/ sábado 16 de julio de 2022

COPROFILIA -AMOR POR LA CACA- EN LA 4T

El pasado 10 de julio se publicó imperdible entrevista de la periodista argentina Bernarda Llorente al Papa Francisco, en la que éste relaciona, entre los pecados, a la coprofilia (kopros: caca): “el amor a la caca, la porquería, lo sucio”, “el buscar ensuciar”, “el escándalo por el escándalo”. Y el gobierno de la 4t por esos días daba pruebas de esa afición (cayó “como anillo al dedo”). El 7 de julio, el presidente López Obrador citó a su púlpito mañanero a Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, a que revelara datos sobre movimientos financieros ilegales del expresidente Peña; apenas $26 millones de pesos cuantificó. López Obrador resaltó ahí que esa información no podía ocultarse. Ah, pero el lunes siguiente, 11 de julio, el mismo AMLO aclaró que su gobierno no presentará ninguna denuncia penal contra Peña Nieto ni ningún exmandatario. ¿Por qué reculó? Evidencias de suciedad de los gobiernos de Peña y estatales, simultáneos, hieden, como no se olía desde tiempos de Plutarco Elías Calles, Miguel Alemán o José López Portillo. Pero el asquerosamente corrupto de Peña puede estar tranquilo: AMLO dijo no existe persecución en su contra, negó que la investigación de la UIF sea por estar operando desde España la elección del Edomex, y aseguró que no existe pacto alguno con su antecesor. Recordó que buscaba enjuiciar a expresidentes si el pueblo lo ordenaba, pero como la consulta hecha no dio resultados vinculatorios, su gobierno no procederá penalmente contra ningún exmandatario. La actuación del presidente y del titular de la UIF, además de violar varias disposiciones constitucionales, incluyendo dejar impune la presunta corrupción de Peña, demuestra que el amor por lo sucio, buscar ensuciar para lucrar políticamente, el escándalo por el escándalo, son estiércol que desde Palacio Nacional se arroja al ventilador. Los daños a imagen presidencial por la estrategia fallida contra inseguridad, por inflación incontenida que afecta más a los más pobres, el desastre al desaparecer el Seguro Popular, exhibiciones de corrupción de familiares y colaboradores, se buscarán controlar con coprofilia cada día más.


El presidente reiteró estar muy agradecido con Peña: “Yo hasta públicamente le agradecí, y eso lo digo a los cuatro vientos, y que se oiga bien y que se oiga fuerte, al Lic. Peña Nieto, porque no se metió en la elección presidencial”. Se entiende su cariño por varias razones: la corrupción de gobiernos peñista y estatales propició ganara la elección; Peña usó a la PGR para exhibir supuesta suciedad de Ricardo Anaya que luego dijo no existió; no indujo a José Antonio Meade a declinar por Anaya (que le pedían empresarios); y Peña lo dejó gobernar al día siguiente de la elección, adelantando ejercicio del poder presidencial. Amor con amor se paga. Coprofilia con coprofilia. Hace unos meses el gobierno de AMLO dio por cerrado el caso de la “Casa Blanca” del expresidente y su ex esposa, Angélica Rivera, luego de que 3 funcionarios fueran imputados por extraviar el expediente con pruebas del caso. Se ha publicado recién en medios nacionales (Edgar Hernández, Loret) que Peña tiene más audios, videos y documentos de suciedad de AMLO, familiares y círculo cercano, algunos recopilados por el CISEN en más de 20 años, que refieren asesinatos de hermano y un amigo, la compra de su finca cuando fue dirigente del PRI en Tabasco, los acuerdos económicos para retirar plantón en el Zócalo, la alianza con el Cártel de Sinaloa.


Olor a podrido en Campeche y otros lares expaden. La gobernadora Layda Sansores lleva semanas lanzando al ventilador suciedad de su antecesor y actual presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, apestoso como ella: de victimaria pasó a víctima, al exhibir sobrino cagenche sus pestilencias. Hay harta “kopros ” y adictos. En lugar de coprofilia (con calumnia, difamación y desinformación son pecado, dijo el Papa), centrémonos en lo importante: inseguridad, salud, inflación, educación, empleo, medioambiente, oportunidades perdiéndose. ¡No a distracciones!

El pasado 10 de julio se publicó imperdible entrevista de la periodista argentina Bernarda Llorente al Papa Francisco, en la que éste relaciona, entre los pecados, a la coprofilia (kopros: caca): “el amor a la caca, la porquería, lo sucio”, “el buscar ensuciar”, “el escándalo por el escándalo”. Y el gobierno de la 4t por esos días daba pruebas de esa afición (cayó “como anillo al dedo”). El 7 de julio, el presidente López Obrador citó a su púlpito mañanero a Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, a que revelara datos sobre movimientos financieros ilegales del expresidente Peña; apenas $26 millones de pesos cuantificó. López Obrador resaltó ahí que esa información no podía ocultarse. Ah, pero el lunes siguiente, 11 de julio, el mismo AMLO aclaró que su gobierno no presentará ninguna denuncia penal contra Peña Nieto ni ningún exmandatario. ¿Por qué reculó? Evidencias de suciedad de los gobiernos de Peña y estatales, simultáneos, hieden, como no se olía desde tiempos de Plutarco Elías Calles, Miguel Alemán o José López Portillo. Pero el asquerosamente corrupto de Peña puede estar tranquilo: AMLO dijo no existe persecución en su contra, negó que la investigación de la UIF sea por estar operando desde España la elección del Edomex, y aseguró que no existe pacto alguno con su antecesor. Recordó que buscaba enjuiciar a expresidentes si el pueblo lo ordenaba, pero como la consulta hecha no dio resultados vinculatorios, su gobierno no procederá penalmente contra ningún exmandatario. La actuación del presidente y del titular de la UIF, además de violar varias disposiciones constitucionales, incluyendo dejar impune la presunta corrupción de Peña, demuestra que el amor por lo sucio, buscar ensuciar para lucrar políticamente, el escándalo por el escándalo, son estiércol que desde Palacio Nacional se arroja al ventilador. Los daños a imagen presidencial por la estrategia fallida contra inseguridad, por inflación incontenida que afecta más a los más pobres, el desastre al desaparecer el Seguro Popular, exhibiciones de corrupción de familiares y colaboradores, se buscarán controlar con coprofilia cada día más.


El presidente reiteró estar muy agradecido con Peña: “Yo hasta públicamente le agradecí, y eso lo digo a los cuatro vientos, y que se oiga bien y que se oiga fuerte, al Lic. Peña Nieto, porque no se metió en la elección presidencial”. Se entiende su cariño por varias razones: la corrupción de gobiernos peñista y estatales propició ganara la elección; Peña usó a la PGR para exhibir supuesta suciedad de Ricardo Anaya que luego dijo no existió; no indujo a José Antonio Meade a declinar por Anaya (que le pedían empresarios); y Peña lo dejó gobernar al día siguiente de la elección, adelantando ejercicio del poder presidencial. Amor con amor se paga. Coprofilia con coprofilia. Hace unos meses el gobierno de AMLO dio por cerrado el caso de la “Casa Blanca” del expresidente y su ex esposa, Angélica Rivera, luego de que 3 funcionarios fueran imputados por extraviar el expediente con pruebas del caso. Se ha publicado recién en medios nacionales (Edgar Hernández, Loret) que Peña tiene más audios, videos y documentos de suciedad de AMLO, familiares y círculo cercano, algunos recopilados por el CISEN en más de 20 años, que refieren asesinatos de hermano y un amigo, la compra de su finca cuando fue dirigente del PRI en Tabasco, los acuerdos económicos para retirar plantón en el Zócalo, la alianza con el Cártel de Sinaloa.


Olor a podrido en Campeche y otros lares expaden. La gobernadora Layda Sansores lleva semanas lanzando al ventilador suciedad de su antecesor y actual presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, apestoso como ella: de victimaria pasó a víctima, al exhibir sobrino cagenche sus pestilencias. Hay harta “kopros ” y adictos. En lugar de coprofilia (con calumnia, difamación y desinformación son pecado, dijo el Papa), centrémonos en lo importante: inseguridad, salud, inflación, educación, empleo, medioambiente, oportunidades perdiéndose. ¡No a distracciones!