/ lunes 19 de octubre de 2020

ENCÍCLICA “FRATELLI TUTTI"

PRIMERA PARTE

“Fratelli Tutti”, Hermanos todos, es el título de la tercera encíclica del Pontífice argentino, versa sobre la fraternidad y la amistad social. En ella, el papa Francisco, propone un nuevo orden mundial -asómbrense- con los pobres en el centro. La encíclica tiene como antecedentes, la encíclica “Lumen Fidei”, escrita a cuatro manos con Benedicto XVI- y “Laudato si”, su otra encíclica social, en la que realiza una crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato a favor de una acción mundial rápida y unificada “para combatir la degradación ambiental y el cambio climático!”. Ésta y Fratelli Tutti, muestran la preocupación del papa Francisco por la fraternidad y la casa común, nuestra madre tierra. Son un total de 287 partes para convencer o animar a la humanidad a reconocernos todos como hermanos y hermanas y así vivir en la casa común que el Padre nos ha confiado. También contiene los grandes ideales o caminos concretos a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas, en la vida social, en la política y en las instituciones. La tercera encíclica se basó en el “Documento sobre la Fraternidad humana” firmado junto al Gran Imán de Al-Azhar en febrero de 2019.

El contenido de la tercera encíclica está dividido en 8 capítulos: 1. Las sombras de un mundo cerrado. 2. Un extraño en el camino. 3. Pensar y gestar un mundo abierto- 4. Un corazón abierto al mundo entero. 5. La mejor política. 6. Diálogo y amistad social. 7. Camino de reencuentros y 8. Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo. Veamos algunas partes o aspectos que deseo dar a conocer. La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, resentidos y agresivos. La política se vuelve cada día más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el divide y vencerás, afirma el Pontífice en el punto 12 y se pregunta: “Qué significa hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para usarlas como instrumentos de dominación” “la política ya no es sí una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino solo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz”. En el apartado 17 el Papa asevera “Frecuentemente las voces que se levantan para la defensa del medio ambiente son acalladas o ridiculizadas, disfrazando de racionalidad lo que son sólo intereses particulares” O lo que es peor, son reuniones para lucir lujosos vestuarios y para presentarse como preocupados de nuestro planeta. Esta encíclica se escribió durante la pandemia, Italia fue uno de los países más afectados en Europa, incluso en el convento de las Hermanas de la Cruz de Sevilla se confirmó que 86 de las religiosas dieron positivo por Covid-19, al respecto, el Papa recordó a los más vulnerables, en el punto 19 escribió: “Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así”.

En el apartado 65 subrayó: “Como todos estamos muy concentrados en nuestras propias necesidades, ver a alguien sufriendo nos molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los problemas ajenos. Estos son síntomas de una sociedad enferma, porque busca construirse de espaldas al dolor” “Hay dos tipos de personas”. señala el Papa Francisco en el punto 70: “Las que se hacen cargo del dolor y las que pasan de largo; las que se inclinan reconociendo al caído y las que distraen su mirada y aceleran el paso. Es la hora de la verdad: ¿nos inclinaremos para tocar a curar las heridas de los otros? ¿Nos inclinaremos para cargarnos al hombro unos a otros?”

Y en el apartado 127, el Papa dice: “Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos?” “¿Este es el verdadero camino de la paz y no la estrategia carente de sentido y corta de miras de sembrar temor y desconfianza ante amenazas externas”.

PRIMERA PARTE

“Fratelli Tutti”, Hermanos todos, es el título de la tercera encíclica del Pontífice argentino, versa sobre la fraternidad y la amistad social. En ella, el papa Francisco, propone un nuevo orden mundial -asómbrense- con los pobres en el centro. La encíclica tiene como antecedentes, la encíclica “Lumen Fidei”, escrita a cuatro manos con Benedicto XVI- y “Laudato si”, su otra encíclica social, en la que realiza una crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato a favor de una acción mundial rápida y unificada “para combatir la degradación ambiental y el cambio climático!”. Ésta y Fratelli Tutti, muestran la preocupación del papa Francisco por la fraternidad y la casa común, nuestra madre tierra. Son un total de 287 partes para convencer o animar a la humanidad a reconocernos todos como hermanos y hermanas y así vivir en la casa común que el Padre nos ha confiado. También contiene los grandes ideales o caminos concretos a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas, en la vida social, en la política y en las instituciones. La tercera encíclica se basó en el “Documento sobre la Fraternidad humana” firmado junto al Gran Imán de Al-Azhar en febrero de 2019.

El contenido de la tercera encíclica está dividido en 8 capítulos: 1. Las sombras de un mundo cerrado. 2. Un extraño en el camino. 3. Pensar y gestar un mundo abierto- 4. Un corazón abierto al mundo entero. 5. La mejor política. 6. Diálogo y amistad social. 7. Camino de reencuentros y 8. Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo. Veamos algunas partes o aspectos que deseo dar a conocer. La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, resentidos y agresivos. La política se vuelve cada día más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el divide y vencerás, afirma el Pontífice en el punto 12 y se pregunta: “Qué significa hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para usarlas como instrumentos de dominación” “la política ya no es sí una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino solo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz”. En el apartado 17 el Papa asevera “Frecuentemente las voces que se levantan para la defensa del medio ambiente son acalladas o ridiculizadas, disfrazando de racionalidad lo que son sólo intereses particulares” O lo que es peor, son reuniones para lucir lujosos vestuarios y para presentarse como preocupados de nuestro planeta. Esta encíclica se escribió durante la pandemia, Italia fue uno de los países más afectados en Europa, incluso en el convento de las Hermanas de la Cruz de Sevilla se confirmó que 86 de las religiosas dieron positivo por Covid-19, al respecto, el Papa recordó a los más vulnerables, en el punto 19 escribió: “Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así”.

En el apartado 65 subrayó: “Como todos estamos muy concentrados en nuestras propias necesidades, ver a alguien sufriendo nos molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los problemas ajenos. Estos son síntomas de una sociedad enferma, porque busca construirse de espaldas al dolor” “Hay dos tipos de personas”. señala el Papa Francisco en el punto 70: “Las que se hacen cargo del dolor y las que pasan de largo; las que se inclinan reconociendo al caído y las que distraen su mirada y aceleran el paso. Es la hora de la verdad: ¿nos inclinaremos para tocar a curar las heridas de los otros? ¿Nos inclinaremos para cargarnos al hombro unos a otros?”

Y en el apartado 127, el Papa dice: “Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos?” “¿Este es el verdadero camino de la paz y no la estrategia carente de sentido y corta de miras de sembrar temor y desconfianza ante amenazas externas”.