/ domingo 17 de diciembre de 2017

¿La maldad está en el capital?

Dentro de mis búsquedas en internet, me encontré con un artículo de Carlos Rodríguez Braun titulado “El buen Nobel y la maldad de las empresas”, publicado el 06/12/17 en el sitio http://libertad.org/internacional/el-buen-nobel-y-la-maldad-de-las-empresas/2017/12/ Del cual voy a partir para ayudarnos a profundizar y discernir sobre realidades actuales. En este artículo, Braun cita las siguientes palabras de Richard J. Roberts quien recibió el premio Nobel de Medicina en 1993:

Si solo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos… porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican (hacen crónica) la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento. Es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre.”

Citando a este mismo Nobel, y sobre el mismo tema al que hace referencia Braun, pero tomando la cita de la entrevista publicada por la revista Ariel, cito: “Casi todos los políticos… dependen descaradamente de estas compañías farmacéuticas multinacionales que financian sus campañas(1)”.

Sin lugar a duda esto es una cruda realidad, no obstante, me resultó interesante que el enfoque a estas declaraciones del Nobel (incluyendo él mismo), en varios artículos estuvieran dirigidas para responsabilizar al sistema capitalista de producir estos monopolios de carácter egoísta y destructivo, pero te invito a que consideres lo siguiente:

Cuando se da la concentración de poder, como sucede en un sistema socialista, se abre el camino para que nazcan monopolios de todo tipo y no solo de la industria. William J. Federer lo explica de la siguiente manera:

A medida que el gobierno se concentra más, las entidades de negocio, los sindicatos y los intereses foráneos son atraídos a beneficiarse de él. Envían cortesanos, cabilderos y gente de confianza a procurar favores monopolísticos. Esto da como resultado que se combinan los intereses de las grandes fortunas y del poder con los gobiernos grandes(2)”.

Otro punto que te invito a considerar es que el problema nunca ha sido el capital, sino más bien la ética que se aplica en el capital. Muchas obras que han traído beneficio a la humanidad han sido financiadas por capital privado, por ejemplo: hospitales, universidades, clínicas, orfanatos, programas de alfabetización y la lista es enorme.

El filántropo estadounidense Foster Friess mencionó algo cierto que se comprueba en la historia: “Los EUA experimentaron el matrimonio del capitalismo con el cristianismo; la oportunidad y la libertad de crear riquezas unidas a la dirección moral de usarlas para ayudar a otros (bis)”.

Solo cabe aclarar, que ese cristianismo que le dio dirección moral correcta y prosperidad a EUA, fue la ética bíblica que llevaron consigo los peregrinos en 1620 a esas tierras, una ética muy diferente al cristianismo institucional actual, que en su gran mayoría se tiene en ese país y que los ha venido orillando a graves problemas.

La maldad no se da exclusivamente en las empresas farmacéuticas, se da en todos los campos del desarrollo humano, porque es del corazón del hombre donde tienen origen los malos deseos y motivaciones, que una vez son concebidos, los expresa en todos los campos de su desarrollo. Por esta razón, la solución a esta maldad vendrá cuando consideremos seriamente el valor de la ética bíblica para guiarnos en todas las decisiones de nuestra vida, de nuestro hogar, de nuestra empresa, de nuestra iglesia y de nuestra nación.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

(1) http://www.revista-ariel.org/index.php?option=com_content&view=article&id=992:interview-with-dr-richard-j-roberts-nobel-prize-in-medicine&catid=54:healthy-mind-healthy-body&Itemid=83

(2) Federer, W. (2011). Change To Chains. Louis, MO : AmeriSearch

Dentro de mis búsquedas en internet, me encontré con un artículo de Carlos Rodríguez Braun titulado “El buen Nobel y la maldad de las empresas”, publicado el 06/12/17 en el sitio http://libertad.org/internacional/el-buen-nobel-y-la-maldad-de-las-empresas/2017/12/ Del cual voy a partir para ayudarnos a profundizar y discernir sobre realidades actuales. En este artículo, Braun cita las siguientes palabras de Richard J. Roberts quien recibió el premio Nobel de Medicina en 1993:

Si solo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos… porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican (hacen crónica) la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento. Es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre.”

Citando a este mismo Nobel, y sobre el mismo tema al que hace referencia Braun, pero tomando la cita de la entrevista publicada por la revista Ariel, cito: “Casi todos los políticos… dependen descaradamente de estas compañías farmacéuticas multinacionales que financian sus campañas(1)”.

Sin lugar a duda esto es una cruda realidad, no obstante, me resultó interesante que el enfoque a estas declaraciones del Nobel (incluyendo él mismo), en varios artículos estuvieran dirigidas para responsabilizar al sistema capitalista de producir estos monopolios de carácter egoísta y destructivo, pero te invito a que consideres lo siguiente:

Cuando se da la concentración de poder, como sucede en un sistema socialista, se abre el camino para que nazcan monopolios de todo tipo y no solo de la industria. William J. Federer lo explica de la siguiente manera:

A medida que el gobierno se concentra más, las entidades de negocio, los sindicatos y los intereses foráneos son atraídos a beneficiarse de él. Envían cortesanos, cabilderos y gente de confianza a procurar favores monopolísticos. Esto da como resultado que se combinan los intereses de las grandes fortunas y del poder con los gobiernos grandes(2)”.

Otro punto que te invito a considerar es que el problema nunca ha sido el capital, sino más bien la ética que se aplica en el capital. Muchas obras que han traído beneficio a la humanidad han sido financiadas por capital privado, por ejemplo: hospitales, universidades, clínicas, orfanatos, programas de alfabetización y la lista es enorme.

El filántropo estadounidense Foster Friess mencionó algo cierto que se comprueba en la historia: “Los EUA experimentaron el matrimonio del capitalismo con el cristianismo; la oportunidad y la libertad de crear riquezas unidas a la dirección moral de usarlas para ayudar a otros (bis)”.

Solo cabe aclarar, que ese cristianismo que le dio dirección moral correcta y prosperidad a EUA, fue la ética bíblica que llevaron consigo los peregrinos en 1620 a esas tierras, una ética muy diferente al cristianismo institucional actual, que en su gran mayoría se tiene en ese país y que los ha venido orillando a graves problemas.

La maldad no se da exclusivamente en las empresas farmacéuticas, se da en todos los campos del desarrollo humano, porque es del corazón del hombre donde tienen origen los malos deseos y motivaciones, que una vez son concebidos, los expresa en todos los campos de su desarrollo. Por esta razón, la solución a esta maldad vendrá cuando consideremos seriamente el valor de la ética bíblica para guiarnos en todas las decisiones de nuestra vida, de nuestro hogar, de nuestra empresa, de nuestra iglesia y de nuestra nación.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

(1) http://www.revista-ariel.org/index.php?option=com_content&view=article&id=992:interview-with-dr-richard-j-roberts-nobel-prize-in-medicine&catid=54:healthy-mind-healthy-body&Itemid=83

(2) Federer, W. (2011). Change To Chains. Louis, MO : AmeriSearch