/ domingo 23 de septiembre de 2018

El negocio de la muerte 6ª parte

Es importante que como sociedad comprendamos que cuando se llama aborto y no asesinato, es más fácil venderle esta idea a una sociedad que carece de conocimiento de lo que verdaderamente implica terminar la vida de una ser humano dentro de la matriz de su madre.

Tomemos el caso del reconocido médico Bernard Nathanson, quien fuera conocido en un momento de su vida como “el rey del aborto” por la cantidad de abortos que realizó y por su activismo a favor del mismo, hasta que pudo observar el corazón del feto en los monitores electrónicos y fue cuando se planteo por primera vez qué es lo que estaban haciendo realmente. De sus propias palabras él relató lo siguiente:

“Me reclutó un compañero ginecólogo que estaba practicando abortos en ese momento, para poner el ecógrafo sobre el abdomen de las mujeres que iban a abortar, se veía como el feto era perseguido por el abortista y al final muerto, absorbido, desintegrado. El resultado fue una cinta de un feto siendo atacado por el abortista desde abajo mientras filmábamos desde arriba, en otras palabras, desde fuera del útero, y los resultados de esta película no solo fueron espantosos y horribles, sino que mostraron la realidad de un feto que se desgarra vivo, en color, no era un ecógrafo en blanco y negro, lo vivimos en color (1).”

Nathanson declaró que fue la evidencia científica y tecnológica la que le demostró lo que estaba haciendo, la cruda realidad a color: asesinato, este hecho le dio un giro a su vida, y abandonó su postura y practicas sobre el aborto, volviéndose un activo defensor de la vida y un incansable educador sobre la realidad del aborto.

Cuando escuchamos de quienes están a favor del aborto, argumentar que el aborto permite evitar que niños no deseados que son abandonados por sus padres sufran y terminen siendo niños de la calle, no es un argumento válido para quienes llegan a vivir esta experiencia:

Efraín Valles Morales tuvo una infancia muy difícil creciendo como un niño de la calle, su madre lo abandonó desde muy pequeño y al fallecer su padre tuvo que salir a trabajar en las calles de la ciudad de Cuzco en Perú, aprendió a hablar diversos idiomas al tratar de vender sus artículos a los turistas, y con el apoyo de una fundación estudió la carrera de turismo, siguiendo su sueño de ser guía turístico, sueño que finalmente alcanzó, y es uno de los mejores guías. La revista británica Wanderlust le otorgó el reconocimiento como el mejor guía turístico del mundo en el año 2014 (2).

Pero como este caso hay muchos más, donde con seguridad, si se les llegara a preguntar a estas personas, si hubieran querido que otros decidieran poner fin a sus vidas, solo por considerar que sus circunstancias no eran las óptimas, óptimas desde el punto de vista de quienes así lo hubieran determinado para poner fin a sus vidas, ¿qué respuesta darían?

Sabemos también, que cantidad de mujeres y hombres, deciden abortar a sus criaturas por una mala información sobre lo que es el aborto, ya que si muchos de ellos hubieran sabido que ese “feto o bola de células” (como se les suele decir), era un ser humano que se llamaría Gloria, Felipe, Lorena, Pedro y muchos otros nombres más, que iban a tener talentos y sueños que hubieran querido desarrollar, con seguridad no hubieran abortado. Sobre esto último trataremos en la 7ª parte.

Muchas gracias por tu paciencia, tu interés y tu tiempo para seguir esta serie.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

____________________________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

(1) https://www.cobipef.org/videos/blood-money-documental-acerca-de-la-industria-del-aborto

(2) https://es.aleteia.org/2016/07/18/de-la-pobreza-a-la-cumbre-mostrando-las-maravillas-del-peru/


Es importante que como sociedad comprendamos que cuando se llama aborto y no asesinato, es más fácil venderle esta idea a una sociedad que carece de conocimiento de lo que verdaderamente implica terminar la vida de una ser humano dentro de la matriz de su madre.

Tomemos el caso del reconocido médico Bernard Nathanson, quien fuera conocido en un momento de su vida como “el rey del aborto” por la cantidad de abortos que realizó y por su activismo a favor del mismo, hasta que pudo observar el corazón del feto en los monitores electrónicos y fue cuando se planteo por primera vez qué es lo que estaban haciendo realmente. De sus propias palabras él relató lo siguiente:

“Me reclutó un compañero ginecólogo que estaba practicando abortos en ese momento, para poner el ecógrafo sobre el abdomen de las mujeres que iban a abortar, se veía como el feto era perseguido por el abortista y al final muerto, absorbido, desintegrado. El resultado fue una cinta de un feto siendo atacado por el abortista desde abajo mientras filmábamos desde arriba, en otras palabras, desde fuera del útero, y los resultados de esta película no solo fueron espantosos y horribles, sino que mostraron la realidad de un feto que se desgarra vivo, en color, no era un ecógrafo en blanco y negro, lo vivimos en color (1).”

Nathanson declaró que fue la evidencia científica y tecnológica la que le demostró lo que estaba haciendo, la cruda realidad a color: asesinato, este hecho le dio un giro a su vida, y abandonó su postura y practicas sobre el aborto, volviéndose un activo defensor de la vida y un incansable educador sobre la realidad del aborto.

Cuando escuchamos de quienes están a favor del aborto, argumentar que el aborto permite evitar que niños no deseados que son abandonados por sus padres sufran y terminen siendo niños de la calle, no es un argumento válido para quienes llegan a vivir esta experiencia:

Efraín Valles Morales tuvo una infancia muy difícil creciendo como un niño de la calle, su madre lo abandonó desde muy pequeño y al fallecer su padre tuvo que salir a trabajar en las calles de la ciudad de Cuzco en Perú, aprendió a hablar diversos idiomas al tratar de vender sus artículos a los turistas, y con el apoyo de una fundación estudió la carrera de turismo, siguiendo su sueño de ser guía turístico, sueño que finalmente alcanzó, y es uno de los mejores guías. La revista británica Wanderlust le otorgó el reconocimiento como el mejor guía turístico del mundo en el año 2014 (2).

Pero como este caso hay muchos más, donde con seguridad, si se les llegara a preguntar a estas personas, si hubieran querido que otros decidieran poner fin a sus vidas, solo por considerar que sus circunstancias no eran las óptimas, óptimas desde el punto de vista de quienes así lo hubieran determinado para poner fin a sus vidas, ¿qué respuesta darían?

Sabemos también, que cantidad de mujeres y hombres, deciden abortar a sus criaturas por una mala información sobre lo que es el aborto, ya que si muchos de ellos hubieran sabido que ese “feto o bola de células” (como se les suele decir), era un ser humano que se llamaría Gloria, Felipe, Lorena, Pedro y muchos otros nombres más, que iban a tener talentos y sueños que hubieran querido desarrollar, con seguridad no hubieran abortado. Sobre esto último trataremos en la 7ª parte.

Muchas gracias por tu paciencia, tu interés y tu tiempo para seguir esta serie.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; facebook, twitter, YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

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Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.

Referencias:

(1) https://www.cobipef.org/videos/blood-money-documental-acerca-de-la-industria-del-aborto

(2) https://es.aleteia.org/2016/07/18/de-la-pobreza-a-la-cumbre-mostrando-las-maravillas-del-peru/