograr que las autoridades remonten negligencia y corrupción: hagan sus tareas moral y legalmente exigibles. Y que a la sociedad no le sea indiferentes. Las madres sufren crisis de desaparición, forense y de impunidad, por la nula investigación en la mayoría de los casos. A partir de tres preguntas iniciales a estas madres, en la entrevista tejen otras más con sus respuestas: ¿Cuándo fue la última vez que celebró el Día de la Madre con su hija-hijo?¿Cómo vives el ser un madre buscadora?¿Qué le dirías a tu hijo si lo puedes volver a ver?.


Dentro de estos testimonios hay coincidencias: en colectividad adquieren los conocimientos necesarios para llevar a cabo sus búsquedas; aprenden a diferenciar el olor y las particularidades de los restos humanos al los de animales; elaboran sus propios protocolos de búsquedas y excavaciones. Dedican su vida a hacer tareas que corresponden a los tres órdenes de gobierno, quienes más allá de reportarles avances de investigación o dar resultados de alguna búsqueda, les piden resultados de sus investigaciones y les cancelan seguridad si no los obtienen pronto. Esas madres comparten que aunque en sus búsquedas no encuentren a su hija o hijo, encuentran a los de alguien más, y pueden así sanar el dolor de otra madre y a su vez las mantiene la esperanza de que alguna compañera encuentre a sus desaparecidos. Narran lo difícil que es ver como sacan bolsas y bolsas con restos humanos de fosas clandestinas: “A mi lo único que no me gustaría es encontrar a mi hermano así”, comento la hermana de Miguel Ángel, desparecido hace dos años en Jalisco. Ignorancias y dudas sobre sus desaparecidos las consumen; buscan certezas, cualesquiera que sean.

En Guanajuato, en el 2021, la Fiscalía General del Estado registraba 2,788 personas desaparecidas, un incremento del 33% respecto al año anterior. Y 4 de cada 10 son menores de edad. En México hay más de 98,944 personas desaparecidas, la mayoría jóvenes entre los 15 y los 30 años, cada una con nombre y apellidos de familias enteras que no pueden descansar por desconocer el paradero de su familiar, provocándose otras crisis.

Entre las dificultades sistémicas que enfrentan las madres está la diferenciación legal entre búsqueda e investigación, por lo cual las facultades que tienen las Comisiones nacional y estatales de búsqueda no incluye la de solicitar imágenes de cámaras de establecimientos o los reportes de operadoras telefónicas, por ejemplo. Ante restricciones legales y deficiente respuesta institucional han aparecido los trabajos y las redes entre colectivos, que están aprendiendo a usar las tecnologías, y han creado protocolos de búsqueda con las familias, trabajado herramientas jurídicas y de análisis de contexto; han creado “el primer centro de identificación humana dedicado a personas desparecidas con un enfoque de identificación masiva, y creado un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense”.

La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas atina: “Es urgente que actuemos como sociedad y como Estado –los tres poderes y los tres órdenes de gobierno. Necesitamos abrir una discusión seria sobre una reforma integral que cambie estructuralmente el sistema para garantizar los derechos a la verdad y a la justicia, partiendo de que existen crisis que se entrelazan, y reconociendo que el sistema ordinario no ha dado respuesta. Es una deuda que, como Estado y sociedad, le debemos a las víctimas de desaparición y de graves violaciones a los derechos humanos y, en realidad, nos debemos a todos como país”. Nuestra admiración y respeto para estas madres, deseando encuentren pronto certezas en un México al que no le sea indiferente sus búsquedas.

En vísperas del Día de las Madres tuve ocasión de acompañar a mi hija María a entrevistar a madres que llevan años buscando a sus hijas o hijos desaparecidos en localidades guanajuatenses. Ella las contactó en comunidades rurales de Apaseo el Grande, Celaya y Juventino Rosas. El propósito: documentar y difundir el testimonio de esas madres para visibilizar sus búsquedas, lograr que las autoridades remonten negligencia y corrupción: hagan sus tareas moral y legalmente exigibles. Y que a la sociedad no le sea indiferentes. Las madres sufren crisis de desaparición, forense y de impunidad, por la nula investigación en la mayoría de los casos. A partir de tres preguntas iniciales a estas madres, en la entrevista tejen otras más con sus respuestas: ¿Cuándo fue la última vez que celebró el Día de la Madre con su hija-hijo?¿Cómo vives el ser un madre buscadora?¿Qué le dirías a tu hijo si lo puedes volver a ver?.


Dentro de estos testimonios hay coincidencias: en colectividad adquieren los conocimientos necesarios para llevar a cabo sus búsquedas; aprenden a diferenciar el olor y las particularidades de los restos humanos al los de animales; elaboran sus propios protocolos de búsquedas y excavaciones. Dedican su vida a hacer tareas que corresponden a los tres órdenes de gobierno, quienes más allá de reportarles avances de investigación o dar resultados de alguna búsqueda, les piden resultados de sus investigaciones y les cancelan seguridad si no los obtienen pronto. Esas madres comparten que aunque en sus búsquedas no encuentren a su hija o hijo, encuentran a los de alguien más, y pueden así sanar el dolor de otra madre y a su vez las mantiene la esperanza de que alguna compañera encuentre a sus desaparecidos. Narran lo difícil que es ver como sacan bolsas y bolsas con restos humanos de fosas clandestinas: “A mi lo único que no me gustaría es encontrar a mi hermano así”, comento la hermana de Miguel Ángel, desparecido hace dos años en Jalisco. Ignorancias y dudas sobre sus desaparecidos las consumen; buscan certezas, cualesquiera que sean.

En Guanajuato, en el 2021, la Fiscalía General del Estado registraba 2,788 personas desaparecidas, un incremento del 33% respecto al año anterior. Y 4 de cada 10 son menores de edad. En México hay más de 98,944 personas desaparecidas, la mayoría jóvenes entre los 15 y los 30 años, cada una con nombre y apellidos de familias enteras que no pueden descansar por desconocer el paradero de su familiar, provocándose otras crisis.

Entre las dificultades sistémicas que enfrentan las madres está la diferenciación legal entre búsqueda e investigación, por lo cual las facultades que tienen las Comisiones nacional y estatales de búsqueda no incluye la de solicitar imágenes de cámaras de establecimientos o los reportes de operadoras telefónicas, por ejemplo. Ante restricciones legales y deficiente respuesta institucional han aparecido los trabajos y las redes entre colectivos, que están aprendiendo a usar las tecnologías, y han creado protocolos de búsqueda con las familias, trabajado herramientas jurídicas y de análisis de contexto; han creado “el primer centro de identificación humana dedicado a personas desparecidas con un enfoque de identificación masiva, y creado un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense”.

La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas atina: “Es urgente que actuemos como sociedad y como Estado –los tres poderes y los tres órdenes de gobierno. Necesitamos abrir una discusión seria sobre una reforma integral que cambie estructuralmente el sistema para garantizar los derechos a la verdad y a la justicia, partiendo de que existen crisis que se entrelazan, y reconociendo que el sistema ordinario no ha dado respuesta. Es una deuda que, como Estado y sociedad, le debemos a las víctimas de desaparición y de graves violaciones a los derechos humanos y, en realidad, nos debemos a todos como país”. Nuestra admiración y respeto para estas madres, deseando encuentren pronto certezas en un México al que no le sea indiferente sus búsquedas.