Hemos platicado mucho en esta columna sobre emprendimiento y las necesidades de los clientes, cómo identificarlas, la relevancia del emprendedor en la economía actual tanto por las cifras de desempleo como su aportación en la re- distribución de la riqueza. Ha sido un año difícil y lleno de afectaciones de tipo: a) social que limitan las reuniones y en casos extremos, la entrada a ciertos lugares. b) personales porque al estar trabajando en casa se desarrollaron ansiedad y depresión c) económicas porque muchos negocios bajaron sus cortinas ocasionando despidos, disminución de ingresos y de ahí surgieron muchos nuevos emprendedores a los que damos la bienvenida en este maravilloso trayecto y deseamos el mayor de los éxitos.
Ahora, en cierre de 2020, es importante hablar de un tema que genera comezón a la mayoría de las personas: finanzas personales. Hay dos corrientes que suenan muy fuerte en los medios de comunicación. La primera dice que debemos ahorrar en todo y evitar cualquier gasto como café, galletas, chicles, aportaciones al “viene-viene”, etc. Te diré que es útil llevar un registro del total de ingresos y salidas de dinero, eso es básico y a grandes rasgos se le conoce como flujo de efectivo, sin embargo, llega a ser estresante tanta limitación. Aunque claro, es muy recomendable si no tienes pocos ingresos o ninguno.
La segunda corriente habla sobre abundancia, a veces se malentiende como programar la mente para gastos grandes para incentivar el ingreso. Esto es positivo si va acompañado de una metodología que permita incrementar las entradas de dinero y sobre todo ingresos pasivos (en otro momento tocaremos este tema). En realidad, gastar por hacerlo resulta contraproducente porque carece de técnica, es decir, así se generan las deudas impagables y se termina en buró de crédito.
Una situación intermedia siempre será mejor, ¿por qué? Porque requiere la metodología de la primera con la motivación y mentalidad de la segunda y eso te llevará al éxito financiero.
Regresando al tema de control de ingresos, Al inicio de la pandemia, se decía que habría ahorros porque se eliminaría el café de la mañana en la tienda de conveniencia con sus respectivas galletas o la botana de medio día, y claramente, nada de salidas con los compañeros de trabajo. Ahora, se ha relajado el tema de las salidas por parte de los consumidores y se han encontrado otras formas de gasto hormiga: servicios de streaming, es decir, los que se usan para series y películas, los de música, aquellos de video y otros tipos de suscripciones. Están las compras que anteriormente eran de pequeñas porciones y ahora son por mayoreo, o bien, paquetes de comida de mayor tamaño para aguantar los antojos en el hogar. Uso de apps de transporte privado como UBER para evitar contacto en camiones o combis. O bien, el uso de apps de que llevan comida preparada para no salir.
Haz una lista de tus nuevos gastos hormiga para identificar dónde se está fugando tu dinero y comenzar el proceso de las finanzas sanas.
Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”.
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