/ sábado 25 de septiembre de 2021

Clientes tóxicos parte 3

La columna anterior vimos la primera parte de una lista sobre tipos de clientes tóxicos. Hoy continuamos con el resto de personajes quienes hay que distanciarse.


  1. SOCIO IMAGINARIO. Les llamo SEI (Socios de Empresas Imaginarias), porque en vez de pagar ahora, reparten utilidades de proyectos que no han arrancado.

Esta es otra manera de pedir trabajo gratis es ofrecerte ser “socio”, y prometiendo grandes ganancias cuando tengan éxito. Y a menos que veas formalidad, mejor rechaza la idea.

Si te piden que lleves la mayor carga de trabajo al inicio ¡HUYE! No habrá compromiso debido a que tu esfuerzo les cuesta cero pesos.

Imagina trabajar 3 meses y quien sugirió la sociedad abandone el barco, o bien, considere que no es lo que quería inicialmente.

Frases comunes:

Ahorita es pura “chamba” pero vas a ver que cuando esto arranque nos irá súper bien. // La verdad no tengo cómo pagarte ahora, pero si esto funciona, tendrás tu parte.


  1. SOCIO IMAGINARIO ABUSIVO. Así es, aún en esta lista tenemos a uno más abusivo que el anterior. Merece su lugar aparte porque además de pedir que trabajes gratis, exige como si recibieras sueldo.

Además, ignora tus sugerencias o solicita modificaciones de todo tipo sin considerar que tienes otras cosas por hacer. Esencialmente falta el respeto a tu trabajo.


También cancela citas de último momento o te deja plantad @.

Sus frases:

Urge que lo modifiques. // Necesito que nos veamos a tal hora. // Se me olvidó lo que acordamos//


  1. EL MALA ONDA QUE JURA QUE ES BUENA ONDA. El que se la pasa recordándote que es tu cliente (normalmente paga poco) y exige tu tiempo como si fueras empleado con prestaciones.

Además de pagar poco, se siente generoso. Exprime mucho. Por cierto, tampoco es agradecido, si le das más esperando que reconozca tu esfuerzo, no sucederá.

Sus frases:

Acuérdate que el cliente paga/ qué bueno que tienes “chamba acá conmigo/Qué bonito (inserte aquí cualquier objeto nuevo) ¿te lo compraste con lo que me cobras?

Todos hemos conocido a la mitad de ese tipo de clientes cuando empezamos, la maduración consiste en alejarnos de ellos en cuánto veamos que están rondando nuestro proyecto.


Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”.

Mariana.pefer@gmail.com


La columna anterior vimos la primera parte de una lista sobre tipos de clientes tóxicos. Hoy continuamos con el resto de personajes quienes hay que distanciarse.


  1. SOCIO IMAGINARIO. Les llamo SEI (Socios de Empresas Imaginarias), porque en vez de pagar ahora, reparten utilidades de proyectos que no han arrancado.

Esta es otra manera de pedir trabajo gratis es ofrecerte ser “socio”, y prometiendo grandes ganancias cuando tengan éxito. Y a menos que veas formalidad, mejor rechaza la idea.

Si te piden que lleves la mayor carga de trabajo al inicio ¡HUYE! No habrá compromiso debido a que tu esfuerzo les cuesta cero pesos.

Imagina trabajar 3 meses y quien sugirió la sociedad abandone el barco, o bien, considere que no es lo que quería inicialmente.

Frases comunes:

Ahorita es pura “chamba” pero vas a ver que cuando esto arranque nos irá súper bien. // La verdad no tengo cómo pagarte ahora, pero si esto funciona, tendrás tu parte.


  1. SOCIO IMAGINARIO ABUSIVO. Así es, aún en esta lista tenemos a uno más abusivo que el anterior. Merece su lugar aparte porque además de pedir que trabajes gratis, exige como si recibieras sueldo.

Además, ignora tus sugerencias o solicita modificaciones de todo tipo sin considerar que tienes otras cosas por hacer. Esencialmente falta el respeto a tu trabajo.


También cancela citas de último momento o te deja plantad @.

Sus frases:

Urge que lo modifiques. // Necesito que nos veamos a tal hora. // Se me olvidó lo que acordamos//


  1. EL MALA ONDA QUE JURA QUE ES BUENA ONDA. El que se la pasa recordándote que es tu cliente (normalmente paga poco) y exige tu tiempo como si fueras empleado con prestaciones.

Además de pagar poco, se siente generoso. Exprime mucho. Por cierto, tampoco es agradecido, si le das más esperando que reconozca tu esfuerzo, no sucederá.

Sus frases:

Acuérdate que el cliente paga/ qué bueno que tienes “chamba acá conmigo/Qué bonito (inserte aquí cualquier objeto nuevo) ¿te lo compraste con lo que me cobras?

Todos hemos conocido a la mitad de ese tipo de clientes cuando empezamos, la maduración consiste en alejarnos de ellos en cuánto veamos que están rondando nuestro proyecto.


Recuerda: “Si fuera fácil, cualquiera lo haría bien”.

Mariana.pefer@gmail.com