/ viernes 17 de diciembre de 2021

¡ Feliz Navidad !

Para mí ha sido de una gran riqueza escuchar algunas de las frases de historiadores y personajes que hicieron mención de Jesucristo, las cuales deseo compartir contigo, desconozco que tanto conoces tú acerca de Él, pero indiscutiblemente conocerle es la mayor riqueza que uno puede llegar a obtener en esta vida.

Herbert George Well, historiador británico, dijo: “Soy un historiador, no soy creyente, pero debo confesar como historiador, que este predicador de Nazaret es irrevocablemente el centro mismo de la historia, Jesucristo es fácilmente la figura más dominante en toda la historia.” Este hombre siendo un no creyente, tuvo la honestidad histórica para reconocer lo que es innegable.

Napoleón Bonaparte, emperador de Francia dijo: “Conozco a los hombres y te digo que Jesucristo no es un mero hombre, entre él y toda otra persona en el mundo no hay posible término de comparación, Alejandro, César, Carlo Magno y yo, hemos fundado imperios, pero en qué descansamos las creaciones de nuestro ingenio, sobre la fuerza; Jesucristo fundó su imperio en el amor y en esta hora millones morirían por él.” También dijo: “En vano busco en la historia encontrar a uno semejante a Jesucristo o cualquier cosa que pueda acercarse al evangelio, ni la historia, ni la humanidad, ni épocas, ni la naturaleza me ofrecen cualquier cosa con las que soy capaz de compararlo o para explicarlo, aquí todo es extraordinario.”

Flavio Josefo, erudito e historiador judío bajo el imperio de Roma, escribió: “Por aquella época apareció Jesús, hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. Este era el Cristo (el Mesías). Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado no lo abandonaron porque él se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de Él esta y otras mil cosas maravillosas. De él tomaron su nombre los cristianos, cuya sociedad perdura hasta el día de hoy.”

Ni Bonaparte, ni Flavio Josefo durante su vida profesaron una vida transformada por medio de la fe en Cristo Jesús, pero reconocieron la autenticidad histórica y la vida extraordinaria de Jesús, lo cual deja en la deshonestidad a quienes lo niegan y quieren convertirlo en un mito.

No obstante, la persona de Jesucristo va más allá de una figura histórica, su impacto en el mundo tiene que ver con comprender quién es y el propósito de su venida.

Repetidas ocasiones al leer los evangelios encontramos que Jesucristo fue muy claro en decir quién es y a qué vino al mundo, todo conforme al cumplimiento de las Escrituras: “Él salvará a su pueblo de sus pecados…He aquí, la virgen concebirá y dará a Luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.” (Mateo 1:21,23). Y no sólo lo dijo, sino lo corroboró con obras poderosas.

Su resurrección al tercer día fue el testimonio contundente de que Él realmente es quien dijo ser: “Dios con nosotros”. Su venida no consiste en la institucionalización de una nueva religión, ya había muchas antes como las hay ahora, lo cual no contribuía para mejorar la calidad de vida de las personas y las naciones.

Su venida consiste en un cambio interno en el ser humano, en su manera de pensar y de actuar para conformarse a los preceptos morales de la Palabra de Dios. Los primeros seguidores de Jesucristo comprendieron esto, por eso el apóstol Juan escribió en una de sus cartas: “vivimos como vivió Jesús en este mundo” (1 Juan 4:17).

Por eso estoy de acuerdo con las palabras de Thomas Jefferson que dijo: “Estoy en realidad opuesto a las corrupciones del cristianismo; pero no a los auténticos preceptos de Jesús.”

Vivir la navidad significa comprender día con día, quién es y el propósito de la venida de Jesucristo a la tierra, en la vida personal, familiar, económica y social.

Animémonos a conocer cada día más sobre Jesucristo como lo encontramos en la Biblia, para poder imitar su ejemplo en pensamientos, palabras, actitudes y acciones, y así compartir con otros estas buenas nuevas a la voz de ¡Feliz Navidad!.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.



Para mí ha sido de una gran riqueza escuchar algunas de las frases de historiadores y personajes que hicieron mención de Jesucristo, las cuales deseo compartir contigo, desconozco que tanto conoces tú acerca de Él, pero indiscutiblemente conocerle es la mayor riqueza que uno puede llegar a obtener en esta vida.

Herbert George Well, historiador británico, dijo: “Soy un historiador, no soy creyente, pero debo confesar como historiador, que este predicador de Nazaret es irrevocablemente el centro mismo de la historia, Jesucristo es fácilmente la figura más dominante en toda la historia.” Este hombre siendo un no creyente, tuvo la honestidad histórica para reconocer lo que es innegable.

Napoleón Bonaparte, emperador de Francia dijo: “Conozco a los hombres y te digo que Jesucristo no es un mero hombre, entre él y toda otra persona en el mundo no hay posible término de comparación, Alejandro, César, Carlo Magno y yo, hemos fundado imperios, pero en qué descansamos las creaciones de nuestro ingenio, sobre la fuerza; Jesucristo fundó su imperio en el amor y en esta hora millones morirían por él.” También dijo: “En vano busco en la historia encontrar a uno semejante a Jesucristo o cualquier cosa que pueda acercarse al evangelio, ni la historia, ni la humanidad, ni épocas, ni la naturaleza me ofrecen cualquier cosa con las que soy capaz de compararlo o para explicarlo, aquí todo es extraordinario.”

Flavio Josefo, erudito e historiador judío bajo el imperio de Roma, escribió: “Por aquella época apareció Jesús, hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. Este era el Cristo (el Mesías). Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado no lo abandonaron porque él se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de Él esta y otras mil cosas maravillosas. De él tomaron su nombre los cristianos, cuya sociedad perdura hasta el día de hoy.”

Ni Bonaparte, ni Flavio Josefo durante su vida profesaron una vida transformada por medio de la fe en Cristo Jesús, pero reconocieron la autenticidad histórica y la vida extraordinaria de Jesús, lo cual deja en la deshonestidad a quienes lo niegan y quieren convertirlo en un mito.

No obstante, la persona de Jesucristo va más allá de una figura histórica, su impacto en el mundo tiene que ver con comprender quién es y el propósito de su venida.

Repetidas ocasiones al leer los evangelios encontramos que Jesucristo fue muy claro en decir quién es y a qué vino al mundo, todo conforme al cumplimiento de las Escrituras: “Él salvará a su pueblo de sus pecados…He aquí, la virgen concebirá y dará a Luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.” (Mateo 1:21,23). Y no sólo lo dijo, sino lo corroboró con obras poderosas.

Su resurrección al tercer día fue el testimonio contundente de que Él realmente es quien dijo ser: “Dios con nosotros”. Su venida no consiste en la institucionalización de una nueva religión, ya había muchas antes como las hay ahora, lo cual no contribuía para mejorar la calidad de vida de las personas y las naciones.

Su venida consiste en un cambio interno en el ser humano, en su manera de pensar y de actuar para conformarse a los preceptos morales de la Palabra de Dios. Los primeros seguidores de Jesucristo comprendieron esto, por eso el apóstol Juan escribió en una de sus cartas: “vivimos como vivió Jesús en este mundo” (1 Juan 4:17).

Por eso estoy de acuerdo con las palabras de Thomas Jefferson que dijo: “Estoy en realidad opuesto a las corrupciones del cristianismo; pero no a los auténticos preceptos de Jesús.”

Vivir la navidad significa comprender día con día, quién es y el propósito de la venida de Jesucristo a la tierra, en la vida personal, familiar, económica y social.

Animémonos a conocer cada día más sobre Jesucristo como lo encontramos en la Biblia, para poder imitar su ejemplo en pensamientos, palabras, actitudes y acciones, y así compartir con otros estas buenas nuevas a la voz de ¡Feliz Navidad!.

Favor de enviar todo comentario a los siguientes sitios sociales, blog: metamorfosiscultural.wordpress.com; Facebook, Twitter y YouTube: Metamorfosis Cultural ó si deseas comentar más ampliamente puedes hacerlo al correo: metamorfosiscultural2016@gmail.com Gracias.

________________________________

Artículo escrito por: Alejandra Pimentel Sánchez. Licenciada en Ciencias de la Familia.