La docencia universitaria, en su gran mayoría, presenta características muy particulares, formas de enseñanza muy verbalistas, aún se trabaja con dictados, se desarrollan clases mecánicas y muy conductistas, poco se trabaja el análisis, la reflexión y el sentido práctico de lo que se aprende; se menciona que una de las posibles causas pudiese ser que los profesionistas que imparten cátedra en el nivel superior no tienen una formación en la docencia, que desconocen estrategias para conducir el proceso de aprendizaje de sus alumnos y por tal motivo enseñan como ellos fueron enseñados.
El maestro juega un papel importante en el proceso de formación del alumno, “varios estudios señalan al factor docente como elemento clave de la transformación educativa, actor principal de la renovación de los modelos de enseñanza” (Aguerrondo, 2004; Fullan, 2002; Vaillant 2005) en (Lea F. Vezub, 2007, pág. 3), es por eso que, el docente es el primero que tiene que desarrollar competencias genéricas que le permitan un proceso de adaptación a su propia realidad, es decir, tendrá que fortalecer competencias para la vida, en segundo lugar, tendrá que desarrollar competencias propias de su función docente, para que sean estas las que le permitan conllevar una práctica pedagógica de calidad, y así generar aprendizajes significativos,
La calidad de la formación del profesional en la docencia determina la mejora de los niveles académicos de los alumnos, además de la perspectiva de educación que pueda tener el maestro, es decir, si el maestro está bien preparado y comprende los enfoques pedagógicos, su práctica la desarrollará en función de estos modelos y como consecuencia los aprendizajes de los alumnos serán mejores, pero como lo establecen (Darling Hammond y Mc. Laughlin, 1995) citado en (Lacarriere Espinoza José Luis, 2008, pág. 60) “el desarrollo profesional se concibe como un proceso de colaboración”, en el cual juegan un papel las instituciones formadores y específicamente los formadores de docentes, como se dijo con antelación, quizás se estén enseñando las teorías nuevas con modelos o procesos tradicionalistas y que quizás los formadores de maestros aun no logran comprender los enfoques con los que se ha de conducir el proceso de aprendizaje.
Es necesaria una formación en la docencia para impartir cátedra en el nivel superior con el propósito de terminar con clase verbalistas, dictados, reproducción o copiado de textos y que se pueda generar la reflexión, la comprensión y el análisis de los que se enseña en clases. Es importante que adquiramos el conocimiento, desarrollemos la habilidad y generemos actitudes positivas para, planificar nuestro trabajo docente, diseñar estrategias que propicien aprendizajes significativos, crear ambientes para el proceso, conocer y manejar las Tecnologías de la Información y Comunicación para apoyar los aprendizajes, y manejar emociones, etc
CLAUDIA HERNANDEZ ZAVALA
ESTUDIANTE DEL DOCTORADO EN EDUCACIÓN UNIVERSIDAD CONTINENTE AMERICANO Plantel, Irapuato