/ viernes 20 de agosto de 2021

ES NUESTRA ACTITUD

Sin lugar a dudas las personas buscamos actitud más que aptitud, por ejemplo, si necesitamos un dentista, por supuesto que queremos a alguien con preparación técnica y científica en su ramo, pero también nos interesa mucho su honestidad y que tenga una buena actitud al tratarnos como pacientes.

La mayoría de las personas estamos conscientes de la importancia de una buena actitud al momento de buscarla en los demás, pero pocas aceptan la importancia que tiene desarrollarla en uno mismo.

Tan es así, que escuchamos frecuentemente el enorme deseo que existe de que las cosas mejoren en todos los aspectos del quehacer humano, como la economía, la seguridad, la educación, el bienestar en general, pero se pasa por alto que si las personas no cambian, el mundo no cambia.

Existe la tendencia de señalar lo malo que hacen los demás y no querer ver lo malo que hace uno, y en este contexto, no hay mayor desgaste para otros que cuando una persona considera que su actitud es la correcta aunque toda evidencia demuestra lo contrario.

Es un hecho que la actitud, más que la aptitud, es la que hace o deshace a una persona. Todos nacemos dotados con diferentes capacidades o aptitudes para desarrollar en la vida, unos en los números, otros en las artes, otros en el comercio, otros en las ciencias o en algún oficio, etc. estas aptitudes nos toca a nosotros descubrirlas y ponerlas a trabajar no sólo para el beneficio personal sino para la contribución significativa que podemos hacer a la humanidad.

Pero nadie traemos ya integrada una buena actitud, esto es algo que tenemos que desarrollar cada día. Así que alguien puede tener una aptitud o capacidad excelente para los números, pero si no tiene una buena actitud, tarde o temprano, esta carencia, destruirá su capacidad de alcanzar el verdadero éxito.

La mala actitud siempre será nuestra peor enemiga para todo lo que queramos alcanzar y desarrollar en esta vida, será nuestro mayor obstáculo para el verdadero progreso personal, familiar, económico y social.

Una mala actitud destruirá nuestra capacidad para desarrollar sanas relaciones con los demás, nos afecta en el desarrollo de la apreciación de nosotros mismos, nos sumerge en el pantano de la amargura, la frustración, la depresión, la envidia, el desánimo y demás males que surgen y van creciendo de una mala actitud.

¿Cuáles de estos males y malas actitudes en general, consideras tú que prevalecen en el panorama nacional de nuestro país?

Es muy común cometer el error de que cuando confrontamos diversas dificultades de la vida, en vez de fortalecer y acrecentar una buena actitud, esta brille por su ausencia, porque la tendencia es sonreír solo cuando las cosas van conforme a nuestros deseos, y si no es así, permitimos que las adversidades controlen nuestra actitud, llenándonos de un enorme sinsabor hacia la vida.

No hay mayor obstáculo en esta vida que el que uno mismo se impone con su actitud. Al pensar en esta realidad, se nos abre el panorama de que es nuestro deber responsabilizarnos de la actitud que elegimos en nosotros mismos, nada ni nadie puede decidir esto por nosotros, aunque exista la tentación de querer responsabilizar o culpar a otros o a cualquier cosa o suceso externo por la actitud con la que confrontamos la vida, aceptar esta tentación es caer en el engaño y a la sujeción permanente a una vida muy miserable.

Comprendiendo esto, tenemos que llegar a la conclusión de la necesidad apremiante que tenemos todas las personas de desarrollar buenas actitudes y mantener cautiva toda actitud destructiva.

Por miles de años, el ser humano ha buscado diferentes fuentes para alimentar su actitud, pero la única que a lo largo de la historia ha dado el fruto de producir una buena actitud en el humano, es la fuente bíblica, muy a pesar del misticismo, religión, mala interpretación que de ella se ha querido hacer, no hay otro documento como este que contenga tanta riqueza para enseñarnos y ayudarnos a desarrollar buenas actitudes, y demostrarnos que se nos ha dado una enorme capacidad para estar sobre las dificultades y no estas sobre nosotros.

La próxima vez que te fijes en la actitud de los demás, considera seriamente en revisar la tuya, pregúntate cómo esta tu actitud, y date la oportunidad de analizar con una mente abierta el documento bíblico viendo lo que puede ofrecerte para desarrollar buenas actitudes, porque después de todo, es nuestra actitud la más importante. Solo así podremos mejorar el mundo que nos rodea.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.



Sin lugar a dudas las personas buscamos actitud más que aptitud, por ejemplo, si necesitamos un dentista, por supuesto que queremos a alguien con preparación técnica y científica en su ramo, pero también nos interesa mucho su honestidad y que tenga una buena actitud al tratarnos como pacientes.

La mayoría de las personas estamos conscientes de la importancia de una buena actitud al momento de buscarla en los demás, pero pocas aceptan la importancia que tiene desarrollarla en uno mismo.

Tan es así, que escuchamos frecuentemente el enorme deseo que existe de que las cosas mejoren en todos los aspectos del quehacer humano, como la economía, la seguridad, la educación, el bienestar en general, pero se pasa por alto que si las personas no cambian, el mundo no cambia.

Existe la tendencia de señalar lo malo que hacen los demás y no querer ver lo malo que hace uno, y en este contexto, no hay mayor desgaste para otros que cuando una persona considera que su actitud es la correcta aunque toda evidencia demuestra lo contrario.

Es un hecho que la actitud, más que la aptitud, es la que hace o deshace a una persona. Todos nacemos dotados con diferentes capacidades o aptitudes para desarrollar en la vida, unos en los números, otros en las artes, otros en el comercio, otros en las ciencias o en algún oficio, etc. estas aptitudes nos toca a nosotros descubrirlas y ponerlas a trabajar no sólo para el beneficio personal sino para la contribución significativa que podemos hacer a la humanidad.

Pero nadie traemos ya integrada una buena actitud, esto es algo que tenemos que desarrollar cada día. Así que alguien puede tener una aptitud o capacidad excelente para los números, pero si no tiene una buena actitud, tarde o temprano, esta carencia, destruirá su capacidad de alcanzar el verdadero éxito.

La mala actitud siempre será nuestra peor enemiga para todo lo que queramos alcanzar y desarrollar en esta vida, será nuestro mayor obstáculo para el verdadero progreso personal, familiar, económico y social.

Una mala actitud destruirá nuestra capacidad para desarrollar sanas relaciones con los demás, nos afecta en el desarrollo de la apreciación de nosotros mismos, nos sumerge en el pantano de la amargura, la frustración, la depresión, la envidia, el desánimo y demás males que surgen y van creciendo de una mala actitud.

¿Cuáles de estos males y malas actitudes en general, consideras tú que prevalecen en el panorama nacional de nuestro país?

Es muy común cometer el error de que cuando confrontamos diversas dificultades de la vida, en vez de fortalecer y acrecentar una buena actitud, esta brille por su ausencia, porque la tendencia es sonreír solo cuando las cosas van conforme a nuestros deseos, y si no es así, permitimos que las adversidades controlen nuestra actitud, llenándonos de un enorme sinsabor hacia la vida.

No hay mayor obstáculo en esta vida que el que uno mismo se impone con su actitud. Al pensar en esta realidad, se nos abre el panorama de que es nuestro deber responsabilizarnos de la actitud que elegimos en nosotros mismos, nada ni nadie puede decidir esto por nosotros, aunque exista la tentación de querer responsabilizar o culpar a otros o a cualquier cosa o suceso externo por la actitud con la que confrontamos la vida, aceptar esta tentación es caer en el engaño y a la sujeción permanente a una vida muy miserable.

Comprendiendo esto, tenemos que llegar a la conclusión de la necesidad apremiante que tenemos todas las personas de desarrollar buenas actitudes y mantener cautiva toda actitud destructiva.

Por miles de años, el ser humano ha buscado diferentes fuentes para alimentar su actitud, pero la única que a lo largo de la historia ha dado el fruto de producir una buena actitud en el humano, es la fuente bíblica, muy a pesar del misticismo, religión, mala interpretación que de ella se ha querido hacer, no hay otro documento como este que contenga tanta riqueza para enseñarnos y ayudarnos a desarrollar buenas actitudes, y demostrarnos que se nos ha dado una enorme capacidad para estar sobre las dificultades y no estas sobre nosotros.

La próxima vez que te fijes en la actitud de los demás, considera seriamente en revisar la tuya, pregúntate cómo esta tu actitud, y date la oportunidad de analizar con una mente abierta el documento bíblico viendo lo que puede ofrecerte para desarrollar buenas actitudes, porque después de todo, es nuestra actitud la más importante. Solo así podremos mejorar el mundo que nos rodea.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.