Las fiestas decembrinas son una tradición que no debemos dejar de festejar.
A todos mis amables lectores: ¡Feliz Navidad y un Venturoso Año 2018!
Las obras en calles y avenidas provocan el caos. ¿Quién planeó esto?
Las tradiciones mexicanas de fin de año, se siguen preservando pese a las intenciones de las potencias nacionales e internacionales de restarles importancia para aprovechar el tiempo laboral.
México, siempre fiel, dijo alguno de los máximos representantes del clero católico con sede en Roma y es cierto. De alguna manera, niños, adultos y personas de la tercera edad, tenemos oportunidad de disfrutar en estos días, de la alegría de colocar el pino navideño con su estrella, procurando represente de alguna manera, ese espíritu festivo con luces y colores, con esferas y foquitos que en su incesante encender y apagar producen una sensación de bienestar y tranquilidad; al pie del árbol o junto a él, se coloca el nacimiento, con José y María en el pesebre, los Reyes Magos, que le llevan al esperado niño, regalos; ahí también encontramos a los pastores, camellos, y no pueden faltar los peces en el río, un buey y otras figurillas como el diablo y el ángel, elaboradas con barro o con pasta, las que son decoradas a mano por los artesanos mexicanos.
Las tradicionales posadas que dan inicio el día 16 de diciembre y se prolongan hasta el 24, representan el peregrinar de José y María que van de un lado a otro pidiendo que los reciban, que les den posada; la Virgen María, esperando el nacimiento de su hijo, montada en un burrito y José tirando del lazo para que el animalito camine.
Esto nos lo explicaban hace ya muchos años, las catequistas en el templo católico, ahora, los maestros de artes lo hacen en la escuela secundaria y seguramente en la primaria y el jardín de niños; montan su pastorela y se ha venido logrando con esto, preservar esta bonita tradición que tuvo su origen en la religión católica. Vivir estos días de fiesta, es realmente inolvidable; los patrones en la fábrica, en la empresa, en el campo y prácticamente en todo lugar donde existe esta relación de trabajo patrón-asalariado, ocurre que se tocan el corazón y el bolsillo para compartir con sus trabajadores estos días.
En Irapuato, como en otros municipios de Guanajuato, se realizan paralelamente, los tradicionales Barrios, aunque estos se anticipan a las posadas, porque tienen relación con el Día de la Virgen de Guadalupe. Dan inicio desde los primeros días de diciembre, se juntan con las posadas y prosiguen después de la Navidad, hasta terminar el año.
Lamentablemente, en los últimos años, se han descompuesto esos días de fiesta a causa de la proliferación de bandas, pandillas y grupos delincuenciales de otro nivel; se pelean por el control de sus territorios recurriendo muchas ocasiones al uso de las armas de fuego y punzo-cortantes; han logrado con sus acciones, inhibir y casi terminar con esta tradición en la que la gente de Irapuato, con su característica hospitalidad, invitaba a pasar a cenar a las personas que recorrían las calles, aún sin conocerlas; se deleitaba el visitante de un rico pozole, tostadas, atole, buñuelos, sin faltar el ponche bien caliente para ahuyentar el frío característico del invierno. ¡Qué tiempos aquellos! ¿Algún día volverán?
Las tradiciones decembrinas le han dado vida a nuestro México; le han dado la oportunidad de convivir en familia o con los amigos. El hombre se distingue por ser social, se caracteriza por esa humanidad que le permite aproximarse y hacer amistad de manera consciente, de reunirse para convivir y compartir los alimentos, lo que le produce una grata sensación. Las Fiestas Navideñas se convierten en una inmensa alegría de estar con la familia y con los mejores amigos. Aunque también se presentan situaciones de tristeza por quienes se nos han adelantado en el camino que a todos espera. Se extraña a quienes están lejos por diversas razones.
Internacionalmente estas fiestas de fin de año son festejadas con el mismo sentido. La búsqueda de la felicidad, de la unión familiar y el acercamiento con los amigos. Es tiempo de dar espléndidamente. El espíritu se llena de regocijo al brindar ayuda, de alentar a seguir adelante en esta vida tan llena de tropiezos; se reconforta al enfermo con la palabra u ofreciéndole ayuda.
Hoy quiero desearles a mis amables lectores de todos los municipios aledaños a Irapuato y a quienes me leen vía Internet, que no haya obstáculos ni contratiempos en estas fiestas navideñas; que las disfruten plenamente en compañía de sus seres queridos presentes y ausentes. A mis amigos, a mis Q:. H:. , a mis familiares y parientes, tengan una ¡Feliz Navidad! ¡Que el Año Nuevo sea lleno de éxitos, de salud y prosperidad!
IRAPUATO, UNA CIUDAD CONVERTIDA EN UN VERDADERO DESASTRE CON TANTAS CALLES EN REPARACIÓN Y OBRAS QUE NO FUERON PLANEADAS PARA EVITAR AFECTACIONES.
Sin lugar a dudas, nuestra ciudad parece haber sido invadida por topos, ratas y tuzas, cuya característica es cavar hoyos por todos lados dejando amontonamientos de tierra y causando daños.
Este es el panorama de nuestra ciudad. Según expertos de la construcción urbana, este tipo de obras deben realizarse con base en una planeación después de valorar su reparación o reposición en calles y avenidas. Valorar la construcción de camellones como los que se están construyendo en el boulevard Díaz Ordaz. No pongo en duda que algunas de las obras fueran necesarias por el deterioro de las vialidades, pero, seguramente se debió hacer una planeación como lo dicen quienes saben de esto. Rascar por aquí, por allá y por todos lados, sin ton ni son, hace que estas obras entren al terreno de lo cuestionable. ¿Realmente eran necesarias? ¿Se licitaron como lo marca la Ley? ¿Quién o quiénes ganaron? ¿Por qué tardan tanto tiempo, si se supone que ganaron los mejores constructores? Para ejemplo, ahí está el “mercadito” Guerrero que para tender la red de drenaje, levantaron todo el piso y lleva meses exponiendo a los comerciantes y a quienes acuden a hacer sus compras.
