/ lunes 11 de abril de 2022

JUAN VALLE, EL POETA CIEGO DE GUANAJUATO

En Guanajuato capital, en la casa marcada con el número 10 de la calle que actualmente lleva su nombre, luce una placa con esta inscripción: “En este lugar nació el 4 de junio de 1838 el magnífico poeta Juan Valle”. Hasta ahí llegó la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato José Luis Calderón Vela, encabezados por el coordinador, poeta Josué Fernando Morales Gómez y seguidos por Marise Segoviano, Juan José Prado Viramontes, Pedro Vázquez, Esthela Herrera Onofre, Guille Carreño, Chuy Hernández, el que esto escribe y muchos más a fin de montar una guardia de honor, pasando después al Mesón de los Poetas.

A los cuatro años perdió la vista, se piensa que, a causa del sarampión o la escarlatina. Componía sus poemas mentalmente y se los dictaba a su hermano Ignacio, mismo que le leyó la Biblia y a los poetas españoles del siglo XVI. En 1860 era considerado uno de los mejores escritores de poesía llegándose a publicar sus obras en importantes diarios del país. En 1862 publicó su libro titulado “Poesía de Juan Valle”, financiado por Manuel Doblado y editado por Francisco Zarco.

En el prólogo Zarco anotó: “El 13 de marzo de 1859, la fuerza armada y los esbirros con sus pistolas preparadas, lo sacaron violentamente de su casa, lo pasearon por las calles, estimulando a un populacho fanático a que lo insultara y lo apedreara como hereje, y lo encerraron, por fin, en la cárcel, confundiéndole entre los criminales, que tuvieron más piedad del pobre ciego que los heroicos defensores de la religión.

Después de muchos días se abrieron las puertas de la cárcel para el poeta, con la condición de que saliera desterrado; y Valle emprendió una larga caminata a caballo y sin recursos, para alejarse de sus verdugos. ¿Qué mal podía hacer este joven a los opresores del país? ¿Qué armas tenía para esgrimirlas contra ellos? ¿Qué armas tenía? La inteligencia y la palabra, que siempre inquietaron e hicieron temblar a los tiranos”.

En Biografías de Mexicanos Distinguidos, Francisco Sosa dice que “Desde luego llamó la atención de los inteligentes el joven bardo ciego y vaticinaron que Valle sería un escritor distinguido”. Murió a los 26 años, mucho de su obra permanece inédita. Cuando Juan Valle escribe su poema “El Siglo XIX” lo dedica a Comonfort, en él apoya al Plan de Ayutla y a los liberales, lo que causaría su persecución y destierro. Concluyo transcribiendo un soneto para María Josefa Aguilar con quien se casó y tuvo una hija.

“Un viaje voy a hacer, esposa mía, / por orden imperiosa del destino,/ que me sigas no quiero en el camino,/ porque no llevo luz, norte ni guía./ Tú solamente fuiste mi alegría/ de este pobre y errante peregrino/ porque tú hiciste, con tu amor divino,/ tornarse en existencia mi agonía./ Es hora de llorar… más no lloremos; un lazo eterno, misterioso existe,/ que unidos nos mantiene aunque no estemos./ A la amargura, como yo, resiste;/ no llores, no, que al fin nos uniremos/ en la posada silenciosa y triste”.

ezequielsoto@outlook.com

En Guanajuato capital, en la casa marcada con el número 10 de la calle que actualmente lleva su nombre, luce una placa con esta inscripción: “En este lugar nació el 4 de junio de 1838 el magnífico poeta Juan Valle”. Hasta ahí llegó la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato José Luis Calderón Vela, encabezados por el coordinador, poeta Josué Fernando Morales Gómez y seguidos por Marise Segoviano, Juan José Prado Viramontes, Pedro Vázquez, Esthela Herrera Onofre, Guille Carreño, Chuy Hernández, el que esto escribe y muchos más a fin de montar una guardia de honor, pasando después al Mesón de los Poetas.

A los cuatro años perdió la vista, se piensa que, a causa del sarampión o la escarlatina. Componía sus poemas mentalmente y se los dictaba a su hermano Ignacio, mismo que le leyó la Biblia y a los poetas españoles del siglo XVI. En 1860 era considerado uno de los mejores escritores de poesía llegándose a publicar sus obras en importantes diarios del país. En 1862 publicó su libro titulado “Poesía de Juan Valle”, financiado por Manuel Doblado y editado por Francisco Zarco.

En el prólogo Zarco anotó: “El 13 de marzo de 1859, la fuerza armada y los esbirros con sus pistolas preparadas, lo sacaron violentamente de su casa, lo pasearon por las calles, estimulando a un populacho fanático a que lo insultara y lo apedreara como hereje, y lo encerraron, por fin, en la cárcel, confundiéndole entre los criminales, que tuvieron más piedad del pobre ciego que los heroicos defensores de la religión.

Después de muchos días se abrieron las puertas de la cárcel para el poeta, con la condición de que saliera desterrado; y Valle emprendió una larga caminata a caballo y sin recursos, para alejarse de sus verdugos. ¿Qué mal podía hacer este joven a los opresores del país? ¿Qué armas tenía para esgrimirlas contra ellos? ¿Qué armas tenía? La inteligencia y la palabra, que siempre inquietaron e hicieron temblar a los tiranos”.

En Biografías de Mexicanos Distinguidos, Francisco Sosa dice que “Desde luego llamó la atención de los inteligentes el joven bardo ciego y vaticinaron que Valle sería un escritor distinguido”. Murió a los 26 años, mucho de su obra permanece inédita. Cuando Juan Valle escribe su poema “El Siglo XIX” lo dedica a Comonfort, en él apoya al Plan de Ayutla y a los liberales, lo que causaría su persecución y destierro. Concluyo transcribiendo un soneto para María Josefa Aguilar con quien se casó y tuvo una hija.

“Un viaje voy a hacer, esposa mía, / por orden imperiosa del destino,/ que me sigas no quiero en el camino,/ porque no llevo luz, norte ni guía./ Tú solamente fuiste mi alegría/ de este pobre y errante peregrino/ porque tú hiciste, con tu amor divino,/ tornarse en existencia mi agonía./ Es hora de llorar… más no lloremos; un lazo eterno, misterioso existe,/ que unidos nos mantiene aunque no estemos./ A la amargura, como yo, resiste;/ no llores, no, que al fin nos uniremos/ en la posada silenciosa y triste”.

ezequielsoto@outlook.com